El tema de las lenguas tiene su importancia en este país. En España hay una lengua oficial y tres lenguas cooficiales. Si, así es España, un país que, oficialmente, respeta la diversidad lingüística. A nivel de usuario o de gente corriente esto no nos supone ningún problema: el que habla catalán, gallego o euskera es siempre bilingüe, y nos apañamos con el castellano perfectamente entre nosotros. Siempre ha sido así.

¿Qué ha pasado entonces? Yo creo que los políticos han envenenado el ambiente y ahora resulta que esta diversidad enriquecedora y divertida se ha convertido en una diferencia insalvable, en una barrera, un muro que impide la comunicación aunque todos hablemos en castellano.

He visto cómo en la Escuela Oficial de Idiomas cada lengua extranjera tiene su propio departamento, el de Inglés, el de Francés, el de Holandés, el de Chino, mientras que el gallego, catalán y euskera estaban todos metidos en una habitación en el último piso. Y vemos cómo en las escuelas de Madrid los niños aprenden en inglés las materias. ¿No sería más lógico que aprendieran en castellano, que hubiera buenas clases de Inglés y que hubiera la opción de estudiar otra lengua del Estado? Cuando nuestros hijos terminen de estudiar, a lo mejor les sale trabajo en Barcelona o en La Coruña. En el currículum queda muy bien que sabes inglés aunque no lo vayas a necesitar jamás en tu trabajo, que es lo normal si trabajas en España. ¿O estamos preparando a nuestros hijos para que trabajen en Inglaterra o en EE UU? Porque, además, si van a Francia tendrán que aprender francés, si van a Alemania, alemán… Los políticos siempre están hablando de España, España… pero solo incluyen a una parte de los españoles, porque en la práctica otra parte de lo español se queda en el último rincón del último piso. Conozco escuelas en el País Vasco donde las clases son en euskera, y tienen clases de castellano como una asignatura curricular normal.

Bueno, es un lío, pero creo que saber dos lenguas cooficiales es una ventaja en todos los sentidos, y deberían enseñarlas en las escuelas, así nos sentiríamos todos un poco más españoles (y menos ingleses).

Elva Franco

En los últimos meses, en el barrio Ciudad los Ángeles (Distrito Villaverde) hemos vivido una situación de extraordinaria gravedad. Personas mayores, sobre todo, y también mujeres, han sido víctimas de robos muy violentos. Con frecuencia, los agresores se introducen en el portal junto a la víctima y, ya dentro, agarran a la persona por detrás, presionando en el cuello hasta conseguir la pérdida de conocimiento. Después, en muchos casos, la víctima es pateada o arrastrada. En otras ocasiones el robo se produce con machete o a punta de navaja. Somos muchos en el barrio los que conocemos a alguien a quien le ha pasado: madre o padre, vecina o vecino, trabajadora de Ayuda a Domicilio… Todo sucede a plena luz del día, como si la impunidad pudiera ser la norma.

Ante la emergencia de la situación y sin contar con el apoyo de la asociación vecinal, un grupo de vecinos decidimos dirigir cartas a las autoridades y organismos con ámbito de competencia (Alcaldía, Delegación de Gobierno y Ministerio del Interior) y recoger firmas de apoyo de los vecinos. En la última semana nos hemos reunido con la Policía Judicial y tenemos reuniones concertadas en la Junta Municipal.

Agradecemos enormemente el magnífico trabajo realizado hasta el momento por la Policía Nacional (reciente detención de tres individuos implicados en los robos), así como el tiempo y la atención que nos ha dedicado.

A pesar de las detenciones, el miedo acumulado nos hace quedar expectantes. Nos preocupa cuál sea la decisión judicial sobre los detenidos. Nos preocupa que exista delincuencia en nuestro barrio. Nos preocupan las reyertas callejeras. Nos preocupa la pobreza que comenzamos a ver a diario.

Rechazamos vehementemente el hecho de que dos distritos de población creciente y constatada conflictividad —Usera (Distrito 12) y Villaverde (Distrito 17)— cuenten con una sola Comisaría de Policía Nacional. La existencia de dos sedes no es más que un disfraz y un engaño (la dotación de recursos humanos y materiales corresponde a una comisaría, no a dos). Dos sedes para una misma comisaría vuelven el trabajo más lento y más ineficaz. Reclamamos a las autoridades con ámbito de competencia que reviertan la situación y doten a cada uno de los dos distritos de la comisaría que necesita.

Estamos preocupados por la proliferación de casas de apuestas. Las Administraciones públicas no deben ser cómplices de los gravísimos problemas personales y sociales que genera la adicción al juego.

Queremos seguir siendo un barrio de buena gente trabajadora, que respeta y protege a sus mayores y vive en libertad y en seguridad. Queremos ser un lugar para la convivencia, como siempre ha sido.

Los vecinos del barrio Ciudad los Ángeles sentimos que un núcleo básico de derechos (derecho a la vida, a la integridad física y material, a una vida digna, a ejercer de manera efectiva la libertad) ha sido gravemente vulnerado como consecuencia de las agresiones violentas sufridas y la alarma y miedo generados. Nos preocupa el hecho gravísimo de que las víctimas pertenezcan a los colectivos más vulnerables: ancianos y mujeres. La elevada frecuencia de los atracos, la intensidad y desproporción de la violencia ejercida en ellos, la situación de desvalimiento y desprotección de las víctimas y las fatales consecuencias que este tipo de agresiones pueden tener, han generado en el barrio indignación y miedo, y nos han movido a actuar.

Sirva esta carta pública para exponer la situación y nuestra decisión de luchar por un barrio mejor utilizando los cauces con que contamos como ciudadanía democrática.

Paloma Andrés Ferrer