Vamos a hablar de “zancadillas mentales”, o lo que en coaching denominamos “creencias limitantes”. Éstas son pensamientos muy arraigados en nosotros que nos llevan a actuar (o dejar de actuar) de una determinada manera. Se van instalando en nuestro cerebro desde que nacemos; por ejemplo: “para poder realizarte tienes que casarte y tener hijos”, “la felicidad te la da un trabajo estable”… Este tipo de creencias son muy peligrosas, ya que nos dificultan ser la persona que realmente somos, desarrollar todo nuestro potencial y ser felices con las cosas a las que nosotros damos valor, y no por lo que hemos ido “absorbiendo” de otros a lo largo de nuestra vida.
Te propongo un ejercicio para que saques a la luz esas creencias, las conozcas y des la vuelta las que sabes que no te ayudan en absoluto:
1º. Haz un listado de situaciones que te enfaden, entristezcan o te den miedo.
2º. Analiza qué creencia hay detrás de esa situación que alimenta esa emoción.
3º. ¿Qué otra creencia positiva podría cambiar la creencia actual?
4º. Ahora, situándote en un futuro en el que has sustituido la creencia negativa por la positiva, pregúntate: ¿cómo lo has hecho? ¿Cómo te sientes con esta nueva creencia? ¿Qué aspecto tienes? ¿Qué cosas haces que antes no hacías?
Para que lo puedas ver más claro, te pongo un ejemplo paso a paso:
1º. Me da miedo subir a un avión.
2º. Mi creencia es que se va a caer en pleno vuelo.
3º. Los aviones son muy seguros.
4º. He llegado a quedarme con esta creencia investigando sobre el número de accidentes aéreos que se producen al año. Me siento seguro de mí mismo y más libre.
¡Quítate zancadillas!
Beatriz Troyano Díaz.
Socióloga Coach Personal y Profesional.