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La consulta del Doctor M

Consulta Doctor M
DAVID MATEO CANO.

Existe una clínica de la cual poco se conoce: la regenta un neurólogo, a la vez que farmacólogo, del cual solo sabemos que o bien su nombre o bien su apellido incluye la letra M. Conseguir cita con él en su consulta (esté ésta donde esté) no es difícil, ya que por lo visto no tiene una gran lista de espera. También se desconoce si aparece en los cuadros médicos de aseguradoras o por el contrario se accede a él únicamente a través de consulta privada. Tampoco sabemos si goza de poco, mucho o de ningún prestigio entre sus colegas de profesión.

Tal es el secretismo que envuelve a esta persona, que lo normal es acudir a su consulta por puro azar. Su modo de actuar es bastante singular: de inicio sigue siempre los patrones propios de su profesión, que en ocasiones pueden ir bien o por el contrario no dar ningún resultado. Si se da este último supuesto, y solo en casos que le atraigan especialmente, es cuando decide utilizar su particular método de trabajo, por supuesto sin decírselo al paciente. No sabemos con exactitud qué es lo que le atrae de cada caso, si ver desahuciados a sus clientes o por el contrario es su deseo de experimentar lo que le lleva a afrontarlos.

Cuando toma la decisión, se entrega en cuerpo y alma haciendo un seguimiento exhaustivo. Aquí entra en acción su otra faceta como farmacólogo, donde además de ser licenciado atesora un amplio conocimiento en todo tipo de fármacos en base no solo al estudio, sino también a su experimentación. Los pacientes elegidos, que son aquellos que no tienen ninguna opción posible de mejora, son tratados siempre fuera de horas de consulta y han de acudir sin ningún acompañante. Para empezar el tratamiento, lo primero que hace es suministrar al enfermo un combinado de drogas que se ignora con exactitud cuáles son. Parece ser que utiliza opiáceos, morfina y ácido lisérgico (LSD) entre otras. La mezcla y proporciones usadas hacen que el paciente abandone su estado normal de conciencia dejando expedito el camino para que el Doctor M pueda entrar en su mente. Una vez dentro, visualiza y examina el cerebro para localizar qué es lo que no va bien. Sobrevuela, siempre desde un punto de vista astral, el funcionamiento de las células nerviosas y de sus conexiones neuronales. También analiza los neurotransmisores para cerciorarse de qué sustancias químicas transportan. Una vez que localiza el problema que ocasiona que el cerebro no funcione correctamente, como si fuera un mecánico de la mente va reparando los daños y aniquilando las células deterioradas.

No siempre logra su objetivo, pero sí en un alto porcentaje consigue que sus pacientes vuelvan a la normalidad. Según una serie de indicios por confirmar, ha sido capaz de curar enfermedades neuromusculares como el ELA, esclerosis múltiple, alteraciones congénitas, epilepsia, migrañas crónicas, Parkinson, demencia, Alzheimer e incluso depresiones o paranoia. Cuando termina su tratamiento, resetea el cerebro de sus pacientes para que no recuerden absolutamente nada, y pasados unos días llevan una vida completamente normal para asombro de todos cuantos les rodean. Se desconoce si debido a la alteración de los estados de conciencia para adentrarse dentro de la mente de los tratados ocasiona también muertes o deja otro tipo de secuelas. Lo poco que se sabe sobre el Doctor M se debe a los flashback sufridos por algunas de las personas tratadas, quienes a consecuencia del LSD pasado un tiempo, incluso años, tienen visiones regresivas sobre cómo profanaron su cerebro y cuál era su vida anterior.

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Una mirada diferente a nuestro patrimonio

Una mirada diferente a nuestro patrimonio
La Rendición de Granada - Pradilla

Las madres podemos ser muy crueles a veces. Y si no que se lo digan a Boabdil, el último sultán del reino nazarí de Granada, que entregó el 2 de enero de 1492, a las tres de la tarde (me maravilla la exactitud con la que nos lo cuentan las crónicas de la época), las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos. “Llora como mujer lo que no supiste defender como un hombre”, cuenta la leyenda que le dijo la sultana Aixa a su hijo mientras éste miraba por última vez el enclave perdido.

Que los vencedores imponen su relato es bien sabido, y la narrativa de esas leyendas, sean ciertas o no, pervive en el imaginario colectivo moldeando la realidad. Por ejemplo, sobre la última colina desde la que se divisa la capital de la Alhambra, a 12 kilómetros al sur de la ciudad, existe un paso de montaña llamado “Puerto del Suspiro del Moro”. De ese día también nos han llegado, heredadas, numerosas interpretaciones a través del arte. La más conocida es sin duda el cuadro de Francisco Pradilla La rendición de Granada, que hoy se encuentra colgado en el Senado.

Aunque Pradilla se documentó concienzudamente, tanto en la reproducción de objetos históricos de la época (por ejemplo, la corona y el cetro de la reina católica son los que se conservan en la Capilla Real de Granada o la espada del monarca nazarí es la que se guarda en el Museo del Ejército de Madrid, entre otras muchas referencias utilizadas por el pintor para proporcionar verosimilitud arqueológica) como en los textos históricos que relataban el acontecimiento, todo amante del arte sabe que las obras artísticas, por ser realizadas por la mano del hombre, esconden cierta intencionalidad.

De esas maravillosas fotografías pintadas no podemos sustraernos del filtro que, como los utilizados en Instagram, tiende a manifestar la percepción subjetiva del autor que las retrata. Del legado que nos llega de aquella época solo podemos fiarnos de los objetos que resisten al paso del tiempo, pues en ellos se esconden mensajes más verosímiles de las personas que los portaban. Volviendo al cuadro de Pradilla, os invito a visitar la Capilla Real de Granada para desentrañar qué nos quiere decir la corona de Isabel, o el Museo del Ejército para descifrar el recado que depositó Boabdil en su espada.

Es con esta mirada limpia que las visitas a los museos se vuelven más fascinantes. De la presencia de los musulmanes en la península tenemos numerosos vestigios, tanto de cultura material como inmaterial. Y es que fueron nada más y nada menos que ocho siglos. Aún recuerdo que no le parecían muchos a una de las monjas que me ensañaba historia en el colegio, que le añadió un “solo” a esa cifra como para quitarle hierro al asunto.

Del rico patrimonio que aún conservamos de la época me fascinan sus castillos. El más antiguo se encuentra en Calatayud (ya nos da pistas el nombre, que en árabe significa “el castillo de Ayud”). El Castillo Mayor de Ayyub es una de las fortalezas más espectaculares no solamente de Aragón, sino de toda España. Unas recientes obras de restauración han permitido a los arquitectos datar la construcción de esta edificación militar zaragozana en el XI, tres siglos antes de lo que se pensaba. Un dato del inmueble más cercano a su verdadero origen, por fin interpretado por quienes se atreven a mirar diferente.

Están ahí, frente a nuestros ojos, esperando a que nos atrevamos a hacer las preguntas correctas. Como la iglesia que apareció recientemente tras un muro en una casa en Garrovillas de Alconétar y que me enseñó un familiar esta Semana Santa. Según me contó, probablemente permaneció escondida para evitar la desamortización de Mendizábal. O quizá haya otra razón, y espera, como tantos otros monumentos de nuestra vasta riqueza patrimonial, a que nos atrevamos a descubrirla.

LAILA MUHARRAM

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La desamortización de Madoz en Villaverde

La desamortización de Madoz en Villaverde
JULIO HERNÁNDEZ GARCÍA

La Ley de Desamortización General de 1 de mayo de 1855 fue promulgada durante el bienio progresista por el ministro de Hacienda Pascual Madoz. Estuvo vigente hasta 1924, año en el que fue suprimida por el ministro Calvo Sotelo en la época de la dictadura de Primo de Rivera. Anteriormente se suspendería en 1856 por Narváez, y se reanudaría en 1858 con la presidencia de O´Donnell.

Tuvo tres etapas. La primera, de 1855 a 1856, centrada en las ventas de la capital, principalmente fincas urbanas. La 2ª etapa fue de 1858 a 1866, momento más cuantificable del proceso desamortizador en la provincia, con las ventas de propios, beneficencia y clero. La 3ª fue de 1867 a 1824, cuando más subastas hubo y se consiguió más dinero con la venta, también del patrimonio del Estado.

La desamortización de Madoz en Villaverde

Sería la culminación de un proceso desamortizador que había comenzado en la época de Carlos III, con el reformismo ilustrado, cuando Olavide, Campomanes y Jovellanos. Siguió en 1813 y con la desamortización de Mendizábal, en 1836. La de Madoz consiguió el mayor volumen de ventas, y se refería a todos los bienes rústicos y urbanos de propios y comunales, del clero (del que no había sido desamortizado por la ley de Mendizábal), de la beneficencia, de la instrucción pública y del patrimonio del Estado, al que pertenecían los tres últimos.

‘de 1855,  estuvo vigente
hasta 1924,
con un paréntesis
en 1856-1858

Los bienes de “propios” se referían a los bienes de los municipios que arrendaban, siendo su principal fuente de ingresos. Cuando esos bienes no se arrendaban, sino que eran aprovechados gratuitamente por los vecinos, se llamaban “comunales”.

Los objetivos que pretendía esta desamortización eran: reducir el déficit crónico de la Hacienda; realizar inversiones públicas, sobre todo en la construcción del ferrocarril; modernizar la estructura de la propiedad y aumentar la producción agraria; y atraer políticamente al régimen liberal a los nuevos propietarios.

La estructura de la propiedad que había en Villaverde en 1863 era: el total de parcelas del municipio estaba en 2.237; el total de parcelas urbanas, 142; el de parcelas rústicas, 2.095, y la superficie cultivada 3.370 ha; los eriales, 37 ha; los viñedos, 18 ha; las huertas, 55 ha; y los prados, 263 ha. El total de fanegas desamortizadas fue de 270, equivalente a 1,74 Km2. El beneficio en dinero de lo subastado ascendió a 102.486,88 pesetas.

Los mayores compradores fueron Antonio Castelar, Eladio Aguado, Eusebio Mula, Manuel Llano, Ramón Espinosa, y así hasta 29 compradores (Moreno Ballesteros, La desamortización de Madoz en el partido Judicial de Getafe, ampliación Tesis Doctoral, 2015).

Las tierras de secano y huertas puestas a subasta del clero y de propios se encontraban en el camino a Madrid, junto al arroyo Malvecino, en el Redondillo, en Horcajo, en la Toba, en S. Morales, en el arroyo de Marileza, en Los Llanos, contiguo al ferrocarril de Aranjuez, en el camino de Los Ángeles, en el Pradillo, en Parvillas. Los bienes urbanos (una carnicería y una casa matadero) estaban en las calles Travesía del Barco y en la del Real de Pinto.

Las consecuencias fueron:

— El Estado ingresó con esta desamortización más de 14.000 millones de reales, con lo que se logró reducir la deuda pública e invertir dinero en el tendido ferroviario, con la ley de los ferrocarriles de 1855.

— Aumentó el latifundismo (compraron tierras los que ya tenían).

— Aumentaron las tierras cultivadas, sobre todo de cereales.

— Disminuyó la ganadería, principalmente la ovina.

— El retraso agrícola impidió la creación de capitales para ser invertidos en la industria.

— Los municipios perdieron la fuente principal de sus ingresos.

— Los grupos sociales más beneficiados fueron la nobleza y la burguesía.

— Los más perjudicados fueron la Iglesia, los ayuntamientos y los campesinos.

— Empeoraron las condiciones de vida de los pequeños campesinos y ganaderos, que perdieron sus derechos sobre las fincas comunales vendidas, siendo despojados de su principal medio de subsistencia.

— Aparecen como nueva clase social los jornaleros, trabajadores del campo, que van a vivir en condiciones, a veces, de auténtica miseria.

— A nivel cultural se destruyeron determinados edificios históricos y otros bienes del patrimonio.

— Se perdió la oportunidad de realizar una reforma agraria, que hubiera podido mejorar la calidad de vida del campesinado y haber aumentado la productividad del campo.

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La estación de Atocha

Estación de Atocha
La de Atocha es la estación con más tráfico de pasajeros de España. FELIPE GABALDÓN
NARCISO CASAS.

En el siglo XIX se la conocía como Estación del Mediodía o Estación del Sur. Sin embargo, un incendio arrasó con todo el edificio, lo que dio lugar más tarde a la estación de Atocha en 1892. Fue obra del arquitecto Alberto de Palacio, un colaborador de Alexandre Gustave Eiffel, conocido mundialmente por su proyecto estrella, la Torre Eiffel, construida para la Exposición Universal de París de 1889.

La estación de Atocha es un complejo ferroviario situado en el distrito madrileño de Arganzuela. La fachada original de la marquesina histórica del siglo XIX da a la plaza del Emperador Carlos V, punto de intersección de varias calles urbanas (calle de Atocha, paseo del Prado, paseo de la Infanta Isabel, avenida de la Ciudad de Barcelona, calle de Méndez Álvaro, paseo de las Delicias, paseo de Santa María de la Cabeza y ronda de Atocha). Es la estación con más tráfico de pasajeros del país.

El 29 de julio de 1979 estalló en la estación de Atocha una bomba colocada por el grupo terrorista ETA político-militar, causando la muerte a cinco personas, numerosos heridos y cuantiosos daños materiales. La bomba estaba colocada en la zona de consignas de la estación. Además de Atocha, al mismo tiempo explotaron otras dos bombas en la estación de Chamartín y en el aeropuerto de Barajas, respectivamente.

El intercambiador de Atocha fue construido con la remodelación de 1992, y constituye la otra mitad del complejo ferroviario. Se encuentra al este de Puerta de Atocha, bajo la avenida de Ciudad de Barcelona y el paseo de la Infanta Isabel. La imagen exterior del intercambiador queda claramente marcada por la presencia del edificio de planta circular diseñado por el arquitecto José Rafael Moneo. En el exterior, frente a dicho edificio, se erige un espacio abierto desde marzo de 2007 que rinde homenaje a las víctimas del atentado terrorista del 11M.

El 1 de enero de 2005, Renfe se dividió en varias compañías, y Adif pasó a ser la propietaria encargada de la gestión de las estaciones. La estación de Atocha registró en 2015 un tráfico de 108 millones de pasajeros, correspondiendo 87 millones al servicio de Cercanías, 17 millones a la Larga Distancia y AVE, y cerca de tres millones a los servicios de Media Distancia.

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, anunció el día 3 de marzo que el nombre de la escritora Almudena Grandes se incorporará a la denominación oficial de la estación de ferrocarril, que pasará a llamarse “Puerta de Atocha – Almudena Grandes”. La escritora falleció el pasado mes de noviembre en la capital madrileña. Su posterior nombramiento como hija predilecta de la ciudad generó gran polémica. En la estación de Atocha se rodaron secuencias de la película Beltenebros de Pilar Miró, basada en la novela del escritor español Antonio Muñoz Molina publicada en 1989. De Atocha parte el “Tren de Cervantes”, que permite descubrir Alcalá de Henares, localidad natal del autor de El Quijote.

NARCISO CASAS

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¿Por qué son necesarios los grupos de ayuda mutua en el distrito de Villaverde?

Grupos de ayuda mutua en el distrito de Villaverde
DR. GABRIEL RUBIO VALLADOLID. Jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario 12 de Octubre.

En Villaverde conviven alrededor de 150.000 personas con una serie de características sociodemográficas que hacen de este distrito, junto a los de Carabanchel, Usera y Vallecas, uno de los más vulnerables en cuestiones de nivel de vida. Es de sobra conocido que cuanto mayor es la vulnerabilidad social, más altas son las tasas de problemas relacionados con el alcohol y con otras drogas de abuso. De hecho, en el programa de tratamiento del alcoholismo del 12 de Octubre las derivaciones desde los centros de salud de Villaverde no han dejado de aumentar desde el inicio de la pandemia, lo que nos debe hacer reflexionar como sociedad si hay algo más que podamos hacer.

El alcoholismo, la adicción al alcohol, es una enfermedad que necesita de un abordaje bio-psico-social. En esto, los profesionales del Hospital 12 de Octubre tenemos una gran experiencia, ya que nuestro programa lleva implantado más de 30 años y durante este periodo hemos realizado los cambios necesarios para convertir nuestro programa, que se llama Ayúdate-Ayúdanos, en un referente dentro de nuestra comunidad.

Uno de los elementos que caracterizan nuestro programa terapéutico es el de la inclusión de los grupos de ayuda mutua insertados en nuestra área de influencia. Precisamente, el colectivo de Alcohólicos Anónimos (AA) de Villaverde, hace unas semanas, me solicitó un artículo para este periódico en el que pudiese explicar la relevancia que tienen los grupos de AA en la recuperación de las personas con dependencia del alcohol. El programa de tratamiento de AA se llama de los “doce pasos”, y es sin lugar a dudas el programa más veterano y que más veces ha sido evaluado en estudios de investigación desde hace más de tres décadas. Es decir, disponen de un programa serio, contrastado, extendido por todo el mundo y, lo más importante, es eficaz y eficiente. Eficaz, en tanto que ha demostrado que la recuperación dentro de ese programa es posible y que es comprable a otras intervenciones psicológicas, al menos para pacientes con un alcoholismo moderado. Es eficiente, habida cuenta de que las personas que acuden a sus grupos no están obligadas a abonar dinero alguno. Estos dos hechos son los que llevan a la mayor parte de guías médicas a recomendar la utilización de esos grupos a los pacientes con dependencia del alcohol y a sus familiares.

‘El alcoholismo, la adicción
al alcohol,
es una enfermedad
que necesita de un
abordaje bio-psico-social’

Lamentablemente, en nuestro país la realidad no es ésa. Muchos de los profesionales de la medicina tienen una idea errónea del programa de los 12 pasos. En primer lugar tienen que saber que no es un programa religioso, que no es una secta y que no les cuesta dinero a los que acuden a sus grupos. No es un programa religioso, sino que está basado en la recuperación espiritual. Como algunos de los programas basados en la recuperación de valores, el programa de AA está fundamentado en la recuperación de la espiritualidad, y aunque es cierto que el programa hace referencia a dios o a un ser superior, son bastantes las personas agnósticas o ateas que se encuentran cómodas en dicho programa. También es verdad que algunas personas que dejan de asistir a los grupos de AA dicen que lo dejaron porque les recordaba a una secta, pero no es menos cierto que también lo dicen de otras asociaciones basadas en la ayuda mutua. La  realidad es que las personas son libres de acudir a las reuniones de AA y de abandonarlas cuanto ellas lo desean.

En un distrito como el de Villaverde son imprescindibles los ya existentes y serían necesarios bastantes más, ya que los lugares donde se reúnen son puntos de salud, de recuperación y de solidaridad. Los trabajos de investigación dicen que cuanto mayor número de grupos existen en un territorio, mayores son las posibilidades de recuperación de quienes conviven allí. Espero que este breve artículo sirva para mejorar la información que se tiene de AA y que contribuya a limar los prejuicios hacia esta organización, en beneficio de todos.

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El Centro Comercial Los Ángeles celebra las fiestas de San Isidro con juegos y talleres infantiles

El Centro Comercial Los Ángeles celebra las fiestas de San Isidro con juegos y talleres infantiles
CENTRO COMERCIAL LOS ÁNGELES.

Los más pequeños podrán disfrutar de actividades especiales hasta el 28 de mayo

El centro comercial Los Ángeles celebra desde hoy y hasta el 28 de mayo las fiestas de San Isidro con numerosas actividades destinadas a los más pequeños, con la instalación de una caseta de juegos típicos y la celebración de un taller de dulces.

Las actividades, que se engloban en la campaña Mucho Más, tendrá lugar los días 13, 14, 15, 20, 21, 27 y 28 de mayo, en horario de 17:30 a 20:30. En la caseta de juegos, los niños y niñas podrán demostrar su habilidad en diferentes acciones de puntería: aros en botijos, tiro de latas con pelotas o el juego de la rana. El espacio estará dirigido por una animadora vestida de chulapa y todos los participantes recibirán un barquillo como obsequio.

Además, Los Ángeles acogerá también con motivo de las fiestas de San Isidro un taller de dulces, en el que los más pequeños realizarán originales talleres con chuches que irán cambiando cada fin de semana.

El Centro Comercial Los Ángeles celebra las fiestas de San Isidro con juegos y talleres infantiles

La Atención Primaria madrileña, dos años después

La Atención Primaria madrileña, dos años después
Movilización frente al Centro de Salud Los Ángeles en abril. MATS 12 DE OCTUBRE
ANA ENCINAS. Médica de Atención Primaria Plataforma de Centro de Salud.

Los primeros días de la pandemia en Madrid, cuando en Atención Primaria (AP) nuestras plantillas se redujeron de forma importante (para cubrir de personal el IFEMA y por nuestros compañeros enfermos), cuando cerraron injustificadamente los Servicios de Urgencia de Atención Primaria, cuando los ancianos de las residencias morían abandonados sin asistencia de forma inhumana y cuando en los hospitales se habilitaba cualquier espacio para poner camas de UCI, entonces se me cruzó un pensamiento: puede ser la excusa perfecta para acelerar el deterioro del sistema sanitario público en Madrid, intensificar esto que el PP lleva haciendo tantos años…

Descarté la posibilidad de que, en medio de tanto dolor y sufrimiento, hubiera seres tan desalmados, capaces de anteponer sus negocios y su hoja de ruta a la salud de la ciudadanía. Lo descarté para poder seguir trabajando sin escatimar esfuerzo. Necesité desechar esa probabilidad porque si la admitía tendría que sentirme parte de una sociedad despiadada y sin valores, brutal y sanguinaria.

Ya han pasado más de dos años del principio de esta pesadilla y es evidente el acoso y derribo de la AP. No hay duda sobre el interés del hundimiento de nuestros centros de salud y se ha confirmado la bajeza moral y la falta de escrúpulos de los responsables del declive: Fernández Lasquetty, Ruiz Escudero y Díaz Ayuso.

La gerencia de AP en Madrid colabora intensamente en el maltrato de los profesionales y en la pérdida de sus características esenciales: la accesibilidad, la longitudinalidad y la presencia y cercanía. La falta de personal administrativo produce dificultad en el acceso telefónico, y esto conduce a vergonzosas colas en la entrada.

La pandemia ha supuesto un aumento importante de plazas vacantes: todas las jubilaciones y los traslados definitivos quedan sin ser cubiertos por otro profesional. Así hay más de 400.000 personas en Madrid que no tienen médico o pediatra asignado y no lo saben. Cuando estas personas solicitan atención, serán atendidos por otro profesional del centro. Esta situación impide la longitudinalidad, que supone ser atendido de forma continua por el mismo profesional, lo cual se ha demostrado de forma científica que mejora la salud de la población.

Todos los días, prácticamente todas las ausencias se reparten entre los profesionales del centro, suponiendo una importante sobrecarga asistencial añadida a las extensas agendas. El raquítico tiempo disponible inicialmente para cada paciente, entre 5 y 7 míseros minutos, se acorta aún más con los repartos. Finalmente los pacientes piden cambio a uno de los médicos del centro y la plaza vacante se vacía, se amortiza.

Es tal la sobrecarga a la que estamos siendo sometidos por los repartos de los ausentes, que la gerencia nos intenta comprar con algo de dinero, pagando un complemento desde hace dos meses por tarjetas sanitarias atendidas, como si el dinero nos pudiera mejorar las condiciones laborales indignas, como si el dinero nos diera más tiempo para atender adecuadamente al paciente.

Otra de las condiciones esenciales de la AP es la presencia: nunca la atención telemática puede sustituir a la atención presencial en una relación terapéutica. Es patético intentar localizar un dolor por teléfono e imposible explorarlo. Es muy frustrante sostener una crisis de ansiedad sin presencia y, desgraciadamente, el nivel de ansiedad es muy alto en toda la población en estos difíciles momentos. La consulta telefónica tiene sus indicaciones: temas burocráticos de receta o baja laboral, explicar resultados de analítica y alguna duda, poco más. Pues bien, la Consejería acaba de anunciar la creación de una Centralita Sanitarizada con más de 80 profesionales, que darán atención telefónica. Lo venderán como unidad de apoyo a la AP. Si el deseo fuera reforzar realmente, harían contratos estructurales en los centros de salud.

No nos engañemos, la Atención Primaria no es interesante para sus negocios. Una AP potente promueve la salud y previene la enfermedad. Con condiciones adecuadas, en los centros de salud se da atención resolutiva en más del 80% de las consultas, evitando su llegada a Urgencias. Si contamos con el tiempo necesario, disminuimos la utilización de fármacos y la derivación a especialista. Todo esto disminuye el negocio de la industria farmacéutica y de la privatización encubierta.

Es preferible el caos, colas interminables, atención no satisfactoria, creación de call centers privados, para así empujar a la población a contratar un seguro privado (ya el 39% de la población lo tiene), robando a la ciudadanía su derecho a una sanidad pública, universal y de calidad, que no es gratuita porque cada uno de los que aquí vivimos la sufragamos

La pregunta quizá sea: ¿cómo es que los trabajadores no se movilizan? No tengo clara la respuesta. Imagino que influye la “anestesia” general de la sociedad, el cansancio físico y emocional, la desesperanza de no ver un posible cambio, la “normalización” de nuestra sobrecarga o el miedo a represalias. En mi caso, el miedo es a ser cómplice del derribo, y creo que todos nosotros lo somos si no informamos a la ciudadanía de lo que sucede puertas adentro. Atender cada día entre 40 y 50 personas, de forma presencial y telefónica, pone en juego la dignidad del profesional y la del paciente, y supone para mí un grave conflicto. Para poder continuar, hago de la consulta un lugar inviolable, y del mejor trato posible un acto revolucionario.

Termino con una buena noticia: la ciudadanía despierta. En diferentes rincones, sumando sus fuerzas, comienza a organizarse. Ya son muchos los pueblos y barrios que empiezan a desentumecerse, a frotarse los ojos y ver la realidad. Solo hace falta que consigamos creernos que es posible.

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El sentido de la vida

El sentido de la vida
Mª ANTONIA PÉREZ GARCÍA.

Cuando estoy dando clase, los alumnos me escuchan con atención (son adultos) y parece que todo es perfecto: se están enterando, ponen interés, contestan… A veces hay un detalle que estropea el embrujo del momento. A alguien le suena el móvil, que dicho sea de paso está prohibido tenerlo operativo durante las clases. Volvemos a la cruda realidad, me veo en la tesitura de dejarlo pasar (con el consiguiente riesgo de que vuelva a sonar, o que sean varios los que suenen) o de aplicar el reglamento: retirar el móvil.

Y yo me pregunto: si todos somos adultos, si conocemos las reglas, ¿por qué hemos de llegar a esto? Trasladándolo al tráfico, imaginémonos las consecuencias bastante más trágicas que la interrupción de una clase y la dispersión en la atención que mantenían el resto de los alumnos. Una alteración en las normas de tráfico puede llevar a la silla de ruedas o a la muerte.

Los niños tienden a explorar la realidad, llevar la contraria y transgredir los mandatos, lo que les ayuda a la autoafirmación. Pero los que nos llamamos adultos porque tenemos bastantes más años y experiencia vivida, al no seguir las normas, ¿qué hacemos? ¿Quizá buscar la libertad de “lo que me da la gana”? ¿O más bien es que no hemos superado la edad infantil y nos quedamos en los 11 años? Cada uno debe buscar su respuesta.

Quizás hay normas absurdas y arbitrarias, pero las que se imponen para coordinar a la colectividad y ayudar a que funcionen las cosas de manera organizada y sin perjudicar a nadie (o lo menos posible) deben ser asumidas y respetadas, porque lo contrario altera la realidad, ¡y a veces de qué modo!

No estamos solos. No podemos vivir con libre albedrío; lo que hacemos u omitimos repercute en los otros y por ende en nosotros mismos. Si intentamos transmitir esto a los niños, siempre desde el ejemplo, estaremos ayudándoles a crecer y madurar como personas que podrán convivir en paz y aportar cosas positivas al resto, que es para lo que en última instancia estamos en este mundo.

Mi último apunte, que recojo de un diario titulado La responsabilidad de los padres, según la Universidad de Cambridge (y todas las personas con algo de sentido común), dice: “hay padres demasiados permisivos que no saben decir ‘no’ a sus hijos, mostrándose a su vez beligerantes frente a los docentes. Son incapaces de manejar el comportamiento de sus niños, que pueden llegar a ser altamente conflictivos. Reconocen que consienten todo a sus hijos para evitar conflictos”. Y luego nos extrañamos de la violencia en las aulas y los ataques entre bandas juveniles. Cuando unos padres confiesan que no pueden con sus propios hijos o echan balones fuera responsabilizando a otros, hay un serio problema social.

Los límites nos permiten vivir en armonía; hay que asumirlos e imponerlos con respeto, pero con firmeza, desde el principio.

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‘Lo que más me gusta es crear mundos’

M.M. Solís, vecino de Villaverde Alto, acaba de publicar ‘El regreso de la sombra’, su primera novela

M.M. Solís, vecino de Villaverde Alto, acaba de publicar ‘El regreso de la sombra’, su primera novela

M.M. Solís, 28 años de edad y vecino de Villaverde Alto, acaba de publicar El regreso de la sombra, su primera novela y también primer título de la saga de fantasía Los marcados. En abril quedamos con él en un bar del barrio, El Mercado Gastrobar, y tuvimos una conversación de lo más agradable delante de unos cafés, pues sabido es que literatura y café maridan a la perfección.

¿Qué va a encontrar el lector en El regreso de la sombra?

Va a encontrar la historia de una chica de 17 años que se encuentra hastiada de la vida, y por acción del destino ésta va a cambiar completamente. Esa vida que tanto le aburría, deseaba tanto salir de ella y tenía su vista puesta en el futuro, de repente va a dar un giro y va a descubrir un mundo completamente diferente, que le va a hacer sacar un lado —o varios— de ella que no conocía, lo que le va a permitir descubrir cómo funciona la vida en realidad, ya que realmente con 17 años aún no sabes bien cómo va la cosa.

¿Cómo empezaste a escribir?

Yo siempre he escrito, desde muy pequeñito… Creo que mi primer recuerdo de ello era ir en el coche con mi madre, a lo mejor con seis o siete años: iba con dos hojitas que había escrito y se lo iba leyendo a mi madre, y me acuerdo que ella me dijo: “está bien, pero pones mucho ‘pero’” [risas]. Luego recuerdo que, cuando me iba de vacaciones, tenía mi cuadernito e iba escribiendo historias de zombis, de piratas… Me nutría mucho de lo que leía.

‘El regreso de la sombra’, su primera novela

¿Y esta novela?

Con 15 o 16 años me empezó a venir una historia y la empecé a escribir… Bueno, el germen de la historia, que luego cambió muchísimo… Se la enseñé a unos compis de clase y me fueron diciendo su opinión, pero bueno, lo dejé ahí: como siempre me había gustado escribir y era una historia más, tampoco le di mucha importancia y la dejé por la siguiente. Ésa se quedó guardada en un cajón, y hace cinco o seis años la recuperé y se la mostré a algunas personas, que me sugirieron: “oye, ¿y por qué no la continúas?”, porque no estaba ni terminada. Entonces la completé, fueron a lo mejor dos o tres meses de ponerme con ella full time, y cuando estuvo la leyeron y dijeron: “ostras, pues está muy bien”. La cosa se quedó ahí, pero luego se la enseñé a un amigo muy emprendedor, la leyó y lo tuvo claro: “Esto hay que publicarlo. Vamos a buscar los medios, vamos a ver cómo se puede hacer: si tenemos que contactar con una editorial, lo hacemos autopublicado o lo que sea, pero lo hacemos”. Y al principio yo no estaba muy convencido, pero todos insistieron y así fue como salió.

Oye, ¿y por qué fantasía?

Es un género que me ha gustado siempre. A mí lo que más me gusta es crear mundos: planteas un mundo que puedes crear como quieras, con las bases que quieras… Que quieres que sea mágico, pues puedes establecer el sistema mágico como tú quieras; que quieres que sea distópico y que tenga tales elementos, pues hasta donde quieras llegar: puedes tirar del hilo como tú quieras. Sí que es cierto que cuanto más complejo quieras hacerlo, más tienes que trabajar en el mundo… pero es eso, esa libertad que te da, el aliciente más grande que encuentro para escribir.

Claro, pero según vas inventando y el mundo se va complicando, tienes que prestar mucha atención a los detalles para que todo cuadre sin incongruencias… ¿Es complicado?

Es muy complicado, y de hecho no creas que se empieza a enrevesar muy a la larga… Quiero decir: al poco de que empiezas a construirlo ya te van surgiendo situaciones en las que dices: “Hummm, con esto tengo que tener cuidado”… En el ejemplo concreto de este libro, para el momento del relato en el que ella llega a ese mundo, antes ha pasado toda una historia previa que yo he tenido que pensar, en plan “hace tanto que pasó esto, que desencadenó esta guerra, que tuvo como consecuencia tal cosa”… Claro, tienes que pensarlo todo y tienes que tener siempre el eje temporal delante. Y pese a ello, luego, cuando vas por el segundo capítulo o el segundo libro, de repente quieres que haya pasado algo y dices: “¿Y ahora cómo lo encajo? ¿Qué tiene que haber pasado para que pueda ser lo que quiero?”… Y claro, se va complicando la cosa muy rápido…

¿Tienes planeada ya la saga?

Sí, van a ser seis libros, y la historia se irá agrupando de dos en dos: los dos primeros van a congregar un arco, los dos siguientes otro y los dos últimos otro, pero van a componer una historia conjunta, con los mismos personajes. Porque aparte de crear el mundo, la segunda razón por la que me puse con esto fue poder desarrollar los personajes. Sobre todo Mara, la protagonista: una niña de 17 años que ha sufrido bullying gran parte de su vida, cuyas miras están puestas en el futuro, que no ha hecho prácticamente nada, ha sido como la hija de papá y de mamá y no ha salido… Quería que fuera un papel completamente en blanco para que de ahí en adelante pudiéramos ver cómo evoluciona y luego comparar esa niña adolescente con la mujer que va a ser dentro de cinco libros. Que pudiéramos decir: “ostras, cómo ha cambiado”. Ella y todos los personajes, pero concretamente ella. Ésa es una de las cosas que quiero lograr.

¿Cuándo has lanzado esta novela?

La sacamos en diciembre: estamos ahora mismo en plena promoción, y va bien. Bueno, va lentita, porque lo hacemos con nuestros medios y no tenemos la capacidad de una gran editorial, pero sí que es cierto que poco a poco nos vamos planteando pequeñas metas. No nos planteamos llegar de golpe a 80.000 personas y que la compren, vamos más pasito a pasito: intentar ir consiguiendo seguidores, que vean la publicación, que nos hagan clic… Y lo recompensante es que va funcionando: va vendiendo poco a poco.

M.M. Solís, vecino de Villaverde Alto, acaba de publicar ‘El regreso de la sombra’, su primera novela

¿Qué le recomendarías a algún lector que pueda estar en un caso parecido al tuyo hace unos años, que tenga una historia y quiera sacarla? ¿Qué es importante?

Pues que trabaje eso que quiere hacer, ese objetivo que quiere cumplir. Es muy gratificante ver cómo eso que tanto te ha gustado y tanto has trabajado por ello se va haciendo realidad, va tomando forma, y cómo compruebas que va ocurriendo, que se va creando un libro. Parece una tontería, pero vas viendo cómo van saliendo los capítulos y es muy ilusionante, y una vez que toma forma te das cuenta de que ha merecido la pena. Luego el futuro es muy incierto, pero que no se quite esa ilusión. Que tu objetivo sea dar a luz y disfrutar el proceso: tenerlo completo en tus manos y haberlo disfrutado. Y una vez publicado, que pase lo que pase.

¿Cómo es tu relación con el barrio?

A mí me encanta. Yo he vivido aquí, en Villaverde Alto, toda la vida. Sí que es verdad que de pequeño estaba más en la zona de San Andrés con mis abuelos, pero me iba con mis amigos y me pateaba todo el barrio. Me gusta mucho, mucho, mi barrio; por mí me quedaría aquí, porque lo conozco bien. No me veo viviendo en una zona más céntrica, además Villaverde tiene de todo.

¿Algún mensaje para los lectores?

Dadle una oportunidad al libro, leedlo… Y estoy en redes sociales, así que me encantará cualquier feedback que me podáis dar, positivo o negativo: estoy abierto a comentarios.

MÁS INFORMACIÓN
@m.m.solis

El regreso de la sombra, disponible en Kindle y físico

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Repasando la historia de Villaverde

Repasando la historia de Villaverde

El pasado 20 de abril, nuestro colaborador, el historiador Julio Hernández, dio una interesante charla, encuadrada entre las actividades de la Semana del Libro, sobre la historia de Villaverde. Un tema del que, como nuestros lectores bien saben, Julio es un auténtico experto.

Desde hace unos 400.000 años, las terrazas del río Manzanares estuvieron pobladas por el Homo heidelbergensis, el Homo neanderthalensis y el Homo sapiens, dedicados a la explotación del medio, la caza, la pesca y la recolección de frutos silvestres. La margen derecha del río, a su paso por Villaverde, ha sido una de las zonas de Madrid más ricas en yacimientos paleolíticos. En su disertación, el conferenciante dio un repaso por la historia más significativa de nuestro distrito desde aquella prehistoria.

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