Caso real:
“El verano se está despidiendo y me he dado cuenta tarde de que, en lo que a la alimentación se refiere, no me he cuidado como debía… ¡La báscula marca 3 kg más! No importa: me sé la teoría, así que solo tengo que ponerla en práctica. Lo primero que haré será comer menos y no tomar fruta pasadas las siete de la tarde”
Es una pregunta muy común el “¿puedo tomar fruta en la cena?”, cuando es una de las primeras restricciones erróneas que se hacen.
Mi respuesta es un sí rotundo. Una pieza de fruta, y digo solo una, como postre en la cena:
- Es un alimento ligero, puede aportar tan solo 45 kcal/100g.
- Su sabor dulce consigue calmar los paladares más golosos.
- No es tan importante qué tomamos como todo lo que estamos dejando de tomar por acabar la cena con una fruta (hablamos de lácteos azucarados, bollería casera, galletas industriales, un vaso de leche con cereales que de ligero no tiene nada…).
Éstos son solo tres beneficios, pero la lista puede ser más larga.
Si necesitas volver a poner orden a tu alimentación visita a un nutricionista. Pero si realmente conoces la teoría, asegúrate de que sea correcta y que su aplicación práctica solo te traiga beneficios.
Sarai Alonso Segura. Nutricionista