¿Alguna vez ha acudido usted a su enfermero/a habitual y ha visto una persona sentada a su lado también con bata blanca y trabajando con él/ella? Probablemente se trate de la enfermera residente. Puede que nos confunda con un estudiante en prácticas, pero no: en realidad somos enfermeros formándonos en una especialidad.
Actualmente, para poder ser enfermero, necesitas realizar las pruebas de acceso (la selectividad), y una vez aprobado, si llegas al corte, podrás acceder a la universidad y realizar el Grado de Enfermería con una duración de cuatro años. Una vez acabada la carrera universitaria tienes un amplio abanico de posibilidades: puedes buscar trabajo como enfermero asistencial en multitud de centros y servicios, puedes optar a realizar un experto o un máster universitario o puedes estudiar una oposición, la cual es muy dura, para poder ser enfermero especialista (EIR).
Una vez aprobado el examen de la oposición, nos citan en el Ministerio de Sanidad y, por orden de nota, podemos elegir entre seis especialidades: obstétrico-ginecológica (matrona), familiar y comunitaria, salud mental, pediatría, geriatría y, por último, del trabajo. También se elige el hospital o unidad docente donde queremos formarnos, en todo el territorio de España donde haya plazas específicas. Tenemos un contrato de dos años, asistencial y de formación, donde se rota por muchas áreas y se aprende gran variedad de competencias. Al término de los dos años, obtenemos el título de enfermero especialista en el ámbito elegido.
En mi caso, soy residente de primer año de enfermería familiar y comunitaria. ¿En qué consiste mi formación? Ustedes podrán verme en la consulta del centro de salud, pero también en Urgencias del hospital o Urgencias rurales, porque hacemos seis guardias al mes. Por tanto, completamos la formación del centro de salud y de la Atención Primaria con rotaciones específicas en el hospital. No solo nos dedicamos al ámbito asistencial, sino que también debemos hacer sesiones a compañeros del centro (función docente) y realizar un proyecto de investigación (función investigadora), entre otros.
¿Y por qué elegí esta especialidad? Porque creo firmemente en la Atención Primaria, en la prevención primaria de salud (prevenir factores de riesgo) y en la educación para la salud, tanto individual como comunitaria. También me parece importante el correcto manejo y seguimiento de las enfermedades crónicas, la atención a los ancianos frágiles y las visitas a domicilio cuando las personas no pueden hacerlo por sí mismas.
Si quiere mejorar su salud, prevenir enfermedades, controlar su peso, mejorar la alimentación, dejar de fumar, aprender a mejorar el control sobre su enfermedad crónica, necesita información sobre algún tema o también si tiene dudas, por ejemplo sobre el cuidado de hijos o de personas mayores, o está pasando por un momento crítico de su etapa vital, entre otros, consulte a su enfermera del centro de salud. Las enfermeras de Atención Primaria estamos para acompañar y favorecer el autocuidado y para que usted sea lo más independiente posible. Además, no lo dude, nos encantará conocerle.
Miriam Perales Navarro. Residente de enfermería familiar y comunitaria.