DR. ÁNGEL LUIS LAGUNA CARRERO
La artrosis y la artritis son enfermedades reumáticas que afectan a las articulaciones de nuestro cuerpo. Generalmente las más afectadas están en las extremidades (rodillas, caderas, pies, manos), porque están en continuo movimiento y utilización al hacer nuestras actividades diarias. Suelen ocurrir con más frecuencia en mujeres, y ambas enfermedades provocan dolor articular.
La artrosis se basa en un proceso degenerativo crónico, que se desarrolla a lo largo del tiempo y de los años, en el que las articulaciones sufren porque ocurre un desgaste del cartílago que recubre el hueso donde hace contacto directo entre los huesos. Con el paso del tiempo, el cartílago tiende a deteriorarse, lo cual hace aumentar el roce entre cavidades dentro de la articulación, provocando dolor y pérdida de flexibilidad en las articulaciones. Es más común que aparezca la artrosis a partir de los 60 años, también es habitual que aparezca con algunos factores asociados relacionados con un sobreesfuerzo de la articulación, o de algunos trabajos con movimientos repetitivos; también se pueden ver signos de degeneración ósea en una radiografía. El dolor suele empeorar al mover la articulación, y mejora con el reposo. La artrosis no tiene un tratamiento curativo, así que se suelen aconsejar medidas para reducir el dolor y evitar el sobrepeso, realizar ejercicio físico de baja actividad como caminar, y tomar analgésicos como el paracetamol.
La artritis es otra variedad de dolor en articulaciones que se caracteriza por una inflamación que afecta al interior de la cavidad articular y el líquido articular, que puede ser secundaria a una enfermedad como la artritis reumatoide, la gota; o también puede ser debido de modo agudo por infecciones que ocurren puntualmente. En otras ocasiones, tras un golpe o traumatismo sobre una articulación, se puede inflamar aumentando de tamaño la misma, con hinchazón, y se puede producir derrame articular que ocasiona dolor. En ocasiones, cuando el derrame es muy grande, está indicado pincharlo para drenar el contenido, pero no siempre. La localización de la artritis puede depender de la causa originante. Por ejemplo, en la artritis reumatoide se manifiesta más bien por inflamación en muñecas y dedos de las manos, y en la gota por inflamación en los pies y tobillos. En la artritis el dolor es constante, tanto en movimiento como en reposo. También en algunos tipos de artritis pueden aparecer otros síntomas como fiebre, pérdidas de peso o cansancio. Cuando ocurre la inflamación de varias articulaciones por todo el cuerpo, habría que consultar con un médico para determinar las posibilidades y hacer un estudio más completo, porque en algunos casos puede enfocarse un tratamiento dirigido cuando se llega a un diagnóstico de enfermedad causante de artritis.
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