Concepción Chapa Monteagudo, concejala del Distrito Villaverde, hace balance de su mandato para este periódico
Concejala de nuestro distrito desde junio de 2019, ya habíamos entrevistado a Concepción Chapa Monteagudo en los inicios de su mandato, aunque algo después de lo que habíamos previsto por efecto de la llegada de la pandemia de COVID-19. Huelga decir que aquel acontecimiento trastocó los planes de todos, también los del entonces nuevo equipo al frente de la Junta, que hubo de adaptarse a la situación, como ella nos explica, entre otras muchas cosas, en la presente entrevista que mantenemos en la Junta de Distrito a objeto de hacer balance de estos cuatro años al frente de la misma.
Concha, si tuvieras que resumir este mandato muy brevemente… ¿cómo lo harías?
La verdad es que ha sido apasionante… También complicado, porque no ha sido un mandato al uso: hemos tenido dos acontecimientos que han trastocado y tirado por tierra nuestros primeros planteamientos estratégicos, que han sido por supuesto la pandemia de COVID, con sus distintas fases; y la Filomena, que también tuvo un efecto importante en la gestión del Ayuntamiento de Madrid. Pero dese el punto de vista más personal ha sido muy, muy estimulante, por los dos distritos que he tenido que gestionar. Dos distritos como Villaverde y Villa de Vallecas, con muchísimos retos cada uno de los dos… Así que puedo resumirlo como apasionante y complicado, pero con mucho reto y muy ilusionante.
¿Cómo recuerdas los inicios, cuando llegaste aquí?
Hombre, han pasado ya casi cuatro años y era una persona muy diferente en cuanto al aprendizaje del “mundo del político”, del que desconocía prácticamente todo; era una novata… Pero en el fondo hoy soy la misma, con las mismas ganas de trabajar y la misma ilusión. Si hablamos de percepciones más personales, recuerdo perfectamente lo que sentí al pisar por primera vez la Junta Municipal de Villaverde y la de Villa de Vallecas. En Villaverde sentí que había muchísima expectación, y eso me sorprendió, porque yo soy una persona muy normal que ha venido aquí a trabajar, igual que todos… Y luego, por otro lado, sí que necesité antes de entrar darme una vuelta por la zona, así que en los dos casos estuve como tres cuartos de hora o una hora caminando sola por los alrededores, viendo lo que iba a ser mi entorno de trabajo.
¿Y qué sensación te dio el barrio?
Bueno, yo había trabajado en el Ayuntamiento, en Urbanismo, de manera que los distritos los conocía bien… Pero claro, no es lo mismo conocerlos desde el punto de vista del tratamiento de la información en un visor urbanístico y venir a un tipo de visita de obra que patearlo y conocer los problemas de todo tipo, no solo urbanístico, sino del día a día de las personas. Y la sensación en los dos casos fue la misma: como estar en casa. Recuerdo tomarme un café tanto aquí como en Villa de Vallecas y encontrarme como en casa, no sentirme intrusa absolutamente para nada; los perfiles de las personas con las que estaba tratando podían ser mis vecinos perfectamente…
De todo lo hecho estos años, ¿qué ha sido lo más importante o de lo que te sientes más orgullosa?
Por un lado, de lo que más orgullosa me siento es de haber sabido detectar que el gran potencial de Villaverde estaba en el polígono industrial y había que apostar por él, y el trabajo que se ha hecho ha sido importante porque por primera vez en la historia de Villaverde se aborda desde los puntos de vista desde donde había que atacarlo. Un polígono que es el más grande de Madrid, el mejor localizado, el de mejores comunicaciones… Aquí estaba el reto, la oportunidad, y lo detectamos rápidamente. Y bueno, había que abordarlo desde el punto de vista de la seguridad, desde el de la rehabilitación urbanística, desde el de las obras, de la activación económica, de la activación industrial… y yo creo que se ha conseguido parar la rueda de involución que tenía ese polígono. Con las cámaras de seguridad ha habido un grandísimo cambio: objetivamente ha disminuido la delincuencia allí, y esto es un trabajo que hay que continuar. Muy orgullosa de eso.
Y luego, en el día a día, ha habido muchos proyectos de los que me siento orgullosa porque han sido reivindicaciones de toda la vida y que ha costado trabajo sacar adelante porque llevan consigo la implicación de muchas áreas y no siempre es fácil coordinarlas, como ha sido el caso de la remodelación de la Gran Vía de Villaverde. Y también son muy satisfactorias para mí las pequeñas cosas del día a día que importan a los vecinos: la seguridad, pero también tener su calle limpia y la acera en las mejores condiciones, quitar o poner un bolardo… Ese tipo de cosas que son reclamaciones puntuales y satisface hacerlas porque, aunque tampoco vives del reconocimiento, la alegría que ves en la cara del vecino cuando están hechas también reconforta, y es un trabajo creo que igualmente importante.
¿Y qué ha sido lo más difícil?
Sin duda la gestión de la pandemia el primer mes de confinamiento… Mandarnos a todos a casa a trabajar en unas condiciones desconocidas y en una situación de incertidumbre sanitaria brutal y tener que motivar a los compañeros para trabajar de la misma manera que hacíamos aquí, incluso con más intensidad porque se paralizó toda la Administración, todos los contratos, y teníamos que sacar adelante contratos nuevos para atender a la emergencia en tiempo récord. Eso ha sido lo más complicado sin ninguna duda… Vamos, ha sido una escuela de aprendizaje brutal.
¿Y lo que no has podido hacer?
[Pensativa] Pues quizás tengo la espina, y lo he intentado de distintas maneras, de haber conseguido meter dentro del plan de equipamientos un centro de día de mayores o un centro de mayores. Es complicado, porque todos queremos los equipamientos en nuestros distritos y en nuestros barrios, pero a veces hay deslocalización de las dotaciones porque no hay recursos infinitos… Quizá eso, y luego alguna cuestión más en San Cristóbal, que no ha dependido de mí, sino de la titularidad del suelo, y que es de difícil encaje técnico.
Veamos ahora líneas y acciones clave por temáticas… Por ejemplo en urbanismo…
Bueno, hay que tener en cuenta que en urbanismo la Junta Municipal tiene poco que hacer porque no tiene competencia. Entonces aquí nuestra labor ha sido impulsar al Área de Urbanismo a hacer determinadas cosas. Por ejemplo, era muy necesario rematar ciertas partes del Distrito, y en este sentido ya el Bosque Metropolitano contemplaba Villaverde y todo el desarrollo del sur del mismo, que es una zona descuidada que al final lo que genera son espacios para delinquir, de manera que la apuesta de desarrollar en el polígono la parte sur de Los Llanos y Los Aguados ha sido muy importante. No podemos decir que hayamos sido los únicos impulsores, pero ahí hemos estado trabajando.
Luego, por otro lado, el desarrollo del Anillo Verde de Villaverde, ese cuarto de circunferencia enfrente de la PSA, que era espacio deportivo pero que nadie había pensado qué se podía hacer ahí… En principio las primeras valoraciones fueron de hacer alguna instalación, pero las instalaciones deportivas en general están bastante cubiertas en Villaverde de momento, aunque hay alguna necesidad puntual. Entonces el hecho de incorporarlo también al Bosque Metropolitano y convertirlo en un entorno verde recuperado en el que se pueda hacer deporte también ha sido importante.
Y luego acciones más quirúrgicas como las obras de las plazas de Ágata y Mayor, la plaza de Amadeo Fernández y el remate de la calle del Oro han sido tres actuaciones importantes para Villaverde que se han hecho desde el Área de Urbanismo.
¿Y en cuanto a economía, comercio y empresas?
Pues aquí yo tengo que alabar el grandísimo trabajo que ha hecho mi compañero Miguel Ángel Redondo. Por un lado, la reactivación y la modernización de los mercados, que era muy necesaria, y el Mercado de Villaverde se ha visto muy beneficiado de todas esas ayudas: tenemos otro mercado, un mercado que se conoce. Por otro lado, la ayuda al pequeño comercio, que fue todavía más necesaria y muy visible después de la pandemia: ellos habían sacado adelante y habían surtido a los vecinos de sus necesidades del día a día, así que les puso encima del mapa y con la página web y el proyecto Todo Está en Madrid se les ha dado una difusión y se ha trabajado por ellos. Las ayudas a las pymes y al emprendimiento también han sido muy importantes, así como la reactivación industrial en Villaverde, de manera que sí se ha hecho un esfuerzo.
Otro terreno importante en el Distrito es el social…
En este terreno tenemos bastante que decir, porque las ayudas dependen directamente de la valoración y el trabajo que se hace desde la Junta Municipal por parte de los técnicos de Servicios Sociales. Trabajo intensísimo e inversión, hasta el punto de que cuatro de cada diez euros del presupuesto del distrito de Villaverde van para Servicios Sociales, o sea que imagínate el número de personas y familias que se atienden. La pandemia ha influido mucho, porque mucha gente perdió su trabajo de la noche a la mañana, y así se repuntó la demanda de una manera bastante importante. Es verdad que hemos vuelto a recuperar los números anteriores, pero ha sido un descenso bastante lento. Muchísimo trabajo, muchísima inversión y muchos problemas que han surgido después… El tema por ejemplo de las bandas juveniles se ha atendido desde diferentes perspectivas en las que nosotros teníamos competencia: desde el punto de vista de la seguridad, con una buena coordinación con la Policía Nacional, con la Policía Municipal… con Deportes, intentando activar el ocio deportivo para jóvenes por la noche y demás…. De la misma manera que ha ocurrido con las familias que estaban sufriendo todo el tema de los narcopisos o con toda la lucha sostenida contra los narcoasentamientos en el polígono, en la que asimismo había que atender a esas personas a través del SAMUR Social y darles oportunidades sociales y alternativas habitacionales, que unos demandaban y otros no, pero había que decirles: “Aquí estamos para ayudaros. Aquí no se puede estar y éste es el abanico de posibilidades que os damos”. El trabajo no ha parado, y ya digo: casi la mitad de nuestro presupuesto va para ello.
Otro campo que nos interesa mucho: la cultura…
Cuando empezamos a trabajar aquí, observamos que una de las debilidades del Distrito era que no había una oferta cultural amplia. Se invertía dinero, pero se estaba trabajando con una dinámica antigua y poco actualizada. Intentamos darle una vuelta, porque si en Villaverde hay inversión en cultura, ¿por qué no puede haber la misma oferta cultural que en el centro de Madrid? Eso es lo que hemos intentado de alguna manera haciendo vínculos de coordinación con Madrid Destino, con 21Distritos, con Veranos de la Villa, trayendo aquí proyectos interesantes y potenciando los que eran identitariamente nuestros, por ejemplo el Indyspensable, que este año ha sido un éxito, y luego también ayudando a las asociaciones en esa promoción de la cultura a través de las subvenciones de fomento del asociacionismo. Es verdad que no hemos tenido demasiada suerte por la pandemia y porque el control de aforos no ha beneficiado a ese impulso tan importante que queríamos darle, pero bueno, ya se está recuperando… Sí instauramos el concierto de Año Nuevo cada 1 de enero, que ha funcionado muy bien; los conciertos de música clásica de otoño, la colaboración estrecha con la Escuela de Música y con el Conservatorio… Nos pusimos en contacto con los directores y dijimos: “Vamos a sacar la clase a la calle y vamos a decirle a la gente de Villaverde que hay talento en el Distrito”. Que puedan disfrutar mientras pasean por el parque de una clase magistral, otros chicos tocando el piano… Gente muy joven, pero verdaderos profesionales de su instrumento; se han hecho conciertos espectaculares con ellos, y eso no cuesta dinero y es talento de aquí…
Hay un apartado por el que parece que la Junta tiene especial querencia: el deporte…
Sí, la música y el deporte han sido los dos motores que han impulsado esta línea de trabajo en el ocio, si lo queremos llamar de esa manera. En el caso del deporte, es que Villaverde tiene unas instalaciones deportivas impresionantes… Y luego desde el punto de vista de inversión, en lo relativo a las Instalaciones Deportivas Básicas, lo que llamamos “las canchas de barrio”, también les hemos dado una vuelta prácticamente a todas: yo creo que nos quedan dos o tres por rehabilitar, y va a ser durante este año. Además comenzamos con un jefe de Deportes también muy entusiasta que entiende que el deporte no tiene por qué ser aburrido y que tiene que llegar a todas las edades. Con proyectos como Villaverde Entrena, Villaverde Baila, Hasta en la Noche Deporte y todos los que podemos encontrar en la página web, las Olimpiadas Escolares, el fútbol femenino… hemos conseguido ir enganchando a población que ni pensaba hacer deporte, a través de clases al aire libre, en instalaciones, para apuntarte con tu amiga… Al final esos proyectos han funcionado y han hecho fidelizar a grupos de personas que ni se lo habían planteado y que estén dentro ya de la actividad propia de las instalaciones y centros deportivos. Luego, el hecho de que Madrid fuera Capital Mundial del Deporte también ha favorecido el impulso desde el Área, sobre todo en aquellos distritos donde lo habíamos empezado a trabajar con mucha intensidad desde el principio. Eso ha sido importante y nos ha permitido robustecer de tal manera esta actividad y dar tantas opciones que lo hemos utilizado también como vehículo de intervención social.
Sí, en la programación se aprecia una voluntad de transversalidad, muy clara por ejemplo en cuestiones de igualdad y servicios sociales…
Claro, como te decía, Villaverde Entrena, Hasta en la Noche Deporte, Villaverde Baila… han sido diseñadas para ir atrayendo y fidelizando a personas y a grupos de personas que no se lo habían planteado… Desde el punto de vista del ocio juvenil por supuesto, de la integración y del fomento del deporte inclusivo desde luego también, intentando llegar a las mujeres de una determinada edad que han hecho deporte de jovencillas pero por circunstancias laborales o familiares lo han abandonado, y luego también ayudando al programa de ¡Chicas, el deporte nos hace poderosas! del Área, que nació precisamente para que las niñas que a partir de los 12 años dejan de hacer deporte porque tienen otro tipo de estímulos no abandonen esa práctica y lo sigan haciendo junto con el resto de sus compañeros. O sea, que sí: esa temática y esa especialización ha funcionado muy muy bien. Y la intervención social también, llevando la calistenia, que es algo que no cuesta, a todos los parques para ocuparlos con deporte y que no se realicen otro tipo de actividades que no queremos allí.
¿Qué imagen te queda de Villaverde al final de este mandato?
Es que el diagnóstico que hice en su momento fue relativamente sencillo: un distrito con muchos retos, con muchísimo potencial y con una materia prima humana muy importante porque tiene dos grandes valores: que son muy trabajadores y muy luchadores. Entonces con todos esos mimbres lo que me sorprendía es que Villaverde no estuviese a otro nivel o que no se hubiese salido de esa vulnerabilidad que le acompaña, en algunas ocasiones de forma injusta en cuanto a la percepción exterior que se tiene del Distrito. Me sorprendía que con toda esa proyección y con todo ese talento fuera un distrito que no solo no evolucionaba, sino que iba para atrás. Así que claro, también detectas que se lleva mucho tiempo sin hacer buena gestión aquí, y eso se ve enseguida, los números cantan objetivamente. Cuando ves los expedientes parados de no sé cuánto tiempo, licencias que no se otorgan y paralizadas de la misma manera, empiezas a percibir que ya dentro de la propia junta municipal hay desmotivación, y eso ha sido una parte importante de nuestra tarea también: engrasar ese grupo de trabajo y motivarles para hacerles ver que son agentes activos de la promoción del distrito en el que trabajan. Y yo creo que hemos sido capaces de imprimir esa ilusión en la gente que trabaja aquí desafiándoles con proyectos interesantes o preguntando directamente qué es lo que les gustaría hacer.
Y los datos demuestran que en este distrito se gestiona. Durante los dos últimos años esta junta municipal ha conseguido situar a Villaverde en la primera posición de los 21 distritos que componen Madrid con el mejor dato en ejecución de inversiones. Es un récord histórico que jamás antes se había logrado en el Distrito, y lo hemos conseguido dos veces seguidas.
Por lo tanto, lo que me llevo de Villaverde es que hemos sido capaces de empezar a dar los primeros pasos para conseguir que sea ese distrito que en los años cincuenta fue: un motor económico de Madrid con muchísimas oportunidades. Siempre decimos que hemos sido capaces de despertar a esa ave fénix y hacerla resurgir, y estamos en ello.
¿Quieres enviar algún mensaje directo a los vecinos?
Por supuesto que sí; tantas cosas les diría… Pero creo que si es un momento de cierre, de balance y no sé si de despedida, a mí lo que sí que me gustaría es que se hubiesen quedado con la percepción de que este equipo de gobierno ha venido para trabajar seriamente, y creo que sí que se ha conseguido que por primera vez en el distrito de Villaverde se gestiona con eficacia y con eficiencia, y lo hemos hecho de forma rigurosa, honesta y transparente. Y que tienen el talento suficiente como vecinos, y Villaverde las posibilidades suficientes, para conseguir unos resultados espectaculares siguiendo con este trabajo y con esta dinámica. Estoy convencida de que Villaverde será muy pronto la locomotora económica de Madrid.