Si te has sorprendido al leer el título de esta sección, el artículo está hecho para ti. La ensalada es un plato que tiene por igual amigos y enemigos como resultado de toda la leyenda que hay a su alrededor. Además, solo la situamos en épocas calurosas como el verano. Durante las estaciones restantes no queremos oír hablar de ella, y solo la asociamos con “dieta para perder peso”.
¡Cambiemos ahora mismo esos conceptos! Y para ello te doy unos sencillos y apetitosos argumentos. ¿Has probado la ensalada de aguacate y salsa caliente de almendras? ¿Y la ensalada de espinacas con tomate y queso de cabra a la sartén? ¿Qué me dices de la ensalada de legumbres, quinoa, pasta o arroz con yogur natural templado? ¡Solo nombrándolas, el paladar te invita a probarlas! Son platos llenos de color y sabor, con texturas diferentes y temperaturas de contraste.
Consejo: no te pongas límites con la típica ensalada de lechuga, tomate y cebolla. Experimenta en la cocina incorporando frutas, especias, frutos secos, salsas caseras, brotes vegetales… y conseguirás verdaderas maravillas.
Ten en cuenta que la ensalada acepta todo alimento: en tu mano está que sea lo más saludable posible.
Sarai Alonso Segura. Nutricionista