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Las infecciones de garganta

En los cambios de temporada son frecuentes los procesos que cursan con irritación, inflamación e infección de la garganta. Suelen presentarse por enrojecimiento faríngeo y dolor al tragar. En otras ocasiones, además aparece fiebre, cansancio, dolor de cabeza y malestar general. El dolor de garganta comienza en las amígdalas (anginas), son unas agrupaciones de tejido que sirven como primera barrera frente a los gérmenes que entran a través de la vía aérea; y su inflamación está provocada por una respuesta inmune que se inicia frente a los microorganismos, cuando las amígdalas comienzan a producir anticuerpos como reacción fisiológica frente a los gérmenes. En ocasiones, se pueden llegar a inflamar los ganglios cervicales (en el cuello) como parte de la respuesta.

La faringitis (inflamación de la garganta) se puede contagiar a través de gotitas de saliva que se expulsan al hablar, estornudar y toser. Su dispersión, por vía aérea principalmente, es más facilitada en invierno cuando pasamos más tiempo en sitios cerrados. Hay otros factores, como el tabaco y la alergia primaveral, que favorecen la irritación faríngea.

Cuando se inicia un dolor de garganta, los analgésicos comunes (paracetamol e ibuprofeno) pueden servir para aliviar los síntomas, siempre que no estén contraindicados por alergias medicamentosas o por otras patologías. Beber líquidos templados, comer sopa o purés puede facilitar las comidas. Es aconsejable evitar las bebidas muy frías, que pueden causar más irritación.

La mayor parte de las faringitis agudas están causadas por virus (hasta el 80% de los casos), que provocan resfriados comunes o catarros. Por este motivo no precisan de tratamiento antibiótico en una buena parte de las ocasiones. Puede acompañarse de fiebre, exudados faríngeos (puntos de pus blanquecino en las amígdalas), y el dolor de garganta también puede extenderse hasta el oído.

Cuando aparece fiebre alta, o afecta de modo importante a nivel general, se aconseja consultar con el médico para una evaluación más concreta y precisar la necesidad de prescribir un tratamiento. Las manifestaciones clínicas y la forma de presentación más o menos súbita del cuadro son los motivos que guían al médico para orientar acerca del mecanismo causante, y la sospecha de sobreinfección bacteriana inclina a iniciar el tratamiento antibiótico cuando es necesario. Las infecciones por faringoamigdalitis aguda pueden extenderse algunas veces y formar un absceso periamigdalino, siendo necesario drenar el contenido.

Dr. Ángel Luis Laguna Carrero – Especialidad Medicina Familiar y Comunitaria, Máster Medicina de Urgencias y Emergencias, Experto Universitario en Nutrición y Dietética

La dosis benéfica de la risa

El año de la COVID-19 está a punto de terminar. Pero esta cuenta atrás no hará desaparecer sus efectos, que seguiremos experimentando por un tiempo indeterminado. Ya sea extrañando a las personas que hemos perdido, las secuelas de una enfermedad que apenas empezamos a conocer o por un confinamiento que nos ha impedido desarrollar todo nuestro potencial.

Hay quien por eso considera que es menos importante lidiar con sueños rotos. Esos remiendos del alma de los que nadie habla, aunque a menudo son muy dolorosos. Así como les pasará a muchos emprendedores del turismo, la hostelería, con sus casitas rurales en pueblos perdidos de Asturias, o mujeres con trabajos precarios que no han logrado mantener, o padres de familia que se han visto obligados a hacer cola por primera vez para recoger comida del Banco de Alimentos.

Podrán decir que no hay vacuna posible para las consecuencias devastadoras que trae la pandemia. Pero hay una dosis benéfica para el alma que nos libera por momentos de sus ataduras. Cuando la necesidad agudiza el ingenio, no hay fénix más emblemático por su capacidad de resistencia y sátira como el ser humano.

Apuesto a que te acuerdas de algún vídeo especialmente ingenioso que te llegó al WhatsApp para que te rieras de ti mismo durante lo peor del confinamiento, o sigues a Martita de Graná en Instagram o tu cuñado te ha contado el chiste ese de “Los políticos deben ser los primeros en ponerse la vacuna…”.

La sátira es un acto terapéutico universal. Y si hay algo en lo que los sirios somos expertos es en el humor negro. En este año lleno de adversidades no puedo más que recordar al que considero el maestro indiscutible en esta disciplina: Raed Fares. Para que os hagáis una idea, algo así como nuestro Gran Wyoming pero en versión siria. Probablemente esta comparación es absurda, porque las circunstancias que rodearon a Raed no guardan ningún tipo de relación con el presentador humorista.

Porque en un contexto tan dramático como el que ha asolado Siria en los últimos diez años, la sátira se volvió el único instrumento accesible de los ciudadanos para dignificar su propia suerte y condenar la pasividad del mundo. No hubo país, grupo armado u organismo internacional que escapara a la burla del ingenioso Fares que, desde Irbid, nos hacía llegar cada viernes su creatividad a través de los carteles de Kafranbel, fotografiados y distribuidos por la red.

“Oferta especial Black Friday: quien quiera que seas y estés donde estés, trae a tu enemigo a luchar en Siria gratis (tierra y aire gratuitos). Oferta de tiempo limitado”, o “Si lo que importa es que Asad no use armas químicas, permitídselo, porque es mucho mejor morir con ellas que con los misiles Scud”, o “El pueblo sirio deserta del mundo por haberlo abandonado a su suerte”.

Millones de personas nos hermanamos en todo el mundo esperando sus ocurrencias porque nos hacían creer que otra Siria era posible. Desgraciadamente, Raed acabó siendo asesinado en 2018, probablemente por extremistas vinculados al grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham.

Pero su legado sigue muy vivo, ése que nos recuerda que todo estado existencial es transitorio y que incluso en los peores momentos contamos con herramientas redentoras. Porque la risa es, a veces, el único corte de mangas que podemos hacer a nuestras desgracias.

LAILA MUHARRAM

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Hagamos un buen final

Vaya año, ¿verdad? Ha sido un “annus horribilis”, sin embargo ya le ponemos el broche final. De hecho, muchas personas piensan que ésta es la solución a todos los males, decirle adiós e intentar cerrar con un carpetazo; sin embargo, ni eso nos ayudaría realmente a liberarnos de toda la negatividad y estrés que llevamos encima, ni a sacar un aprendizaje de ello, y por supuesto no nos va a librar de la situación que sabemos nos va a seguir acompañando un tiempo más.

Te propongo que hagamos un buen y justo final a este año 2020 y nos despidamos de su cara más amarga, la ansiedad y el miedo, para poder vivir libres en el 2021. Para ello vamos a hacerle una carta de despedida. Te muestro un ejemplo:

“Querida ansiedad:

Ésta es una carta de despedida. Sé que a lo largo de este año me has hecho mucha compañía e incluso me has hecho creer que eras mi mejor amiga para protegerme, crecer y ser mejor persona, pero me he dado cuenta de que ya no tienes nada que aportarme. Al contrario, ahora veo cómo me has mermado, me has estado chupando la sangre, robándome mucha energía, haciendo que dedicara muchísimas horas a ti y a tus rollos.

Estoy harta. Quiero volver a disfrutar de mi vida, tener ilusión.

Quiero poder levantarme por la mañana sin agobiarme por lo que pase o no ese día, disfrutar de las cosas que hago, poder pasármelo bien, concentrarme en lo que me hace bien. Pero sobre todo, quiero volver a ser yo misma. Por eso, te digo: hasta nunca, ansiedad”.

Tómate tu tiempo, redáctala a tu modo y volcando en ella toda esa rabia que llevas acumulada, y una vez terminada destrúyela para liberarte por completo.

¡A por un gran 2021!

Beatriz Troyano Díaz – Directora de la Escuela Europea de Habilidades Sociales & Remodelatuvida, Socióloga Coach Personal y Profesional.

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‘John Ford no vivió en Villaverde’

La película, rodada en nuestro distrito, podrá verse en dos pases en el Centro Cultural Santa Petronila, los días 11 y 12 de diciembre.

Tras tres años de diferentes actividades con el grupo de Teatro Bambalina Viba —tres montajes teatrales y tres cortometrajes— había llegado el momento de dar el salto y de realizar una película. La temática no podía ser otra que lo que sucede en Villaverde. Teníamos que seguir la vida de un modo real —o no—, sin alarmas, sin dulcificar gratuitamente, sin atemorizar, simplemente filmando la cotidianidad desde la ficción. ¿Cómo son las personas que conforman una asociación vecinal? La solución fue conformar una aventura coral en la que no hubiese un solo protagonista y un antagonista, porque en la vida son muchos los protagonistas y antagonistas que nos acompañan en las rutinas. Nuestra película no ha tratado de deformar un imaginario ni jugar a ser un falso documental. Es una historia, una ficción con elementos reconocibles, un ejercicio con actores —integrados por la gente del barrio— y con técnicos. A todo ello hay que sumarle que la trama se desarrolla en unos días de una Navidad, y que si se atiende a la actualidad, le suma un elemento nostálgico: antes éramos así. En nuestro filme no hay mascarillas, y las personas se abrazan y besan sin terror.

El romanticismo que puede acompañar a un rodaje se vio herido por la COVID, pero la epidemia no nos impidió terminar, y de ese modo conformamos todas las partes de este puzle que fue la película. Historias de personas en un barrio: aman, sufren, mienten, ríen, se entregan y viven en su día a día buscándose y anhelando encontrar aquello que fueron o que quieren llegar a ser. Vidas cruzadas que se saludan y que procuran responder a cuestiones que les plantean más preguntas, pero siempre hay que seguir.

John Ford no vivió en Villaverde es una película en blanco y negro, un viaje por el tiempo con personas que tratan de ser personas y no entelequias andantes. El resultado es una travesía, con villancicos, eso sí.

La película podrá verse en dos pases, los días 11 y 12 de diciembre, en el Centro Cultural Santa Petronila a las 19:00 h.

IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ

MAGNETITA EMOCIONAL

(Si él me viera ahora)

Por la tarde, sentados en la mesita de la estación, frente a los AVE, lejos del ventanal, quizá para no dejarme ver bien tu cara blanca, con los restos de bocadillos desmoronados sobre la bandeja, tu café y mi cerveza vacíos y mi cartera por los suelos para estar en equilibrio con tu caos natural, nos hicimos Rohmerianos[1], viajeros fugaces del intercambiador de sentimientos. Pude ver volcanes pequeñitos alrededor de tus mejillas enrojecidas y en tus ojos de lava ardiente un brillo cegador al entregarme tu última carta. Te miré para ver el amor tierno e impetuoso que guardaste hace mucho tiempo con una llave antigua en el cofre rojo que palpita dentro de ti. En ese instante, en la hora detenida, sentí un leve sobresalto, una gota de deseo, un estallido de calor en mis manos vivas.

Por la noche volví a sentir esa leve inquietud, un extraño desasosiego. A las doce de la noche, vuelta en la cama y vuelta a pensar. A la una, vuelta en la cama y vuelta a pensar de nuevo. Dos ojos inmensos fraguando en la oscuridad como si fueran un agujero negro y un nombre que bailaba sobre mi mesa de trabajo y se fue desvaneciendo hasta perderse para siempre en la memoria del sueño.

Por la mañana te pienso. Te imagino al levantarte resguardando en la cama el olor natural de tu cuerpo.

— Si él me viera ahora… —dirás frente al espejo con tus veintisiete años, mientras te peinas a la luz de una vela con costras amarillas por falta de pago de la luz eléctrica.

Sola desde los dieciséis, tus padres hicieron separación de bienes materiales, espirituales y de todo lo que les unía en la tierra. A ti y a tu hermana pequeña, azafata de vuelo, os dejaron fuera.

— Si él me viera ahora…

Te maquillas como si fueras a tu primera cita, la última apuesta de un amor imposible. Lo haces por entregas. Te alisas el pelo con fuerza, quisieras escurrir de tu cabeza al lavabo la parte mala de tu inteligencia. Alma de nube disimulada. A las cinco de la mañana, tu cara de arena se mueve entre las sombras, tus ojos verdes vacían el cielo de estrellas y todo se vuelve amarillo por la maldita vela.

— Falta de pago, sí, ya, si ellos supieran…

Crees que el agua pensativa de la ducha purificará tus nervios, que disminuirá tu ansiedad. Te duchas y vuelves a ducharte otra vez. Besos de agua limpia que más bien parecen quejas del corazón. No queda, o quizá nunca hubo, agua caliente. Tu ducha y el aroma de jazmín, esa fragancia tan peculiar que aturde el aire de tu casa y que jamás falta de tu diminuto cuarto, son para ti lo mejor de la espalda de este mundo.

— Los hombres,me conformo con uno que sea tan bueno como un prado dormido —murmuras entre lágrimas de nieve blanca que derramas sobre el suelo oscuro.

Andas y desandas la casa, semidesnuda todavía, descalza, todo aún por colocar, desde su nombre en tus labios, hasta tu diario íntimo abierto por cualquier página .Las prendas de ropa diseminadas por los pocos muebles salvados del desahucio de la otra casa, rompen la armonía con sus posturas esperpénticas y su chirriar confuso. Sin el abrigo de tu carne parecen ciudades muertas. La compra del día anterior dormita dentro de sus bolsas en la misma posición en que la dejó tu madre al marcharse. La fruta sobre tu mesa de dibujo parece preparada para una partida de billar. Los yogures se cuecen en un brazo del sofá. Abres tu libreta de memoria con un golpecito en la sien. Tocas madera.

— A las tres de la tarde, salida de la fábrica. A las tres y media, quedar con Isabel. Cuatro menos diez, clase de auxiliar de enfermería. Y después, tomar unas cervezas con los compañeros. Llamar a mi hermana. Hablar con mi madre para que me llene la casa de comida, sobre todo fruta fresca. Volver a hablar con mi madre seriamente, a ver si puede hacerme algún recado más, con esa ternura suya, la misma con la que amamos los cielos, y acudir a alguna de mis citas de papeleo, sin que se mezcle la pureza de los sentimientos encontrados. ¡Que me ayude, yo no me puedo doblar! Ya me estoy dejando los pelos como escarpias, la mirada se me atraviesa porque ya se me hace tarde y tengo diez minutos a buen paso hasta el tren de Ciempozuelos. Siempre estoy igual, durante quince días como convulsamente bien, después necesito a mi madre detrás para no pasar hambre. Desvarío. ¡Qué bonitos son los páramos que no puedo ver! Oler el heno fresco de Cantabria, visitar los Picos de Europa, el Naranjo de Bulnes, el sur de Francia, la Sierra de Gata… Alargar la mano extendida lentamente con el deseo de acariciar el viento que sopla dócilmente en mis oídos, al otro lado de la ventanilla del tren, murmurando un silbido bello, los dedos estirados elevándose contra el cielo oscuro, crujiendo suavemente con desasosiego, solos, camino de Madrid, de la fábrica, de los océanos de cemento.

Si él te viera ahora… Tus  ojos coralinos, asustadizos, cuando imaginas ver en el cristal del vagón el reflejo de tu supuesto enamorado que te sigue, que te come con sus ojos sitiados de ansia interrumpida.

Bajas del tren, sobrevuelas, más que recorres, el andén, jadeas en las escaleras mecánicas, vuelves la cabeza al empujar los torniquetes como si de verdad alguien te siguiera, desconfías y confías ciegamente en que así sea, pero nada, ni rastro del amante fingido. Todas las caras que miras te queman pensando en él. Una muchedumbre mansa pasa, tú te escoras para evitarlos, te empujan, inevitablemente rozan tu cuerpo virgen de amor, de todo amor, trastornado de lástima y de fe. Te paras, tiendes a oprimir las manos mientras respiras el mismo aire amortajado que los demás y buscas ese roce del amor incomprensible, colmado de signos astrales y de cosas, amor tendido que gatea por la tierra y se cuela en tu cabeza por tus ojos inmensos disueltos en los ojos buscados y cubre toda tu piel blanca, universo taciturno lleno de cremas y aceites olorosos.

Si él te viera ahora cabalgar en el autobús acompañada por la raya plateada de la Luna, el puntito titilante de Venus y el punto mayor y más intenso de Júpiter encima de tu cabeza. Escuchas los sonidos huecos de la tierra que yace bajo el asfalto, muy cerca, pero siempre interponiéndose en tus inalcanzables recuerdos tristes.

Si yo te viera ahora contemplar tu cielo mudo y sin nubes, mundo helado de fatal desencanto en el que guardas la costumbre de no llorar. Entras en la fábrica, fichas y subes por las escaleras, camino del vestuario, huracanada, el rostro húmedo y brillante algo crispado, el cuerpo febrilmente destemplado y los inquietos e inquisidores ojos escudriñando en la quietud profunda de la fiebre que tienes en busca de tu color favorito, el de la canela.

— ¿Qué te pasa, estás enferma? —pregunto.

— La fiebre, la garganta —contestas. Y me cuentas cabizbaja lo que te tomaste anoche, algo inocuo, que no sirve para curar el amor—. Los dolores duermen de noche, se dejan en casa, me contestas.

— ¿Tomaste Clamoxil…? —digo yo.

— No quiero—respondes bajito mientras piensas en cogerle la mano, saltar sobre su cuello, besarle, darle un abrazo y decirle: “Déjate de juegos”.

Y te hablas a ti misma con descaro de enferma, se incendian tus pensamientos en penumbra, sacas pecho, contoneas las caderas e imaginas descaradamente que repites lo que dices con palabras nuevas, envueltas en sueños, sofocadas por la fiebre y el calor húmedo que reblandece todos tus huesos bajo los surcos vacíos de tu piel.“Ámame”, voceas en tu fuero interno, “tómame y enséñame de cualquier manera”. Enseguida recuerdas lo que tu abuelo, contigo sentada en sus rodillas, te contaba de tu abuela: “En cuanto ella entraba por la puerta, se me aflojaban las piernas, la sangre se me subía a la cabeza y las paredes empezaban a moverse, pero era yo el que temblaba entero.

Está claro, la fiebre te ha subido sobremanera, los ojos se ciegan cuando sólo se ve con el corazón.

—Bueno, pensándolo mejor, tomaré ese Clamoxil que me ofreces—contestas, ya más despierta.

Yo callo, sonrío, te lo ofrezco y te miro a los ojos, pero en tus ojos hay otro horizonte y en medio del horizonte, una ausencia.

—O mejor no —me dices—. Definitivamente no tomaré nada que lleve paracetamol o antibiótico. Me marea, me hace más vulnerable, más aventurera, no quiero tener unas ojeras tan grandes como calzadores de zapatos.

Con tus ojitos, entregados por la fiebre, ora aceptas ora no aceptas las pastillas, totalmente inofensivas. Ninguna cura el mal de amor ni el hálito oscilante de suaves matices que huele como el aroma de largos viajes, porque el amor es viajar con los ojos cerrados todo el tiempo que puedas.

—Caballo loco —musito yo discretamente, romántico espectador del instante que se va por el desagüe arterial.

Dices no por ese principio moral que respetas tanto como un caballero a su escudo y por ese don de leer en los ojos y escribir en el pensamiento desplomado.

— Si él me viera ahora cruzar lo invisible, dejar de vagabundear con mis sentidos y sentarme a descansar un ratito, insensatamente, en sus ojos crueles…

— Si yo la viera ahora, si leyera todas sus fogosas fantasías que estallan como meteoros fugaces, preludio de desgarros amorosos, que duelen y se agolpan en la cajita de fotogramas imborrables…

No dejes que te recuerde enfadado, pareces decirme en lenguaje gestual cuando te quitas la bata de trabajo al final de la jornada. Aún está resonando el eco del timbre de salida cuando fichas con ese rasgo tan particular de coger la tarjeta con tu nombre en la mano izquierda, como abrazando otro nombre en otra tarjeta y desapareces tiernamente por la puerta de salida. Por la rampa hasta la calle te desvaneces como el sueño del día anterior, que volverá mañana, porque el de hoy ya no existe. El tiempo es lo que existió antes de la existencia del mundo, de nosotros. Es muy posible que ya no te vea a partir de ahora, tres días te quedan para dejar el trabajo. La Geografía del lugar te arraigará en mi memoria.

La tarde duerme entre los setos y los madroños resecos. Los árboles desnudos colorean el cielo de grises. La luz rojiza del atardecer hace rato que se ha ido cerrando la puerta, como tú al marcharte.

Conservas sensibles historias personales en tu mochila, ésa donde guardas las caricias de toda una vida y los pétalos de tu belleza, preludio de tantas explosiones emocionales: Un padre incómodo que gravita en tu conciencia; una madre multiplicada de madreperla auténtica; una única hermana que te adora. Deliciosa cabra loca, eres de magnetita emocional hiperactiva, un torrente de sentimientos ancestrales y atropellados, una erupción amorosa en crecida, un vómito volcánico de palabras que nunca van a atreverse a salir solas de tu boca gélida.

— Si él me viera ahora…

—Caballo loco—musito suavemente, como un boomerang que retorna a su primer y único suspiro.

—Si él me viera ahora dejarle encima de su mesa esta carta como el dulce laurel, la estrella rota de papel que se acuesta en mis ojos febriles, la charla encantada escrita página a página en la sombra de mi boca. ¡Ojalá me viera! 

Felipe Iglesias Serrano 

[1]Eric Rohmer, director de culto del cine francés

‘La voluntad es importantísima, es el motor de todo’

Ismael Martínez Casas, gerente de IMC Motorsport 2019 SLU, empresa dedicada a la formación en mecánica especializada y de competición, con escudería propia… y varias veces campeona.

Ismael Martínez Casas, gerente de IMC Motorsport 2019 SLU, que se dedica a la formación en mecánica especializada y de competición, es un vecino de San Cristóbal de los Ángeles “de toda la vida”. Su padre, Torcuato, trabajador de Barreiros (una de las empresas históricas de Villaverde, luego adquirida por el Grupo Chrysler y después por el Grupo PSA), fue quien les transmitió a él y a su hermano, recientemente jubilado, la pasión por la automoción que ahora parece haber heredado también su hijo de nueve años, pues cada vez que se acerca por allí “se vuelve loco” con la gran “caja de juguetes” que le resulta IMC, llena de herramientas, vehículos, materiales… “Poder trastear con la gasolina, con el aceite, con el hierro, poder transformarlo todo y luego escuchar cómo suena el resultado cuando accionas el contacto… Hay que vivirlo”. La ilusión le brilla en los ojos a Ismael al explicarlo, pues como confiesa, para él “esto es una droga: no puedo quitarme, sé que voy a morir con ello”.

Para que la formación sea lo más real posible, IMC tiene escudería propia de competición, que además ha cosechado éxito tras éxito. Echamos una soleada mañana de noviembre con Ismael en sus instalaciones en el getafeño Polígono Industrial Los Olivos para la entrevista que sigue, unas horas muy agradables, pues resulta un excelente anfitrión: incluso nos invitó a sentarnos en el Seat Panda ganador en su categoría del último Campeonato de España de Rally Clásico, y no tengo palabras para describir la sensación, con el asiento de competición ciñendo bien los riñones y ese rugido poderoso, inesperado en un Pandita, al pisar el acelerador. Como bien dice nuestro entrevistado, “hay que vivirlo”.

Ismael, acabáis de ganar el campeonato de España de Rally Clásico…

Sí, con este Seat Panda del 80, réplica de uno de los primeros coches de rally de Carlos Sainz. Hemos sido campeones de España de Fabricación Nacional y segundos en Pre-81.

No es la primera vez que ganáis… De hecho, lo hacéis bastante, ¿no?

Bueno, llevamos ocho años con este proyecto, formando a ingenieros, a muchachos de FP y también a gente que le interesa el mundo de la mecánica y la competición pero que no tienen estudios especializados… Con los chavales de las ingenierías llevamos seis años corriendo en el campeonato de la Real Federación Española de Vehículos Históricos y hemos estado siempre en los primeros puestos. Con el Panda tenemos cuatro campeonatos, y con los Peugeot 309 otros cuatro. También hemos tenido Peugeot 205, Porsche, Audi S1, Audi Quattro, y siempre hemos estado en cabeza.

El palmarés impresiona… ¿Por qué ganáis tanto?

Bueno, es que ponemos mucha voluntad… La voluntad es importantísima, es el motor de todo. Esto se hace por amor, el amor al sector de la automoción, que me inculcó mi padre. Él empezó con Eduardo Barreiros, que hizo un proyecto brillante, y sobre todo ilusionó a una población: animó a mucha gente a trabajar y a que confiasen en él, y llegó a tener miles de trabajadores. Y luego dio la oportunidad a los hijos de esos trabajadores para que pudieran formarse. Mi hermano y yo entramos a estudiar en sus centros de formación y empezamos el trayecto de competición en la fábrica. En aquella época se corría con los Chrysler 180, luego los Talbot Horizon, Talbot Sunbeam Lotus, Talbot Samba, Peugeot 205, Peugeot 309, y luego el Grupo PSA hizo la concesión del departamento de competición a BMR Racing. Mi hermano se quedó en plantilla con ellos y yo estuve cooperando.

Sois una escudería muy particular: vuestro objetivo no solo es ganar, sino que los chavales aprendan, y en ese sentido intentáis que la experiencia sea lo más parecido a un equipo grande…

Sí, nosotros iniciamos el proyecto desde una base: cogemos una carrocería, empezamos a trabajar en ella e intentamos sacar el máximo rendimiento a todos los elementos que tenemos… En competición contamos con un presupuesto al año de unos 100.000 euros, que es lo que viene a costar un Campeonato de España. ¿Y qué intentamos? Que sea lo más real posible: que los chavales se sientan integrados dentro de un equipo oficial, que vivan como se vive en un campeonato mundial, los mismos sentimientos: quieres que tu proyecto, tu coche, esté en cabeza, que no falle, que la mecánica funcione y que el piloto sea fiable… Te marcas unos objetivos, estudias a tus rivales, ves cómo estás tú y qué puedes mejorar…

Tratamos de llevarlo al extremo, porque la profesionalidad en esto es fundamental: tienes que pensar como se piensa cuando estás compitiendo, centrado en el trabajo que estás desarrollando. No hay tiempo para pensar en la novia, los amigos o la familia: es alta competición, y no puedes dejar una rueda floja. Así que sobre todo ese fin de semana en el que estás compitiendo tienes que estar muy vinculado a lo que se está viviendo, no solamente dentro del coche o en la asistencia, sino en lo que está haciendo el coche dentro de los tramos. Entonces desconectas del mundo, te centras en el espectáculo y tu cabeza empieza a pensar en todo lo que tienes que hacer cuando viene el coche, con los problemas que viene, cómo tardar el menor tiempo posible y que sea una reparación eficaz. Así, en esta formación lo que inculcamos a los chavales es eso, tanto en las prácticas aquí como en la propia competición, y lo que ellos van cogiendo son métodos y tiempos. Tenemos gente que ha terminado trabajando en el Campeonato del Mundo con equipos oficiales como Hyundai, y también otros que están en equipos privados aquí en España.

La de competición es una de vuestras enseñanzas más llamativas, pero tenéis bastante más. Resúmenos qué se puede aprender en este centro.

Si empezamos por la ingeniería, ingeniería mecánica, adquisición de datos, motores, caja, suspensión, frenos, dinámica, compuesto de gomas… Luego tocamos vehículos camper, food trucks y todo lo que sea una restauración en el sector de la automoción… También hacemos cursos de pilotaje, copilotaje, en campo, en asfalto, conducción 4×4… Somos un centro privado en el que se imparte formación privada y formación con convenio, colaboradora con otro centro, ya sea una universidad o un centro de Formación Profesional. Entonces depende mucho del programa: si es un programa nuestro, es un programa abierto, podemos hacer un traje a medida; si es un programa que estamos gestionando con una facultad, es mucho más concreto y definido. Eso depende del cooperador o el partner que tengamos.

Para el próximo año queremos lanzar un proyecto de competición con un ciclo de formación, al que puede venir cualquier chaval independientemente de sus estudios. Estamos hablando con la Universidad Europea para lanzar un título con 180 horas. Y en la rama de 4×4, estamos ahora lanzando otro proyecto nuevo, que es parecido a lo que se conocía como Camel Trophy. Son rallys programados en 4×4, pero nada de devorar o destrozar el medio ambiente, sino cuidarlo. La idea es hablar con los ayuntamientos para repoblar la zona con estas expediciones.

También sois una empresa comprometida con el barrio…

Bueno, dentro de la situación que vivimos intentamos colaborar con las empresas que están con dificultades, y les echamos un cable a nivel mecánico. De ese modo los chavales hacen prácticas y nosotros ayudamos a esa empresa que quizá está pasando una mala situación dándole una solución al problema.

Y cuéntame, ¿en qué estáis ahora y qué cosas pensáis hacer en breve?

Para la temporada que viene queremos hacer el Campeonato de España de Vehículos Históricos en Velocidad para ganar el absoluto. Tenemos un proyecto con un piloto, que es Javier Esquer, y vamos a fabricar un 309 para el próximo año. En este proyecto los chavales irán trabajando en la mecánica, en el acondicionamiento del coche, y queremos que se vea dentro de los primeros puestos. También estamos fabricando una furgoneta, una Mercedes Sprinter 3500 que iba para el desguace, la rescatamos y le estamos dando una segunda vida como vehículo camper para sacarlo el próximo año con nosotros a las asistencias, que nos acompañe como vehículo técnico y logístico. Como ves, se trata de un concepto totalmente distinto al de los coches de rally: en este caso lo que se busca es el confort.

¿Quieres mandar algún mensaje especial a los lectores?

Sí, agradecer mucho al barrio, que me ha dado todo, y también a la población que tenemos, que pese a la mala imagen que nos intentan colgar desde algunos medios, es una población muy buena. Y gracias al señor Torcuato, mi padre, que fue el fundador de todo esto, porque si no es por él nosotros no estaríamos aquí.

ROBERTO BLANCO TOMÁS

Exigen la recuperación de la moratoria de cortes de servicios esenciales

El pasado 6 de noviembre, más de 3.000 organizaciones y movimientos sociales expresaron la importancia del acceso a los servicios básicos de agua, luz y gas exigiendo al Gobierno del Estado la recuperación de la moratoria de cortes en pleno estado de alarma y pandemia mundial. Lo hicieron con la presentación de un manifiesto ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Precisamente esa misma semana se hacían públicos los datos del incremento exponencial de los beneficiarios del bono social. Desde abril de 2018 hasta abril de 2020 se ha pasado de 449.267 hogares acogidos (para las organizaciones firmantes “una cifra ridícula”) a 1.311.662, es decir, un 191% más de beneficiarios. Pero desde abril de 2020, con la nueva vía de acceso al bono social, ha habido más de 200 hogares nuevos al día acogidos a esta medida. Estas cifras no hacen más que poner sobre la mesa el considerable aumento de familias en situación de pobreza energética a raíz de la pandemia.

Durante el mes de octubre las personas y familias que no han podido hacer frente a las facturas mientras estaba en vigor la moratoria empezaron a recibir cartas de aviso de corte por parte de las empresas de suministros básicos. Esta situación ha generado una angustia enorme y un desamparo total en las personas en situación de vulnerabilidad.

Las organizaciones firmantes reclaman al ejecutivo de Pedro Sánchez que, hasta que no se establezca de manera efectiva el principio de precaución en la legislación española en materia de pobreza energética, se prorrogue de forma indefinida la prohibición de cortes en el ámbito doméstico.

En una comparecencia que tenía lugar en la misma movilización ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico han declarado: “No dejar a nadie atrás significa garantizar los suministros a todas las personas y a todas las familias en plena pandemia. No hay vivienda digna sin suministros. Exigimos hechos y derechos, no meras palabras”.

El manifiesto se ha registrado en ese ministerio, pero también en la Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030, el Ministerio de Fomento y el Defensor del Pueblo. Éste no es más que el primer paso para exigir una respuesta contundente por parte del Gobierno para frenar los cortes de agua, luz y gas en el Estado español. Las organizaciones seguirán planeando acciones hasta que se tomen medidas valientes que prioricen los intereses de las personas por encima de los beneficios de estas grandes empresas.

FRAVM

Villaverde en red

Durante este año 2020, y a pesar de todas las dificultades a las que nos enfrentamos hoy en día a causa de la pandemia, el distrito de Villaverde, sus barrios, sus gentes, se han unido un poco más.

Desde la Junta Municipal de Villaverde y el departamento de Servicios Sociales se ha llevado a cabo una propuesta de generar Mesas Comunitarias en todos los barrios del mismo.

Villaverde Alto, Butarque, Los Rosales, Los Ángeles y San Cristóbal ya cuentan con sus propias mesas que están comenzando estos días a dar sus primeros pasos. El objetivo de estas mesas es que sirvan de espacio de coordinación y trabajo en red de los distintos agentes del territorio; ciudadanía organizada, recursos técnicos, administración y ciudadanía a título individual. Una vez conformadas las mismas, éstas determinarán su forma de organización, objetivos más concretos, acciones prioritarias, etc., y continuarán su trabajo de forma autónoma, pudiendo surgir nuevas mesas por territorios específicos o por temáticas.

Ahora más que nunca los barrios tienen que organizarse, escuchando todas las voces para hacer frente a la situación social tan complicada que está dejando tras de sí esta crisis que estamos viviendo.

Servicio de convivencia intercultural en barrios

Pese a la pandemia, el proceso de transformación de la Colonia Experimental sigue su curso

Reuniones y trámites para la aprobación de la Asociación Administrativa de Cooperación han jalonado los últimos meses.

La Comisión Gestora de la Colonia Experimental ha seguido trabajando pese a la demora que supone la situación de la pandemia de COVID. El 6 de octubre se reunieron por vía telemática con el concejal delegado del Área de Gobierno de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes (Cs), reunión que reafirmó el compromiso del concejal con la Colonia. El pasado 11 de noviembre celebraron asimismo reunión con el concejal delegado de Vivienda (Álvaro González, PP), a la que asistieron Miguel Ángel Gª. Castrillo y José Luis López Delgado como asesores de la Comisión Gestora y un miembro de la misma. Acudieron también la directora general de Vivienda del Ayuntamiento, el consejero delegado y el gerente de la EMVS. En esta reunión sentaron las bases para una nueva convocatoria de ayudas municipales.

Ahora mismo están inmersos en los trámites finales para la aprobación de la Asociación Administrativa de Cooperación de la Colonia Experimental de Villaverde, que ha levantado expectación entre las Administraciones implicadas en el proceso de renovación de la Colonia al ser un instrumento que combina una gran seguridad jurídica con amplia versatilidad y capacidad de respuesta para intervenir en la zona en aspectos, incluso, sociales que van más allá del derribo de edificios. Pretenden que sea un ejemplo de gobernanza multinivel en el cual los propios afectados construirán junto a las Administraciones públicas la solución a su problemática.

Pese a que utilizan las redes sociales y grupos de WhatsApp para mantener puntualmente informados a los vecinos, no les ha sido posible celebrar las asambleas previstas para informar presencialmente a los vecinos de la situación general de la Colonia debido a la situación derivada de la COVID. Tanto la asamblea general como la específica para los bloques en que están previstos los primeros derribos estaban programadas para el mes de marzo. A cierre de esta edición nos comunican que el día 27 de noviembre celebrarán, con medidas sanitarias, una asamblea para todos los vecinos del edificio de Monterde/Escandón, en el Centro Cultural Ágata. Contarán con la presencia del arquitecto que actualmente les asesora, José Luis L. Delgado, quien expondrá su proyecto inicial para la nueva edificación. Prevén que las obras del edificio que está previsto derribar comiencen a finales del año 2021.

Conscientes de que los procesos de transformación de barrios llevan su tiempo, lamentan que la situación física de la Colonia persista otro invierno, y esperan la pronta erradicación de este núcleo de infraviviendas.

REDACCIÓN

¿Quieres intervenir en colectivo sobre las brechas digitales de tu barrio?

En Cinesia se está creando un grupo dedicado a esta temática en el que aprender haciendo y compartir lo que ya sabemos. Para participar no hacen falta conocimientos previos, solo inscribirse.

La crisis sanitaria y el confinamiento nos han mostrado la relevancia de lo digital en todos los ámbitos de la vida: aprender, relacionarnos, celebrar, acceder a información relevante o poder realizar trámites. También ha quedado patente que muchas personas en nuestros barrios sufren importantes brechas digitales, bien sea por no tener dispositivos, conocimientos o conectividad.

Queremos crear un grupo dedicado a esta temática en el que aprender haciendo y compartir lo que ya sabemos sobre instalaciones de red e infraestructuras, acciones sobre conocimientos y dispositivos y pensar y planificar acciones para el futuro.

No hacen falta conocimientos previos, pero sí inscribirse: https://cutt.ly/cinesia

Si te apasionan las redes y/o quieres entender y aprender sobre ellas, apúntate a nuestros talleres. Nos ponemos manos a la obra e instalaremos o mejoraremos la conectividad de Cinesia, el Centro de Innovación Vecinal de Villaverde (Calle Godella, 104).

Estamos organizando tres talleres para aprender a crear y mantener diferentes tipos de redes. Ponemos los destornilladores, los materiales y quien nos guiará en la instalación. Tú pones las ganas, los conocimientos (si los tienes, pues no son obligatorios) y tus preguntas.

Con esto, queremos poner remedio desde nuestras manos y posibilidades a una brecha que hemos concretado en dos ámbitos: por un lado el acceso a equipos conectados y por otro los conocimientos para poder desarrollar funciones a distancia, como puedan ser la descarga de deberes, acceso laboral, saber hacer reuniones online, diseño gráfico…

Para ello, vamos a comenzar por crear un colectivo de personas voluntarias, que comenzando desde cero, es decir, la propia instalación, se encuentren y comiencen a ponerse, nunca mejor dicho, manos a la obra, con esto:

Taller 1. Sistema de Cableado Estructurado: 4 horas. Sábado 12 de diciembre (mañana)

¿Cómo se implanta un sistema de cableado estructurado? ¿Cuáles son los componentes de una red de datos? ¿Cómo se conectan cables, canalizaciones, conectores, etiquetas, espacios y demás dispositivos? ¿Cuáles son los puntos débiles de la instalación y cómo cuidarlos?

Taller 2. Electrónica de Red y Puntos de Acceso Wifi: 4 horas. Sábado 12 de diciembre (tarde)

¿Cómo interconectar los diferentes elementos de una red? ¿Cómo se configura un sistema de puntos de acceso Wifi de la red inalámbrica? ¿Qué software puedes utilizar? ¿Cómo haces para que la red sea segura?

Taller 3. Montaje de Aula de Acceso a Internet: 4 horas. Sábado 19 de diciembre

¿Qué instalación eléctrica requiere una sala de ordenadores con acceso a internet? ¿Cómo se configuran los dispositivos para que tengan conexión inalámbrica? ¿Qué sistemas operativos y requerimientos pueden necesitar los ordenadores de una sala pública de acceso a internet que cualquiera puede utilizar?

Si te interesa este grupo de trabajo pero no puedes participar en las fechas de los talleres, escríbenos y te contamos otros planes y posibilidades a cinesiacivyd@gmail.com o dinamizacion.sancristobal@aavvmadrid.org

DINAMIZACIÓN VECINAL SAN CRISTÓBAL Y EXPERIMENTALAV