Los vecinos, alegres pero cautos ante la decisión del Ayuntamiento
Tras la reunión que mantuvieron el pasado 21 de septiembre con el delegado de Desarrollo Urbano y las concejalas de Usera y Villaverde, en la que los responsables municipales aseguraron que el Ayuntamiento de Madrid no iba a conceder el permiso de construcción del crematorio de la M-40, las entidades vecinales de estos dos distritos han emitido un comunicado en el que reciben con satisfacción la noticia, pero también con cautela.
Los colectivos de Usera y Villaverde valoran “de forma positiva la posición municipal de que se no se trata solo del incumplimiento de la distancia establecida por las ordenanzas, sino también del incumplimiento del resto de aspectos formulados en la solicitud de licencia”, y ahora esperan que el consistorio cumpla con el compromiso mostrado en el encuentro por el concejal de Urbanismo, Mariano Fuentes, de “tener la decisión sobre la licencia de construcción del crematorio en el mes de octubre”. “No podemos por menos que expresar nuestras cautelas, pues no solo es un tema recurrente, sino que es de graves consecuencias para nuestros barrios. Por lo que estaremos muy pendientes de que en el mes de octubre se conteste negativamente por tercera vez a esta solicitud”, advierten las entidades en su nota.
Después de organizar, el pasado 12 de septiembre, una asamblea en la calle en la que participaron más de un centenar de personas, las asociaciones vecinales de Usera y Villaverde celebrarán un encuentro similar el 5 de octubre en el que además de informar a la vecindad de la evolución de este proceso presentarán un texto de moción que podrá trasladarse a los plenos de los distritos de Usera y Villaverde.
La amenaza de construcción del crematorio se suma a lo que los colectivos vecinales han repetido muchas veces y que aparece en la declaración final de la asamblea del pasado 14 de septiembre: “Esto está planteando una cuestión de ciudad. Aunque, y no por casualidad, ocurre en el sur. Como ocurre con otros temas como las depuradoras, los parkings disuasorios, las subestaciones de gas, las plataformas logísticas, los puntos calientes de contaminación ambiental, el río sin regenerar porque esto ya no es Madrid-Río… ¡Y todo ello concentrado en el sur!”. Por ello, “necesitamos que nuestros distritos tomen medidas para que no seamos los barrios y los distritos en los que la ciudad aloja lo que necesita, pero lo quiere lejos, y lo coloca en la periferia, que es lo que acabamos siendo para la ciudad”, sostienen las entidades vecinales en el comunicado.
Ya van tres veces
Ésta es la tercera vez que se activa el proyecto de crematorio en San Fermín después de que la compañía lo intentase en 2002 y en 2015, una iniciativa que siempre se ha topado con la oposición frontal del barrio, que ve amenazada su propia salud. En 2015, las asociaciones vecinales de Usera y Villaverde, junto a la FRAVM, impulsaron manifestaciones multitudinarias contra la instalación. Antes, recogieron 15.000 firmas que presentaron como alegaciones individuales.
“La actividad del crematorio está catalogada como potencialmente nociva e insalubre, no por los vecinos de un barrio, sino por la Comunidad de Madrid, así como por distintos organismos oficiales a nivel nacional y europeo”, recuerda la Asociación Vecinal de San Fermín. “Esta actividad nociva —continúa—, llenará el aire que respiramos de altas concentraciones de partículas tóxicas relacionadas con distintas enfermedades. Entre estas partículas encontraremos principalmente dioxinas, furanos y vapor de mercurio (…) que quedarán suspendidas en el aire y acumuladas en nuestro entorno como en parques y jardines”, asegura el colectivo vecinal, antes de subrayar lo siguiente: “como tal actividad nociva e insalubre, está regulada para proteger la salud y el bienestar de la ciudadanía”. En Madrid, la Ordenanza Municipal de Protección del Medio Ambiente de 1985, en su artículo 52.3, exige una distancia mínima de 250 metros desde “el foco de emisión a viviendas o lugares de permanencia habitual de personas”, lo que este posible crematorio incumple de manera clara. De hecho, “a escasos metros de la construcción solicitada se encuentran bloques de vivienda en San Fermín en la zona de La Perla (más de 3.000 viviendas), el instituto y el colegio público en El Espinillo, tres parques (el Parque Lineal del Manzanares, el de C/ Oligisto y el del sur de la M-40), un centro de trabajo y dos centros comerciales, entre otros espacios. Esto empeorará aún más nuestra esperanza de vida, pues según datos municipales estamos en una zona que ya es de las más bajas de Madrid”, sostiene la entidad.