Has oído hablar de anorexia, bulimia… pero, ¿sabes algún ejemplo más de TCA? Los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) son trastornos psicológicos con diferentes estadías de gravedad que conllevan alteraciones de la conducta alimentaria. Aparte de las anteriores, está el trastorno por atracón, la restricción o evitación de alimentos, el ejercicio compulsivo (vigorexia), la obsesión por la comida saludable (ortorexia)… En muchas ocasiones aparecen varios trastornos a la vez.
¿Cómo sé si es o no un TCA? Cuando estas conductas generan en la persona un impacto negativo personal y social o cuando hay un miedo intenso e irracional por ganar peso. También puede aparecer una percepción distorsionada del propio cuerpo, afectar negativamente a la relación con otras personas del entorno cercano (familia, amigos, trabajo o estudios), entre otras. Aparecen sentimientos y conductas relacionadas con la inseguridad, desconfianza, autoexigencia, control excesivo, frustración, soledad, obsesión por la actividad física, irritabilidad…
¿Qué lo causa? Aparece tras un deseo de control extremo sobre el cuerpo teniendo unos ideales corporales irreales, donde la salud emocional se ha visto dañada en algún momento. Haciendo una metáfora, normalmente un TCA es la punta visible de un iceberg.
El uso que a veces hacemos de las redes sociales no ayuda en estos casos. Ver continuamente cuerpos delgados de personas que comen aparentemente saludable y que tienen una rutina de ejercicio ideal y diaria hacen que la población asocie erróneamente estas conductas con el éxito personal, social y profesional. Por la facilidad y cercanía a las redes sociales, la población femenina adolescente es la que tiene más probabilidades de sufrir un TCA, aunque también existen causas genéticas, emocionales y socioculturales.
¿Cómo se controla un TCA? El primer punto es conseguir que la paciente se sienta cómoda y segura y esté convencida de recibir el tratamiento. Su participación es esencial para tener éxito. Necesitaremos tiempo y trabajo en equipo tanto profesional como social. Psicólogos y nutricionistas, junto con médicos, son los profesionales que deben acompañar y guiar, pero también los familiares y amigos.
¿Te sientes identificado? ¿Conoces a alguien cercano que le ocurre? ¡Pide ayuda! Empezar el tratamiento en los primeros síntomas evita riesgos e ingresos hospitalarios en los que se tema por la vida.
Sarai Alonso. Nutricionista – Dietista
www.saraialonso.com