Dícese del sabor que fusiona el agrio/ácido/amargo y el dulce, produciendo en el paladar una explosión de sensaciones que van mucho más allá de lo puramente nutritivo.
Podemos hablar de salsas (¡cuidado con el azúcar!); de ensaladas con toques de tomate seco y manzana; de aliño como la salsa de miel, aceite y limón; de platos típicos como el cerdo agridulce… En todos estos preparados disfrutamos del sabor agridulce.
Olvidemos por un instante el sabor como tal y pensemos en una sensación agridulce… Nos lleva a situaciones en las que hay parte alegre y parte triste, o una mezcla entre alegría y miedo, tranquilidad y nerviosismo, satisfacción e inquietud…
Esa exacta sensación es la que siento al escribir estas palabras de despedida. Hace diez años Ciudad de los Ángeles me acogió con los brazos abiertos, y dos años después lo hizo el periódico del Distrito Villaverde hasta hoy. Me siento afortunada de haber formado parte de la familia y os estoy muy agradecida por permitirme dejar “mi huella nutricional” en muchos, muchos números del periódico.
Por suerte, las despedidas hoy en día son muy modernas y nos permiten mantenernos conectados, aunque haya distancia de por medio. Nos seguimos leyendo en Internet.
GRACIAS queridos lectores, ha sido un lujo estar en vuestro salón, en vuestra cocina, en vuestra mesa del estudio… Ojalá quede con vosotros una pequeña parte de lo que he intentado trasmitir mes tras mes.
Os deseo (y me incluyo) una vida muy saludable y cargada de emociones, en la que la comida sea uno de los placeres mayores. Eso sí, ¡recuerda comer conscientemente!
¡Feliz Navidad!
Sarai Alonso. Nutricionista – Dietista
www.saraialonso.com