Qué bonita realidad. Vivo en un lugar retirado y gris. Leyendo un periódico que tenía mi bisabuelo en el arcón, comprendí sus ganas de cambiar su forma de vivir. En su tiempo todo era caos, enfados… “mal rollo”, como se decía entonces.
Es curioso: en las escuelas perdían mucho tiempo en memorizar textos e información que estaba almacenada en libros, discos duros y un sinfín de artilugios de almacenaje, ja, ja, ja… qué complicación y que gasto de energía más tonto.
Pero lo curioso es que así funcionaba todo: empresas, Gobiernos, hasta las familias y personas en sus rutinas. No me explico cómo podían vivir… Claro, que así estaban enfermos la gran mayoría.
Leyendo, me encuentro que hay una sección donde piden ayuda para construir un pensamiento. Qué bueno: ya se planteaban que la energía de un pensamiento puede modificar la realidad.
Pues ahí va el mío: dentro de que mi mundo está gris, saco mis luces de colores y lo ilumino de ultravioletas, dorados, blancos y todos los colores del arcoíris. De repente surge ante mí una maravillosa puesta de sol, donde un paisaje maravilloso, lleno de vida, de paz y armonía invita a disfrutar del momento. Es este presente el que os emplazo a disfrutar desde vuestro aquí y ahora.
Pronto comprenderéis que todo está dentro de cada uno, que somos seres humanos maravillosos. Os animo a descubriros: es una aventura genial.
Iris