Las frutas siempre tienen que estar presentes en nuestra alimentación, pero en ocasiones nos confunden los mensajes que nos llegan desde diferentes lugares. “No hay que tomarla después de comer porque engorda”, “el plátano tiene mucho azúcar”, “tienes que tomar cinco piezas al día”, etcétera.
Las frutas tienen la propiedad de poseer agua, lo que hace que su carga energética sea muy baja. Además, tienen fibra y favorecen la digestión.
Cuándo: en cualquier momento; medias mañanas y meriendas, desayunos, comidas y cenas, como postre… No hay limitación en el cuándo.
Cuántas: tomar 2-3 piezas al día nos aporta muchos beneficios, y además evita que tomemos otros tipos de alimentos más calóricos y menos sanos.
Cómo: lo más común es tomarla entera, con piel (lo más recomendable) o sin ella. No obstante, ¡hay formas de tomar la fruta mucho más divertidas! Aquí dejo dos recetas muy sencillas que harán saborear la fruta de siempre como nunca.
- Yogur con manzana y canela: pondremos una manzana en el microondas durante ocho minutos o en el horno (podemos aprovechar para hacer una bandeja entera). Una vez cocinada, retirar la parte más carnosa y, de forma opcional, batir. El resultado lo añadiremos a un yogur natural (no azucarado) junto con canela. ¡El sabor es espectacular!
- Tostada de plátano y chía: vamos a preparar una tostada dulce, ¡pero sin mermelada ni chocolate! Tritura un plátano y añádele una cucharadita de semillas de chía. Déjalo reposar en la nevera durante cinco minutos. Una vez pasado el tiempo, ya está listo para tomar untado en la tostada.
¿Mi consejo? ¡Que nunca falten en tu lista de la compra! Así, si el frutero está lleno, todos os animaréis a tomarla.
Sarai Alonso Segura. Nutricionista