El calor del verano es el motivo perfecto para tener la necesidad de hidratarnos más. Al sudar, el cuerpo pierde líquido por los poros de la piel que ha de ser repuesto; para ello aumenta el mecanismo “llamada de atención”: la sensación de sed.
El problema aparece al acabar la temporada estival, cuando el calor no es tan evidente pero el cuerpo sigue eliminando líquido y necesitando su reposición.
Varios consejos para asegurar la hidratación correcta:
— Siempre cerca una botella de 1,5 L llena de agua o bien vasos para rellenar (unos 6).
— Aprovecha para tomar infusiones. Además de aportarte agua te brindarán todos sus beneficios.
— Frutas: consumo diario mínimo de 3 piezas. Hay que buscar ocasión para tomarlas: ensaladas, compotas, cocidas, zumos naturales…
— Sopas, cremas, purés: supone un aporte indirecto de agua. 3-4 veces por semana.
— Cuidado con las bebidas azucaradas: no dejan de ser líquidos, pero no vienen solos. Su abuso es una de las principales causas de sobrepeso en la actualidad.
— Cuidado también con el deporte y con las horas de máximo calor.
— Especial atención a niños pequeños y ancianos, ya que tienen alterada la percepción de sed y no sienten la necesidad de calmarla.
Agua, el oro transparente de la naturaleza, elemento esencial y componente mayoritario en el cuerpo humano (hasta un 60%)… ¡Dale la importancia que merece