Conocer al “Compañerito del metal”, Fernando Camacho, es uno de los regalos que trae la vida. Le conocí y, desde el minuto uno, empaticé con él. Es una persona que te facilita la vida. Activista villaverdero, con talento e instinto, que se refugia en poesías y siente, siendo sensible pero no sensiblero. Me ha ayudado muchísimo en todas las encrucijadas a las que me he podido enfrentar.
Con él, la vida cultural en Villaverde cobra otra dimensión. Es capaz de unir a gente con una facilidad asombrosa. Construye, nunca destruye. Que yo escriba en este periódico es gracias a él —una cosa más que agradecerle—. De las cosas que más me gustan de un proyecto es saber que “el Compañerito” puede estar. Compartir, debatir, escuchar algunas de sus maravillosas “salvajadas” es algo muy rico para la vida de cualquiera.
Poeta, sociólogo y analista vital como pocos he conocido, es hábil y con una intuición sublime. Su forma de analizar la educación es de una brillantez pasmosa. Su implicación en todo es honesta y concienzuda. Los avances en la FP le deben mucho. Al “Compañerito” le quieres en tu equipo porque sabes que tenerle es ganar seguro.
Saca tiempo de donde no lo hay para implicarse. No importa que viva en Barcelona, en Parla, en Irún o en Mijares: si puede, está contigo; y, si no puede, hace por poder estar. He departido muchas horas con él y siempre enriquece. Llevo años, muchos, detrás de que publique un libro con sus estados de perfil. Son el análisis más brillante y punzante de la sociedad de hoy en día. Abarca todos los temas: educación, política, cultura, actividades de barrio… y siempre con una mordacidad brillante e hilarante.
Un ejemplo: todo lo que se debate en materia de educación en la actualidad ya lo vaticinaba hace años. “El Compañerito” no se queda en la denuncia exigua; ofrece soluciones, alternativas. No vive en la entelequia: mastica la realidad descarnada de los acontecimientos. Términos como presidenta “Cuqui” son genialidad en estado puro. No se ha publicado jamás un libro así y sería un acierto hacerlo: un estudio sociológico de una realidad que va desintegrando la ciudad, la vida y los barrios. Culturalmente, es un lector voraz y un experto en Vázquez Montalbán, entre muchos. También escribe, y muy bien. Inmersos como estamos en el montaje de nuestra última marcianada fílmica —Las calles también se olvidan—, la tristeza me acompaña de manera imperante porque no hubo posibilidad alguna de que “Camachín” estuviese en el rodaje. Es insustituible.
Disfruto mucho de nuestras charlas con Pilar Pedrajas, otra genia sin fisuras —merece un libro que analice su brillantez—. Es un conversador magnífico, me recuerda en ese aspecto mucho a Fernán-Gómez. Nunca es autoritario en su conversación y no le cuesta asumir si se ha equivocado. Constantemente aporta ideas y procura llevar las cosas que hacemos a otros lugares: jamás piensa en él, siempre en los demás.
En la actualidad quiere —y quiero— que hagamos un texto que él me encargó sobre el Alzheimer, y yo, si él está en el acto, lo haré. Le he insistido en que me gustaría que lo dirigiese, pero no quiere, y es algo ilógico: conoce el texto muchísimo mejor que yo. Tiene la habilidad de saber dirigir porque sabe escuchar.
Fernando Camacho, “El Compañerito del Metal”, es una figura determinante en el barrio, aunque ahora no viva en él. Recuerdo con admiración el acto que organizó el Día del Libro, su papel en nuestra adaptación de Hemingway o cómo dio vida a su alter ego “Montalbán”, o los ensayos de teatro y su maravillosa conversación. Su temple y saber estar ayudan a que todo se haga, se mueva, se sienta. No descansaré hasta que se publique su imprescindible libro de “Estados del WhatsApp”.
¿Quién dijo que el 13 da mala suerte? Para las personas que componemos AVIB. que el Festival de Teatro de Calle Titiriverde cumpla nada más y nada menos que 13 años es, sin duda, motivo de orgullo y satisfacción. Esperamos que podáis disfrutar mucho de la programación de esta edición, que celebraremos los días 20 y 21 de septiembre, en la que hemos intentado que haya opciones para todos los públicos y que todos los espectáculos se puedan disfrutar en familia.
Recordamos con mucho cariño aquel primer año en el que elegimos varias ubicaciones, para que las actuaciones tuvieran lugar de forma simultánea en diversos puntos del barrio. Aquel año contamos con artistas que vinieron por muy poquito dinero. Algunos de ellos, todavía hoy, trece años después, siguen viniendo.
Desde hace varias ediciones el festival se ha realizado en el Parque de los Metales (conocido popularmente como parque de los cumpleaños) pero este año nos trasladamos a la nueva zona ajardinada que se ha inaugurado junto al colegio el Greco, muy cerca del Huerto Urbano de Butarque.
Vamos a tener cuentacuentos, varios de ellos pensado para las niñas y niños más pequeños, de 3 a 6 años (como Rita Tamborenea y la Compañía Aquí y Allá), teatro de títeres para todas las edades y diversos y sorprendentes espectáculos de clown, circo y magia, como el que ofrecerá el reconocido artista Máximo Óptimo, otro fiel del festival.
El polifacético Máximo Óptimo en una de sus actuaciones
Este año por ejemplo nos visita de nuevo el mago Lorenz de Parla que ganó el Premio Internacional de Mentalismo en el festival de Valongo, en Portugal, en 2024 con su dúo de mentalismo cómico Mala-mente, con el espectáculo ‘Tsunagari’, en el que actúa con su hijo Aitor-Tor.
El dúo de mentalismo cómico Mala-mente actuará el domingo
Y también repite Murray Molloy, un artista del escapismo que ha viajado por todo el mundo, recorriendo desde Australia a Laos, y ha actuado en el legendario circo de Jim Rose en los Estados Unidos y en el festival Fringe de Edimburgo. Seguro que volvemos a disfrutar -o sufrir- con su número de tragasables, látigos y un increíble escapismo con camisa de fuerza y más de 30 metros de cadena.
Representación de ‘Verde que te quiero verde’ de Zaguán
También tenemos novedades, como la compañía Zaguán, que con preciosos títeres acercan a niñas y niños la obra del poeta Federico García Lorca, con su obra ‘Verde que te quiero verde’.
Y no contamos más porque queremos que vengas y te sorprendas. Por cierto, os recordamos que se trata de un espectáculo que podemos sacar adelante cada año gracias a la colaboración de los comercios del barrio y a que las y los artistas vienen por un caché mucho menor del que cobran habitualmente.
Os esperamos a todas y todos en el Festival Titiriverde, porque queremos seguir sumando ediciones de un festival que ya es un referente en el panorama escénico del teatro de calle en la ciudad de Madrid.
El pasado miércoles tuve un día de perros, todo lo acontecido era para olvidarlo cuando antes. Para colmo, sobre las siete de la tarde, poco antes de llegar a mi casa, vi a un hombre ensangrentado quejándose amargamente y tendido en el suelo rodeado de gente. Pensé que aquello sería el culmen a mi horrible día, sin embargo se convirtió en una fecha imborrable para mí.
Pregunté a una mujer qué es lo que le había pasado al hombre, y me explicó que la persona que yacía en el suelo retorciéndose de dolor era un trabajador de una compañía telefónica que se había caído de una escalera mientras realizaba una instalación. La ambulancia estaba avisada, pero todavía no había llegado cuando, de repente, entre la multitud alguien se abrió paso. Se trataba de un señor mayor elegantemente vestido, quien se quitó la chaqueta y comenzó a realizar los primeros auxilios al accidentado, al cual inmovilizó con unas improvisadas cajas de madera que había en la basura. Después le limpió las heridas y taponó las hemorragias con agua que le trajeron y un apósito de trapos y gasas. Al poco de realizar esto llegó la ambulancia, entonces indicó a los sanitarios cómo colocarle en la camilla para que no sufriera heridas irreversibles al trasladarle, así como de qué manera coserle una brecha que tenía en la cabeza para que no se infectara. Acto seguido se metió en la ambulancia, de donde salió poco antes de que ésta se fuera en dirección al hospital.
Una vez que esto pasó, todas las miradas estaban centradas en él. Yo me quedé embelesado observándole: cuanto más le miraba más familiar me resultaba su rostro. Me estrujé el cerebro intentando rememorar dónde le había visto antes, y la pista definitiva me la dio un comentario que hizo a una mujer que dio gracias a Dios porque hubiera un médico cerca para realizarle los primeros auxilios, a lo que el hombre le respondió para sorpresa de todos que no era médico.
Se fue alejando y yo le fui siguiendo en la distancia hasta que pasado un tiempo prudencial le abordé preguntándole si me reconocía. Me respondió de inmediato diciéndome que a pesar de los años transcurridos no había cambiado mucho. Él tampoco había cambiado mucho a pesar de que habían transcurrido 35 años desde la última vez que le vi. Se trataba de Felipe el Consejero. Era yo un niño cuando llegó a mi pueblo; nadie sabía a ciencia cierta de dónde vino, el caso es que se convirtió en una celebridad en los pocos años que estuvo residiendo en mi lugar de nacimiento. Era un tipo que sabía absolutamente de todo: se encargó de asesorar a las autoridades a la hora de realizar un trasvase entre dos ríos para suministrar agua a la población, de ayudar a los campesinos a buscar las mejores tierras de cultivo, indicaba a los ganaderos cómo conseguir pastos, a los cazadores dónde estaba la mejor caza, a los arquitectos cómo construir los edificios más fiables y confortables, a ingenieros informáticos les explicó cómo diseñar programas y aplicaciones de toda índole, asesoró a gente que invertía en bolsa, a varios escritores les dio argumentos para sus libros, ayudó a mecánicos a reparar averías imposibles, asesoró a pilotos aeronáuticos, y por supuesto si alguien necesitaba ayuda médica él se la proporcionaba.
Un día, al igual que apareció de no se sabe dónde, desapareció del pueblo y nada más se supo de él hasta que yo le vi socorriendo al herido que he narrado anteriormente. Solo sabíamos que se llamaba Felipe, pero desconocíamos, al igual que seguimos sin saber, de dónde viene toda su sabiduría.
Historias increíbles es una sección literaria: los textos publicados en ella son pura ficción, y por lo tanto cualquier posible parecido con la realidad es mera coincidencia.
Alberto de Palacio y Elissague, arquitecto e ingeniero vasco, nuestro "Alberto Palacios" (de La Ilustración Española y Americana).
HISTORIA DE VILLAVERDE
5. EDAD CONTEMPORÁNEA (1789 – actualidad)
A principios del siglo XX la mayoría de las tierras de Villaverde pertenecían a terratenientes o nobles que arrendaban a los agricultores del pueblo. Más adelante, con la ampliación de Madrid, las fueron vendiendo en parcelas para la construcción de los nuevos barrios periféricos. Entre los nobles destacaban por sus fincas el duque de Híjar con 11 parcelas, el conde de San Rafael (36), la condesa de Teba (65) y el marqués de Valmediano (42). D. Alberto Palacios tenía una finca de recreo llamada Villa Leonor, situada entre las calles Espinela, Escandón, Aladierna, Alberto Palacios y plaza de Ágata. Después de la Guerra Civil sus herederos la vendieron en parcelas. Entre los terratenientes destacan: Juan José Martínez Seco (que da nombre a una calle en Villaverde Bajo), el “tío Sordillo” (José del Río y Pachón), Marcelo Usera, Pedro Orcasitas (con 70 parcelas, que también tenía una próspera ferretería en el centro de Madrid), Juan Calvo (Almendrales) y Juan Zofío. Las tierras de los cinco últimos citados se encontraban en lo que hoy en día es el distrito de Usera pero que por entonces pertenecían al término municipal de Villaverde.
José María de la Blanca Finat y Escrivá de Romaní, conde de Mayalde, alcalde de Madrid cuando se produjo la anexión de Villaverde (fotografiado en 1941, cuando era embajador en Alemania. Archivo Nacional Polaco).
En los años 20 del siglo XX surgen los barrios de Los Rosales y Oroquieta, que debe su nombre a Francisco Oroquieta, dueño de los terrenos. Después de la Guerra Civil, miles de personas emigran del campo a las ciudades y se instalan muchas de ellas en Villaverde, ante la posibilidad de un puesto de trabajo en la industria, lo que hace que aumente considerablemente su población. Según las actas del Ayuntamiento, en mayo de 1941 se dividió el término en distritos llamados el primero Del Casco; el segundo Carolinas, que comprendía las entidades de población de Orcasitas, San José (limítrofe con San Fermín), Perla, Colonia Popular Madrileña (luego San Fermín) y el kilómetro 7 de la carretera de Andalucía; el tercero Usera; y el cuarto Los Rosales, con jurisdicción en Santa Catalina Oroquieta, kilómetrosdel 8 al 10 de la carretera de Andalucía y ribera del Manzanares. Se construyeron, a partir de los años 50-60, San Cristóbal, Villaverde Bajo, Ciudad de los Ángeles; y en los años 90, nuevos barrios como Los Rosales, Butarque y El Espinillo. Desde los años 50 dejó de ser agrario y se convirtió en industrial.
Cuatro generaciones de condes y condesas de Teba. Sentada con el bebé se encuentra Doña Sol, condesa de Teba a principios del siglo XX (Asoc. Para la Defensa del Patrimonio Histórico Hisn Atiba).
Madrid, desde el nombramiento en 1561 como capital de España, fue creciendo en población hasta que, después de la Guerra Civil, con la industrialización se hizo necesaria la anexión de los pueblos limítrofes. Dicha anexión se va a realizar según la Ley de Ordenación Urbana de Madrid de 1 de marzo de 1946. Con ello comienza un proceso de pérdida de autonomía política y administrativa de los pueblos adheridos. Villaverde, que era villa desde 1712, dejó de serlo y se integró como el 17º distrito de los 21 que tiene actualmente Madrid.
En 1955 forma parte del distrito Arganzuela-Villaverde. En la división administrativa de 1970, las tierras entre la avenida de Andalucía y el río Manzanares (Santa Catalina, San Fermín, Los Rosales, San Cristóbal y Butarque) pasaron al distrito de Mediodía. En 1987 se hace una nueva división pasando Los Rosales, San Cristóbal y Butarque a Villaverde y Santa Catalina y San Fermín a Usera, que se segrega de Villaverde formando un nuevo distrito.
La última anotación en el libro de actas del Ayuntamiento de Villaverde de 30 de julio de 1954 dice: “Acordado por decreto de dos del actual del corriente año y publicado en el B.O. del Estado nº 194 la anexión de nuestro término a Madrid, se ha señalado como fecha en que la entrega tenga lugar el día 31 del actual y hora de las once con la asistencia del Excelentísimo señor Gobernador Civil de la provincia, alcalde y personas significadas de su Ayuntamiento y de la Excelentísima Diputación Provincial, así como nuestra corporación en Pleno y más cualificados funcionarios.
Con la desaparición de Villaverde de Madrid como entidad municipal independiente, se cierra el último folio de este libro como comisión municipal permanente pasando ahora nuestra villa a integrarse en el Gran-Madrid, que para honra y prez de sus habitantes, de los que en esta ocasión pasamos a serlo, así como de España entera, anhelamos de todo corazón se convierta en Emporio y Blasón del Imperio espiritual que iniciasen los Reyes Católicos y por cuya continuidad y engrandecimiento viene laborando tan certeramente nuestro Caudillo.
Villaverde de Madrid, a 30 de julio de 1954”.
Al día siguiente, la prensa se hace eco de la última incorporación a Madrid de los pueblos limítrofes. El acto se realizó en el salón de actos del Ayuntamiento, con la asistencia de las autoridades de la capital y de Villaverde. El periódico ABC lo recoge en los siguientes términos:
“El secretario general de la Corporación Sr. Fernández Villa, leyó el decreto de anexión y después de unas palabras del alcalde de Villaverde y del conde de Mayalde, el secretario de Gobierno Civil, en funciones de gobernador, dio posesión al Ayuntamiento de la capital de toda la documentación y arqueo. Seguidamente los asistentes al acto visitaron las dependencias municipales y más tarde fueron obsequiados con una copa de vino español.”
El alcalde de Madrid era José Finat y Escrivá de Romaní, conde de Mayalde (1952-1965), y el de Villaverde César Hestays Sancho.
En 1954, pasa a ser el último pueblo anexionado a Madrid, cuando contaba con 21.000 habitantes.
El mayor crecimiento demográfico se produjo en los años 1955-1965, con la industrialización y la llegada de familias procedentes de Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía, principalmente, alcanzando en los años 80 los 100.000 habitantes.
Hasta 1960, Villaverde Alto y Bajo sufrieron la falta de abastecimiento de agua. Por un convenio entre el Canal de Isabel II y las industrias de la zona, el 18 de agosto de 1961 (ABC) se inauguró la llegada del agua del Canal de Isabel II a Villaverde. El presupuesto fue de 8.219.333,82 pesetas y se instalaron 5.126 metros lineales de tuberías de hierro fundido con sus correspondientes válvulas, desagües, etcétera.
21 de abril de 2007: inauguración de la prolongación de la línea 3 de Metro hasta Villaverde (Prensa Ayto.).
El metro (línea 3) llegó a Villaverde en 2007, con cuatro paradas.
En el Censo de 2018 (INE), tenía 149.000 habitantes. Distribuidos por barrios: Villaverde Alto 43.287, Los Rosales 37.691, Los Ángeles 31.155, Butarque 18.882 y San Cristóbal 16.038.
Por el padrón de 2020 (INE), sabemos que el total de la población y el tanto por ciento de población extranjera fue: Villaverde Alto 45.204 habitantes y un 19% de población extranjera, Los Rosales 37.587 y un 19,1%, Los Ángeles 31.170 y un 15,9%, Butarque 18.870 y un 14%, San Cristóbal 16.052 y un 32% de población extranjera. En total la población de Villaverde consta de 154.318 habitantes, entre los que hay un 19,3% de población extranjera.
Según los datos del Ayuntamiento de Madrid de 2019, los extranjeros más numerosos en Villaverde son los rumanos, seguidos por los marroquíes. Los residentes originarios de los países latinoamericanos son el 43% de la población extranjera.
La media de edad nos da una población bastante envejecida. Los datos son: la edad media de la población del Distrito es de 41,5 años, igual que la media de Villaverde Alto, la de San Cristóbal es de 37,9 años, la de Butarque 35,6 años, la de Los Rosales 42 años y la de Los Ángeles de 46,3 años.
Hoy día, aparte de que una gran mayoría de la población está jubilada, las actividades económicas que ocupan a más trabajadores son: el comercio (31,1% del empleo), administración y servicios auxiliares (20%), actividades sanitarias y de servicios sociales (12%), construcción (9,9%) y la industria manufacturera (9,7%).
EL GRAN MADRID A partir del 5 de junio de 1948 comienza el proceso de anexión a Madrid de 13 municipios limítrofes (Aravaca, Barajas, Canillas, Canillejas, Chamartín de la Rosa, Fuencarral, Hortaleza, El Pardo, Vallecas, Vicálvaro, Villaverde, Carabanchel Alto y Carabanchel Bajo), que termina el 31 de julio de 1954, con lo que su extensión pasa de 68,42 km² a 607 km² y gana unos 300.000 nuevos habitantes.
Es un municipio ubicado en la Comunidad de Madrid. Se encuentra en la orilla del embalse de Santillana, formado por las aguas del río Manzanares, que atraviesa el municipio. Limita geográficamente con los términos municipales de Navacerrada, La Granja, Rascafría, Soto del Real, Colmenar Viejo, Becerril de la Sierra, Cerceda y Moralzarzal. Reconocido desde 1930 como Sitio de Interés Nacional, ha pasado por diferentes figuras de protección hasta su declaración, en 1992, como Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Las tierras que rodean el curso alto del río Manzanares, desde tiempos de Alfonso X el Sabio (1221-1284), fueron objeto de abundantes altercados entre los distintos poderes surgidos tras la Reconquista, debido a su riqueza campesina y forestal.
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Castillo de Manzanares el Real
Ermita Peña Sacra
Plaza mercado
Puente cañada real segoviana
Vista de la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves desde la entrada
Podemos apreciar a continuación el arte en Manzanares el Real:
Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves. Fue fundada a principios del siglo XIV, bajo la protección del primer marqués de Santillana. A principios del siglo XVI fue reedificada. La iglesia fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento en diciembre de 2021.
Ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra. Fue construida en el siglo XVI. Está situada sobre la Peña Sacra, desde donde se domina una amplia panorámica de La Pedriza situada en la vertiente sur de la sierra de Guadarrama.
Museo Etnológico y Arqueológico. Inaugurado el 25 de febrero de 1993, mantiene objetos, utensilios, piezas de gran valor arqueológico y fotografías antiguas, todo ello donado de forma generosa por vecinos y amigos.
Puente de la Cañada Real Segoviana. Construcción de origen medieval situada sobre el río Manzanares, en los alrededores del núcleo urbano.
Plaza del pueblo. Es el principal espacio público del casco histórico de Manzanares el Real. Se trata de una plaza porticada de carácter tradicional, entre cuyos edificios destacan las antiguas casas consistoriales.
Entre su patrimonio destaca el castillo de los Mendoza, también llamado castillo de Manzanares, que se alza esplendoroso entre las aguas del embalse de Santillana y las alturas rocosas de La Pedriza. Sus obras dieron comienzo en 1475 por orden de don Diego Hurtado de Mendoza y Lemos, hijo segundo del cardenal don Pedro González de Mendoza, participando Juan Guas en su construcción, arquitecto francés de los Reyes Católicos.
El castillo fue reconstruido en 1914 por los arquitectos españoles Vicente Lampérez y Romea y en 1977 por José Manuel González de Valcárcel. Por tanto, el castillo actual es una restauración del segundo castillo de la familia Mendoza. Es una de las fortalezas medievales mejor conservadas de España, se puede visitar y durante todo el año se celebran numerosas actividades de interés turístico y diversiones como conciertos de música, espectáculos de teatro o mercado medieval. Permanece cerrado los lunes durante todo el año.
Manhattan tiene a Woody Allen y Villaverde a Iván Cerdán Bermúdez, quien, a diferencia del neoyorquino, no toca el clarinete, porque todo su arte lo emplea en tocar las teclas del ordenador para escribir, no solo guiones, que él mismo dirige, sino también novelas, teatro y críticas literarias, dramáticas y cinematográficas (su firma figura en las páginas de ABC y sus suplementos o en las de la Revista de Occidente). Recordemos su colección de relatos: Raíles; las novelas: Turbio, Confesiones de un anciano mientras lo juzgan en Miami, A foggy day…las obras teatrales: El adiós de Fernando el Católico, Los pijos acabaron con el periodismo (ambas dirigidas por él), Desgaste, Los últimos días de Philip Seymour Hoffman (que también han visto las tablas, la última en dos versiones, la más reciente en Argentina y de gira por Uruguay y España), Fotografías de un hombre triste. No olvidemos sus cortos, con más de 40 premios: Sobre las sábanas, Las chicas, Anclaje, Reconocerse, Olimpiadas, Carnívoras, Proyecto 194; ni sus largometrajes: Donde nos toca estar,John Ford no vivió en Villaverde, Los mamarrachos o el documental Con la cuchara en el bolsillo. En breve publicará nueva novela y ensayos sobre Bergman, Kubrick y Scorsese, y estrenará la película Las calles también se olvidan, con mucho exterior, mucho interior, y, según hemos podido saber, con experimentaciones atrevidas en la narrativa visual, y rodada íntegramente en Villaverde, al igual que otras de las suyas.
Aunque educado en el colegio del Pilar, es más comulgante de Ingmar Bergman, Berlanga, Fernán Gómez, Bukowski, Nabokov, Ames Ballard o Philip Roth que de las hostias eucarísticas. Como a su santo tocayo, le gusta alimentarse de frutas y lo mismo se come cuatro cocos o unas uvas de la ira que unas bananas o una naranja mecánica, aunque con lo que más disfruta sea con las fresas salvajes, que degustó con Ingmar Bergman en los mercadillos de Villaverde entre gritos, susurros y algún silencio.
A juzgar por su pródiga y variada producción, sospecho que estecervantistasocarrón escribe varias obras a la vez, unas con los dedos de las manos, otras con los de los pies, y aún capaz lo veo de hacerlo con la nariz y algún otro pedúnculo corporal de cuyo nombre no quiero acordarme. Dandy villaverdense de puro o pipa, pero sin sombrero, ejerce de miope visionario tras prescribirle una oftalmóloga gafas bifocales de no ver más de la cuenta, con las que sigue leyendo los pensamientos,transformando la realidad y desparasitando marcianadas. Cinéfilo, librófago, docente, me da que se licenció en Derecho para transitar libremente por comisarías, juzgados, depósitos de cadáveres, prisiones… donde vivir de cuerpo presente las grandezas y miserias de la naturaleza humana, siempre presentes en los textos literarios, cuyas técnicas de disección completó con sus estudios de teoría de la Literatura y Literatura Comparada para intentar probar la tesis de su adorado Shakespeare, según la cual “No hay nada bueno ni malo, sino que el pensamiento lo hace así”.
A través De la vida de las marionetas, que publica en estas mismas páginas, ha inventado un nuevo género periodístico: la autoficción mágica, con la que trae a las calles del barrio a artistas de toda laya, prediciendo la importancia cultural que Villaverde se merece y que empieza a vislumbrarse con la presencia de espacios teatrales como El Atrio de La Zaranda o LocaL2 de La Mordaza Teatro, así como con la callada proliferación de estudios de pintores y escultores.
Con Iván Cerdán nunca sabremos lo que hay de ficción o de realidad en lo que cuenta porque en él todo es creación, flipe estético. Lástima que muchas revelaciones que le han hecho se las calle, como la de Dalí de cuando él y Picasso proyectaron una monumental escultura de un pie surrealista en Villaverde y comieron en un restaurante del barrio unos callos pensando que eran de las patas de una vaca. Si transformamos el mundo solo con mirar, cuánto más no lo alteraremos al imaginar.
La Junta Municipal de Villaverde pone en marcha un campamento urbano gratuito en días no lectivos del curso 2025-2026 con el objetivo de apoyar a las familias del distrito en la conciliación de la vida laboral y familiar. Así, los días 13 de octubre y 3 de noviembre se ofertarán 500 plazas diarias (100 por centro), dirigidas a niños desde primer curso del segundo ciclo de Educación Infantil hasta 6º de Primaria que residan o estudien en el distrito.
El plazo de presentación de solicitudes empieza el martes 16 de septiembre a las 9:00 h y termina el lunes 22 de septiembre a las 23:59 h. Puede hacerse online o vía telefónica llamando al 678967267.
Durante el campamento cada centro organizará una excursión. El 13 de octubre realizarán excursiones a distintas zonas de la Casa de Campo (Puerta de Rodajos, Lago, Batán, El Lince y Teleférico). El 3 de noviembre visitarán diferentes parques de Madrid (Parque Lineal del Manzanares, Parque de la Alhóndiga, Cerro de los Ángeles, Parque de la Gavia y Parque de Andalucía-Ciudad de los Niños).
Centros educativos participantes
CEIP Antonio de Nebrija (C. de Juan José Martínez Seco, 77)
CEIP Cristóbal Colón (Carretera. de Carabanchel a Villaverde, 109)
CEIP Sagunto (C. de Paterna, 14)
CEIP El Greco (Calle Estefanita, 7)
CEIP Ciudad de los Ángeles (C. de la Alegría de la Huerta, 6)
Horarios
7:30 – 9:00 h. Acogida con desayuno
9:00 – 16:00 h. Actividades lúdico-educativas con comida tipo picnic
16:00 – 16:30 h. Recogida de participantes
Proceso de inscripción
Plazo de solicitudes: del 16 al 22 de septiembre de 2025.
Confirmación de plazas: del 25 al 30 de septiembre
Listado definitivo: 7 de octubre
Una apuesta por la conciliación
La medida se enmarca en la estrategia municipal de apoyo a las familias, asegurando que los menores disfruten de un entorno seguro, educativo y de ocio en días no lectivos. Además, se reservan plazas para familias en situación de vulnerabilidad y alumnado con diversidad funcional.
Con iniciativas como esta, la Junta Municipal de Villaverde refuerza su compromiso con la conciliación familiar, ofreciendo recursos gratuitos que contribuyen al bienestar de la infancia y a la igualdad de oportunidades.
Toda la información sobre el campamento y el proceso de inscripción está disponible en la web de Madrid.es
Del continente del hambre y la luz
murió un niño de tres días
en una patera perdida.
¿Cómo regresará a las estrellas,
sin evolucionar,
su alma en la Tierra?
El niño lindo africano
murió de frío, olvidado,
mientras tú y yo
dormimos, bailamos
y se nos va la esperanza
que tanto necesitamos.
Pues avanza indecisa
la roca lejana
y diseña su cráter
de oleaje y espuma
en el golfo de Valencia
o en el de Bengala.
¿Proyecto de vida?
¿Intento suicida?
¿Venganza del cielo
por ignorar,
lágrima azul
de miedo,
tu ángel del tercer milenio?
Mientras dormimos, bailamos,
gime la selva,
llora la sabana,
hay luto en la tribu
por la ausencia del niño amado.
“El viajar es un placer que nos suele suceder”. Esta antigua canción de Los Payasos de la Tele nos recuerda que el viaje, y sobre todo el viaje turístico, es una aventura en la cual no todo es ese placer que decía la canción, con largas horas de espera, exhaustivos controles de aduana, jet lag, arrastre de equipaje y otros pormenores que, sin embargo, se dan por buenos con tal de encontrar aquella playa, montaña o monumento que nos logre sorprender e incluso deslumbrar.
En cualquier caso, viajar es algo que siempre nos va a enriquecer y a abrir nuestras conciencias. Laspersonas de distinta cultura y raza se reconocen, se sienten amigos e intercambian costumbres además de objetos. A mí, particularmente, el viajar me ha mostrado algo que ya sospechaba: el ser humano es —salvando las diferencias étnicas, culturales e idiomáticas— igual en todas partes. Todo recelo hacia aquello que vive allende nuestras fronteras no es más que una desconfianza ancestral de la época de las tribus. Este miedo, que carga de juicios negativos todo lo que está más allá de cualquier frontera, es una enfermedad que siempre se cura viajando.
Yurtas nómadas en Kirguistán, Asia central. Foto: O.J.R.A.
