Os compartimos una preciosa historia del municipio de Casarrubuelos, porque están implicados nuestros amigos de Blanco Merengue, tienda de pinturas que muchos conocéis como hermanos Cobos:
La solidaridad desbordante de Casarrubuelos: 900 personas movilizadas en minutos para ayudar a las víctimas de la Dana
Casarrubuelos, Madrid – En un pequeño municipio de Madrid, un grupo de 900 personas ha demostrado el poder de la solidaridad a través de un grupo de Facebook llamado «Casarrubuelos Solidario», creado por dos jóvenes emprendedores, Luciano Castillo y José Miguel Redondo. En tiempo récord, esta iniciativa local consiguió reunir miles de kilos de productos de primera necesidad para ayudar a las víctimas de la Dana que devastó Valencia, convirtiéndose en un ejemplo de unidad y acción comunitaria.
Luciano Castillo, CEO de varias marcas en sectores como la construcción, inmobiliaria, productos desechables y agencia de representación, y José Miguel Redondo, CEO de una agencia de fotografía de eventos, gestionan sus propios negocios de forma independiente. Sin embargo, ante la emergencia generada por las inundaciones, decidieron unir esfuerzos y movilizar a sus vecinos para brindar apoyo directo a los afectados.
«Cuando vimos la magnitud de la tragedia en Valencia, nos llamamos, sabíamos que teníamos que actuar rápidamente. En solo unos minutos, a través de las redes sociales, vimos cómo gran parte de Casarrubuelos se volcaba en la causa», comenta Luciano. La página de Facebook «Casarrubuelos Solidario» se convirtió en el centro de coordinación para movilizar a los vecinos y gestionar las donaciones, que incluyeron alimentos, ropa de invierno, productos de higiene y limpieza. El apoyo de la comunidad fue tan abrumador que, en apenas 3 horas al día dura te dos días, se lograron recolectar casi 4.000 kilos de productos.
Lo impresionante fue cómo la campaña creció rápidamente. En pocos minutos, se involucraron casi las 900 personas que pertecen al grupo de facebook, compartiendo los vídeos de estos dos jóvenes, organizándose para llevar sus donaciones y hacerlas llegar de manera eficiente. José Miguel, con su experiencia logística, se encargó de coordinar la clasificación de los productos y su transporte a Valencia, mientras que Luciano gestionó las redes con sus vídeos y las donaciones con proveedores y empresas colaboradoras.
En tan solo cuatro días, lograron que parte de los proveedores de Luciano enviasen a la zona afectada más de 25.000 kilos de productos varios. Luciano, además, habló con su padre y sus tíos propietarios de la empresa de pinturas y droguería familiar Hermanos Castillo Cobo, ubicada en Villaverde Alto, fuera un punto de recogida vecinal adicional, permitiendo que los vecinos de este distrito del sur de Madrid también se unieran al esfuerzo.
El siguiente paso fue el más impactante: ambos emprendedores viajaron personalmente a Valencia para entregar las donaciones de sus vecinos. «Al llegar allí, la situación era devastadora», recuerda José Miguel. «Las familias, que lo habían perdido todo, nos ofrecían lo poco que tenían, como un café en un vaso de plástico o un rincón en su casa para descansar. Nos conmovió profundamente», dice emocionado.
Luciano, quien lideró las negociaciones gracias a su dilatada experiencia con proveedores y empresas, también refleja la dureza de la experiencia:»Fue brutal la respuesta por parte de las empresas y proveedores cuando les hice llegar la iniciativa, pusieron todos los medios que tenían a su alcance a disposición para hacer llegar aquella mercancía que podían aportar hasta allí» , tras su llegada allí comenta Luciano que «Hay muchas familias que siguen esperando ayuda, y no podemos dejarlas atrás. Esto no es algo que se solucione en un par de días; la ayuda debe ser constante y duradera», afirma.
Ambos coinciden en que, aunque las jornadas de trabajo fueron intensas, con más de 16 horas al día organizando y buscando ayuda, la satisfacción de unir a los vecinos y haber hecho una diferencia real para tantas personas hace que todo el esfuerzo valiera la pena. «Regresamos a casa agotados, cubiertos de barro hasta las cejas, pero con el corazón lleno de conseguir sumar granitos de arena en esta gran montaña de solidaridad tan necesaria», aseguran, además Luciano comenta «no se puede permitir que en un país desarrollado como es el nuestro la gente ante una emergencia nacional como ésta se tire a las furgonetas de los voluntarios que llegan allí para ayudar pidiendo productos de primera necesidad» .
Lo que comenzó como una pequeña iniciativa de dos amigos se convirtió en un movimiento ejemplar de solidaridad y vecindad, demostrando que la fuerza de una comunidad unida puede superar cualquier obstáculo. «Casarrubuelos Solidario» ha sido una verdadera lección de empatía y acción rápida, y sigue siendo un faro de esperanza para aquellos que, a pesar de haberlo perdido todo, siguen recibiendo el apoyo incondicional de su gente.
Seguiremos muy pendientes de estos dos jóvenes los cuales han prometido, que el espíritu de solidaridad de Casarrubuelos no termina con la ayuda a las víctimas de la Dana en Valencia. Tras movilizar a casi 900 personas a través del grupo de Facebook «Casarrubuelos Solidario», los jóvenes emprendedores Luciano Castillo y José Miguel Redondo ya tienen en mente su próxima gran campaña para mediados de diciembre. Mientras aún siguen entregando ayuda a las familias afectadas por las inundaciones, han anunciado que para estas Navidades organizarán una nueva recogida solidaria, esta vez centrada en los niños y en proporcionar una Navidad más digna para todos aquellos que han perdido todo » nuestro objetivo mandar camiones llenos de solidaridad» comenta Luciano.
«Casarrubuelos Solidario» un movimiento vecinal que da visibilidad a la fuerza que tienen las redes sociales y demuestra que la unión hace la fuerza y que el pueblo salva al pueblo.
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