Ya estamos inmersos en villancicos, luces, comidas de empresa y… ¡cenas familiares! Lo que lleva a que muchas veces nos tengamos que enfrentar a disputas y confiar en que todo pase rápido.
Y es que, a veces, olvidamos que la comunicación hay que trabajarla día a día y entrenar nuestras habilidades sociales para cada situación; así que, para ello, aquí te presento un “kit” de supervivencia.
1º Distribuye las tareas: si eres tú la persona que siempre se ocupa de las celebraciones, comida etc., ahora es el momento de negociar con el resto de familiares para que tú también puedas tener un respiro. Esto no va a surgir de la nada, así que empieza a negociar cuanto antes y distribuye también las tareas dentro de tu misma casa, con tu marido o mujer, hijos, hermanos, etc.
2º Que haya paz generacional: en esta época es cuando suelen reunirse varias generaciones de la misma familia, e incluso pueden tener que convivir bajo el mismo techo. ¿Qué puedes hacer? Hay que concienciar tanto a los más mayores como a los adolescentes de que hay que ser tolerante: todos tienen cosas muy valiosas que aportar, y es importante que todos sientan que tienen su espacio.
3º Diplomacia con la familia política: si tienes la suerte de llevarte fenomenal con tu familia política, ¡enhorabuena! Pero si éste no es el caso, es el momento de activar lo más posible tu capacidad de autocontrol y de relajación. Si su sola presencia ya te saca de quicio, antes de encontrarte con ellos, haz una lista de sus virtudes (las hay). Eso hará que tengas tu cerebro entrenado para encontrase con un entorno mucho más amigable.
¡Felices fiestas!