¿Comes fuera de casa de forma habitual? ¿No sabes qué elegir y cómo hacer tus comidas más saludables? Huye de las dietas estrictas y disfruta de una buena comida fuera de casa siguiendo mis consejos y sin preocuparte por tu peso.
Recientemente ha saltado la noticia del Ministerio de Consumo sobre no ofrecer bebidas alcohólicas en los menús y fomentar así el consumo de agua. Es importante dar valor a cómo evitar que la comida en el restaurante sea una situación descontrolada. Para ello debes cuidar los horarios y asegurarte de que la merienda de media mañana sacia el hambre que después se convertirá en voraz, incluso emocional.
Vive el momento de la comida en un restaurante como un acto consciente, en el que tomar decisiones y estar conectado con el presente te permitirá elegir desde la razón y no desde el impulso o el ansia. Hazte dos preguntas: antes de comer, “¿qué intensidad de hambre siento?”; y después, “¿cómo me siento de saciada?”.
Seguramente en más de una ocasión te has sentido demasiado llena y pesada al terminar, influyendo en el desempeño de tu trabajo de esa tarde. ¿Cómo evitarlo?:
— Bebida: acompañar la comida de una bebida azucarada (mal llamada “refresco”) o alcohólica va a suponer un aporte de espacio extra y el cuerpo lo acusará. Elige agua como bebida habitual.
— Salsas: suelen tener como base ingredientes grasos. Pide que las pongan en un lado y así tú decides cuánto y cómo tomarla.
— Acompañamientos: las patatas fritas son un recurso fácil, pero no debemos olvidar que no aporta nada de frescura y ligereza al plato. Siempre suele haber otra opción disponible como verduras a la plancha, ensalada, tomate picado…
— Postres: qué alegría nos da cuando oímos la frase “son todos caseros” refiriéndose al flan, arroz con leche, natillas… No son sinónimos de saludable. Elige alguna opción con yogur natural o frutas.
— Cantidad de comida: culturalmente estamos acostumbrados a ver platos llenos y tomar todo lo que tenga. Para un instante y observa, porque es muy probable que sea más cantidad de lo que sueles tomar en casa. Al estar hablando o comiendo con distracciones quizás no lo percibas. Mi consejo es pedir medio menú o llevar a casa lo que te parezca de más.
— Un alimento de los que dan mucho miedo cuando hablamos de dietas: el pan. Es un complemento perfecto a tu comida. Eso sí, empezar a comerlo antes del primer plato, en los tiempos de espera, puede hacer que el hambre te controle y decida por ti.
Sarai Alonso. Nutricionista – Dietista
www.saraialonso.com