A la hora de identificarnos de forma digital ante organismos públicos, no sirve hacerlo con el usuario y la contraseña, que habitualmente podemos utilizar en muchos servicios. La exigencia es mayor, y equivale a presentar un documento físico como el DNI, el pasaporte o el permiso de conducción. Para ello podemos utilizar diferentes formas de identificación digital.
— El DNIe. Nuestro Documento Nacional de Identidad es electrónico para todo el mundo. Lleva incorporado un chip que contiene la información necesaria para poder identificarnos digitalmente de forma legítima. Incorpora para ello dos certificados electrónicos que son utilizados para identificarnos o firmar documentos digitales. Necesitaremos una clave que nos facilitaron al renovar o darnos de alta en el DNI. También será necesario disponer de un lector de tarjetas conectado a un puerto de USB (hay portátiles que ya disponen de una ranura para tal fin), o usarlo con el móvil si disponemos de conexión NFC. Los certificados deben renovarse cada dos años en unas máquinas especiales que están en las instalaciones de la Policía Nacional, sin necesidad de cita.
— Certificado de la FNMT. Este certificado, expedido por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, es otra forma de demostrar nuestra identidad ante organismos en entornos digitales. Existen certificados electrónicos diferentes según sea para uso particular o para empresas, asociaciones, comunidades… Para utilizarlo hay que solicitarlo a la FNMT a través de su sitio web. Una vez conseguido quedará instalado en nuestro ordenador o móvil. El periodo de validez de un certificado para persona física es de cuatro años y el de empresa es de cinco años.
— Cl@ve. Es un sistema para unificar y simplificar la identificación en los organismos públicos. Se utiliza con un usuario y una contraseña, después de habernos identificado a través del DNIe o un certificado electrónico, o de forma presencial. No es necesario, en esta ocasión, instalar nada, ni utilizar ningún dispositivo. Dispone de una app para el móvil que facilita su uso. Puede ser permanente o esporádica (usando un PIN temporal). No tiene caducidad, pero no es ilimitada.
Éstas son las formas utilizadas a nivel de todo el Estado, pero pueden existir otras en algunas comunidades. En todo caso, hoy en día es necesario disponer de alguna forma de identificación digital operativa, pues la mayoría de los trámites se pueden realizar de forma telemática, lo que nos puede ahorrar mucho tiempo.
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