¿Qué te parecería si acudieras al médico y éste te prescribiera que dieras un paseo a la semana de dos horas por el bosque? Raro, ¿verdad? Pues cada año unos cuatro millones de japoneses que padecen estrés, ansiedad o hipertensión acuden a las sesiones de “Terapia del Bosque”, y es que varios estudios científicos han demostrado que hacerlo alarga la vida.
La terapia consiste en pasear en un entorno natural respirando profundamente, escuchando los sonidos o percibiendo el silencio. Además, hay que apreciar los diferentes colores que nos rodean, e incluso saborear lentamente el gusto de una baya. El estudio más clarificador sobre sus beneficios fue realizado en 2011 por la Universidad de Essex (Reino Unido). Se partía de la evidencia del incremento de enfermedades asociadas con la vida que actualmente llevamos, en la que apenas se tiene contacto con la plena naturaleza. La investigación la llevaron a cabo Jo Barton y Jules Pretty, del departamento de Ciencias Biológicas de la universidad, que analizaron datos de 1.252 sujetos de diferente sexo, edad y estado de salud mental. Los resultados del estudio concluyeron que las actividades que se realizan en plena naturaleza verde producen mejoras en la salud física y mental. Además, los beneficios eran todavía mayores si al desarrollar la actividad se observaba agua.
Está demostrado que las plantas en nuestra vivienda y trabajo, además de generar oxígeno y absorber el dióxido de carbono, absorben sustancias químicas contaminantes, regulan la humedad y la temperatura ambiental y, por supuesto, estimulan el ánimo y dan paz interior. ¡Rodéate de verde!