Todos hemos tenido algún momento en el que queremos realizar algún cambio significativo. Sin embargo, es frecuente que en ese deseo nos pongamos metas demasiado complejas, lo que nos lleva a no conseguir nuestro objetivo y que nuestra autoestima se resienta. Además la sociedad, con su marketing, nos alienta a que los cambios sean ya (“pierde peso en una semana”, “consigue tu trabajo ideal ya”), y no hay nada más debilitador que la prisa, ya que nos hace intentar llegar a la cima de una montaña sin calzado, ropa adecuada, cuerdas ni comida. ¿Te imaginas escalar el Everest con una preparación de una semana? Pues a nivel emocional muchas veces intentamos esto…
Por eso lo mejor es plantearse el camino paso a paso, y para ello te recomiendo seguir estas cinco pautas:
1. Tener claro el primer paso. ¿Cuál es el primer paso que puedo dar en este momento para acercarme a mi objetivo? Por ejemplo, para una persona que está atravesando una fuerte depresión quizá el primer paso sea subir las persianas de la habitación.
2. Dosificar la energía. Hacer un sprint nos agotará, para avanzar es importante medir las fuerzas y graduarse.
3. Ser consciente del paso atrás. Hay momentos de ajuste y desajuste, de subida y de bajada, esto nos ayuda a no bajar la guardia y a recodarnos que hay que seguir haciendo leves modificaciones o afinando las ya acometidas.
4. Más clara la dirección que la meta. Estar en nuestra realidad en cada momento nos libera y actualiza continuamente, y si hay que redirigir el final no nos va a doler, de hecho lo vamos a ver necesario.
5. No seas como una liebre confiada y alíate con la constancia y la paciencia.
Beatriz Troyano Díaz
Directora de la Escuela Europea de Habilidades Sociales & Remodelatuvida
Socióloga Coach Personal y Profesional.
siquieres@remodelatuvida.es
www.remodelatuvida.es