En estos tiempos que corren, el aumento de la tecnología y los estilos de vida cada vez más sedentarios han llevado a una disminución en la actividad física, lo que desemboca en una serie de problemas de salud. Vamos a tratar de conocer más de cerca su impacto en la salud y dar unos consejos para prevenir sus efectos negativos.
¿Qué consecuencias tiene?
Se habla de ello como una falta de actividad física regular. Pasar largas horas sentado, ya sea frente a una pantalla o en el sofá disfrutando de las diferentes plataformas, se ha vuelto de lo más común a día de hoy; y está relacionado con una serie de problemas de salud, como:
- Obesidad y sobrepeso: La falta de actividad puede llevar al aumento de peso, lo que a su vez aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2.
- Enfermedades cardiovasculares: aumenta el riesgo de padecerlas al contribuir al aumento del colesterol, la presión arterial elevada y la acumulación de grasa en las arterias.
- Problemas musculoesqueléticos: Permanecer en la misma posición durante largos períodos puede provocar problemas musculares y articulares, como dolor de espalda y rigidez muscular.
- Salud mental: puede aumentar el riesgo de depresión y ansiedad.
Estrategias de salud para combatirlo:
¡Calma! Hay estrategias que podemos usar para prevenirlo y mejorar nuestra salud:
— Realizar actividad física con regularidad. Como caminar, montar en bicicleta, nadar o cualquier otra que aumente la frecuencia cardíaca y fortalezca los músculos.
— Establecer metas alcanzables ayuda a mantener la motivación para mantenerse activo. Comenzar con pequeños objetivos y aumentar gradualmente la intensidad y la duración es clave.
— Evitar estar sentado durante mucho tiempo. Hacer descansos breves para levantarse, estirarse y moverse puede ser una buena idea para poner en práctica.
— Buscar oportunidades para moverse durante el día, como subir escaleras en lugar de tomar el ascensor, bajarse del bus una parada antes para caminar algo más, dejar el coche aparcado y tratar de hacer cada vez más trayectos a pie.
— Dieta equilibrada y nutritiva ayuda a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el sedentarismo.
— Hidratación adecuada para ayudar a aumentar los niveles de energía para realizar actividad física.
— Buscar el apoyo de amigos, familiares o grupos comunitarios para mantener la motivación para estar activo y comprometido con un estilo de vida saludable.
El sedentarismo es un problema de salud nada despreciable y que puede tener graves consecuencias para nuestro bienestar físico y mental. Sin embargo, llevando a cabo estrategias de actividad física y estilos de vida saludables podremos mejorar nuestra calidad de vida y combatirlo.