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Fundación Iniciativas Sur inicia su actividad en el Distrito gestionando la UDC

Impulsando actuaciones para la mejora del entorno urbano, el medio ambiente y la movilidad

La Unidad Distrital de Colaboración (UDC) de Villaverde es un proyecto del Área Delegada de Coordinación Territorial, Transparencia y Participación Ciudadana (Área de Gobierno de Vicealcaldía) del Ayuntamiento de Madrid, gestionado por la Fundación Iniciativas Sur. El objetivo es la realización de acciones integrales destinadas a mejorar las condiciones de vida y la cohesión social de los ciudadanos y ciudadanas residentes en el distrito de Villaverde; contribuyendo así al reequilibrio territorial de la ciudad.

Desde el día 1 de septiembre el proyecto está en marcha; a lo largo de los próximos 24 meses realizaremos diversas acciones contribuyendo al cuidado y la regeneración de los espacios públicos, promoviendo la concienciación y la implicación ciudadana en el cuidado de su entorno y colaboraremos con los agentes locales en el territorio para mejorar el entorno urbano, el medio ambiente o la movilidad en el Distrito.

Para realizar todo ello se ha contratado a desempleadas y desempleados mayores de 45 años, parados de larga duración, con más de dos años de experiencia laboral en las diferentes especialidades: albañilería, jardinería, pintura, limpieza en el espacio público, así como en intervención social; empadronados en Villaverde, pertenecientes a “colectivos prioritarios”. Conformando de esta forma un equipo de profesionales de diferentes perfiles que impulsarán, a través del proyecto, su empleabilidad y la inclusión sociolaboral.

La Unidad de Colaboración Distrital realizará actuaciones que sean de interés para Villaverde, en el ámbito de la subvención concedida, y que hayan sido previamente consensuadas con la Junta Municipal. Continuamos así nuestra presencia activa en el Distrito, no solo a través de la oferta formativa de los Certificados de Profesionalidad que como centro de formación para el empleo venimos impartiendo en el sur de Madrid desde 1990, sino también como entidad que, de forma muy activa, especialmente desde 2017, viene colaborando con los agentes sociales para mejorar las zonas más degradadas de Villaverde.

FUNDACIÓN INICIATIVAS SUR

Villacís y Fuentes visitan las obras que convertirán un solar en una plaza arbolada

La parcela de la calle Amadeo Fernández dejará de ser un aparcamiento irregular, contará con una zona verde con parque infantil y un espacio para las personas mayores, y mejorará el entorno del barrio y del colegio público Nuestra Señora de la Luz

La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, visitaba el 14 de septiembre las obras de rehabilitación de un solar en la calle Amadeo Fernández que actualmente es un espacio abandonado y se emplea como aparcamiento irregular de coches, pero que, con las obras que se han puesto en marcha desde el Área de Desarrollo Urbano, se convertirá en una plaza arbolada que mejorará el entorno del barrio, especialmente el del colegio público Nuestra Señora de la Luz.

El proyecto, que Villacís ha explicado sobre el terreno a la directora del colegio y a representantes de la AMPA, se desarrolla sobre una superficie de 4.448 m2, tiene un presupuesto de 442.500 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses. Se da respuesta con esta acción a una antigua demanda de los vecinos, que pedían una solución para ese solar deteriorado que se encuentra entre las calles Amadeo Fernández, Bismuto y Cobalto y el colegio público Nuestra Señora de la Luz.

Tras las obras, los vecinos podrán disfrutar de una plaza arbolada, agradable y segura, con un parque infantil y un espacio para las personas mayores. Además, tendrá un acceso directo al colegio para que los niños puedan salir directamente a la plaza, así como caminos que comunicarán los distintos pasos de cebra existentes en las calles colindantes.

“En este espacio, además de aparcar los coches, había un taller ilegal, se ponía la música muy alta y eso complicaba mucho la vida del colegio que está aquí al lado”, ha explicado la vicealcaldesa. Villacís ha estado acompañada por el delegado del Área de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, y por la concejala presidenta del distrito, Concha Chapa. Según ha indicado Fuentes, esta acción forma parte de la estrategia de renaturalización de espacios urbanos que lleva a cabo el Área y, además, cumple con uno de los puntos de los Acuerdos de la Villa que recoge la creación de plazas de encuentro próximas a los centros educativos.

PRENSA AYTO.

Ayuntamiento y Comunidad tramitan ayudas para rehabilitar 1.400 viviendas en Madrid

Entre las zonas beneficiadas se encuentra la Colonia Experimental de Villaverde

El concejal delegado de Vivienda, Álvaro González, y el consejero de Vivienda y Administración Local de la Comunidad de Madrid, David Pérez, mantuvieron el pasado 8 de septiembre un encuentro de trabajo para tratar la adopción de medidas de impulso y renovación del tejido residencial en la capital a través de un programa dotado con 41 millones de euros que permitirá rehabilitar cerca de 1.400 viviendas distribuidas en diez barrios.

En el encuentro se ha acordado que desde este mismo año 2020, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid financien de manera conjunta los programas de rehabilitación ARRUR que benefician a los barrios de las Colonias de Vallecas, Colonia de Loyola y Virgen de la Inmaculada, Gran San Blas, Ambroz, Poblado Dirigido de Fuencarral, Poblado Dirigido de Orcasitas, Meseta de Orcasitas, Barrio del Aeropuerto, Simancas y Colonia Villaverde.

La buena acogida que ha tenido esta actuación, superando los objetivos previstos, hace que ambas Administraciones sopesen la posibilidad de solicitar una segunda fase del programa que pertenece al Plan Estatal de Vivienda, en el que se declaran nuevos ámbitos de rehabilitación en la ciudad de Madrid, lo que hace que estas medidas puedan extenderse a otros barrios.

De igual manera se buscarán fórmulas de cooperación para poder unificar convocatorias de ayudas a la rehabilitación tanto en los plazos de presentación de solicitudes como en la documentación a aportar por parte de los ciudadanos. De esta manera, se alcanza una mayor simplificación administrativa para el solicitante.

En la reunión, ambos dirigentes se han comprometido, también, a dar continuidad a políticas en materia de vivienda, suelo y rehabilitación mediante fórmulas de colaboración que contribuyan a agilizar el proceso de construcción de pisos protegidos en suelos públicos, dinamizando así la oferta y la demanda de vivienda en la capital y han abordado los distintos planes de rehabilitación de viviendas, edificios y barrios que están en marcha.

Por otro lado, ambas Administraciones han considerado imprescindible desarrollar fórmulas conjuntas que ayuden a construir más viviendas en la capital. Para ello, se realizarán cesiones de suelo en redes supramunicipales o el ejercicio del derecho de tanteo y retracto del suelo público y de las viviendas protegidas en favor de ambas Administraciones.

El objetivo es agilizar la construcción de vivienda pública en aquellos suelos que tenga la Comunidad de Madrid en la capital procedentes de las cesiones obligatorias supramunicipales. Esta misma operación podría realizarse también con varias parcelas que la Agencia de Vivienda Social tiene en la ciudad, de manera que el Ejecutivo regional aporte el suelo y el Ayuntamiento la construcción de los pisos. El objetivo es promover, gracias a esta colaboración, la construcción de más de 700 viviendas del Plan Vive de la Comunidad en la capital, lo que permitirá que los jóvenes puedan acceder a pisos en régimen de alquiler con precios hasta un 50% inferiores a los del mercado.

PRENSA AYTO.

La Comunidad excluye a las familias perceptoras del IMV de la beca de comedor

Aunque parezca mentira, la Comunidad de Madrid no ha incluido a las familias perceptoras del Ingreso Mínimo Vital (IMV) como beneficiarias en las becas de comedor, por lo que pierden esta protección social, que sí tienen aquellas familias en situación de exclusión social que siguen percibiendo la Renta Mínima de Inserción (RMI).

Con la Plataforma RMI Tu Derecho, pedimos una rectificación, recuperando el lema que en pleno estado de alarma se hizo famoso con motivo de los menús de Telepizza para familias empobrecidas: “Ayuso, con la comida no se juega”.

De las 22.493 familias que antes de la entrada en vigor del IMV percibían la RMI, 12.540 son familias con menores a cargo. Para la Plataforma RMI Tu Derecho, de la que forma parte la FRAVM, todas estas familias son nuevamente olvidadas por la Comunidad al no haber modificado la reglamentación para incluirlas como familias con derecho a precio reducido de comedor.

Ésta es una modificación sencilla de hacer. Recordemos que hace no más de dos semanas esta normativa fue modificada para incluir a los hijos de los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

RMI Tu Derecho ya advirtió en junio, con la entrada en vigor del IMV, a Alberto Reyero, consejero de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad, que deberían modificar la regulación de las becas de comedor para asimilar la situación de las familias perceptoras de IMV a las de RMI, y evitar así que los hijos de las familias en situación de pobreza perdieran esta protección social que en muchos casos asegura una comida caliente a estas familias.

Ahora, la Comunidad vuelve a mostrar total indiferencia ante el derecho a la alimentación de las niñas y niños empobrecidos. Durante la pandemia fue el Telepizza y ahora, en plena crisis social y sanitaria, les excluyen de la especial protección con la que venían contando estas familias.

Hemos escuchado, como argumento de peso, que la cuantía del IMV es superior a la de la RMI y por ello la familia puede asumir ese gasto, pero ambas prestaciones están muy por debajo del mínimo que fija la Carta Social Europea como ingreso para asegurar la superación de la exclusión social de las familias empobrecidas.

Con la RMI una familia de dos miembros (madre e hijo) percibía 512 euros y pagaba de comedor 20 euros al mes. Con el IMV esta misma familia percibirá 599 euros y pagará de comedor 60 euros. Mientras que la renta percibida aumenta un 16%, el gasto en comedor lo hace un 200%. Una familia de cinco miembros pasará de percibir 738 euros de RMI a 1.015 euros de IMV, un incremento del 37%, mientras que si sus tres hijos están en edad escolar pasarán de pagar 60 a 180 euros de comedor al mes, un incremento nuevamente del 200%.

Éste es el enésimo atropello de la Comunidad de Madrid a las familias empobrecidas, mientras Ayuso anuncia una bajada de impuestos de la cual se beneficiarán las rentas más altas. Su política social sigue haciendo caja con las familias en situación de pobreza. Las familias empobrecidas no existen para la presidenta de esta Comunidad, las políticas para la erradicación de la pobreza y el reequilibrio de nuestra sociedad no existen. Se cubre el expediente, muy por debajo de los mínimos exigidos por el estado de bienestar y en cuanto tiene la oportunidad recorta el gasto público destinado a la erradicación de la desigualdad. Lo dijimos con el Telepizza, y lo decimos con la supresión de facto las becas de comedor para familias empobrecidas: “Ayuso, con la comida no se juega”.

Desde RMI Tu Derecho se está preparando por este motivo una queja colectiva al Defensor del Pueblo. Las personas afectadas pueden contactar para unirse a través de WhatsApp (650 010 300) o correo electrónico (rmituderecho@gmail.com).

Fuente: FRAVM

El Ayuntamiento cede a la Comunidad de Madrid dos parcelas para la construcción de un instituto en Butarque

La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís; el delegado del Área de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, y la concejala del distrito de Villaverde, Concha Chapa, han visitado junto a la viceconsejera de Organización Educativa de la Comunidad de Madrid, Pilar Ponce, las dos parcelas que el Ayuntamiento ha cedido a la administración regional para la construcción de un instituto en Butarque, un centro que los vecinos llevaban años reclamando.

En total son siete las cesiones que el Área de Desarrollo Urbano ha realizado este año para la construcción de centros educativos. Con las parcelas de Butarque se ultima la cesión de todas las que había solicitado la Comunidad de Madrid para este fin. Las seis restantes se ubican en los barrios de Las Tablas, Montecarmelo, Aravaca, Ensanche de Vallecas, El Cañaveral y San Fermín.

Villacís se ha congratulado de que los vecinos de Butarque tengan esta instalación “que tanto necesitan” y que ha sido posible gracias “al trabajo codo con codo con todas las administraciones”. Además, ha puesto en valor que la construcción del centro vaya ligada a “entornos seguros y educación de calidad”.

La vicealcaldesa ha destacado que “la finalización de estos expedientes se ha realizado en tiempo record” para posibilitar nuevos institutos en los distritos de Villaverde, Vicálvaro, Usera, Puente de Vallecas, Moncloa-Aravaca y Fuencarral-El Pardo.

Por su parte, Fuentes ha destacado que “es una prioridad asegurar la igualdad de oportunidades para todos los madrileños independientemente del distrito o barrio en el que hayan elegido vivir” y ha afirmado que, con estas siete cesiones, se dota de un total de 125.000 m2 a la ciudad de Madrid para la creación de institutos que ofrecerán cerca de 7.000 nuevas plazas.

“Esta cesión es muy importante para Butarque, porque es un centro muy necesario para el barrio y muestra nuestro compromiso con los nuevos desarrollos, con las familias, la educación y el reequilibrio territorial en Madrid”, ha concluido.

El reto de Butarque

La cesión de terrenos para el instituto de Butarque es la gestión que más se ha demorado por las complejidades que conllevaba, al tratarse de dos parcelas, de 4.675 m2 y 6.325 m2, unidas por un viario que se va a acondicionar para que sirva de conexión peatonal entre ambas.

La Comunidad de Madrid tenía pensado construir el instituto en otra parcela pero al tratarse de un terreno que tenía una calificación de dotacional deportivo no convencía a los vecinos, que no querían perder la posibilidad de levantar allí un polideportivo en el futuro. Por eso, desde el Área de Desarrollo Urbano se buscó otra alternativa y se propusieron dos nuevas parcelas en el mismo barrio, que estarán unidas peatonalizando la calle que está entre ambas. Una solución que satisface a todas las partes. Se acondiciona así un espacio seguro, sin coches, alrededor del centro educativo.

El nuevo IES de Butarque constará de 20 aulas de ESO, 8 de bachillerato, 8 aulas específicas, música, plástica, biblioteca, 5 aulas de apoyo, 3 aulas de desdoble, 10 seminarios, cafetería, administración, gimnasio y pistas deportivas.

Madrid.es

Crónica de un ‘apartheid’

Tras dos semanas de confinamiento en buena parte de los barrios del sur, las limitaciones se amplían a toda la ciudad

Toda la mañana y parte de la tarde del viernes 18 de septiembre la pasamos pendientes de las noticias, pues la cosa pintaba mal para los barrios del sur: estaba previsto que el Gobierno de la Comunidad, en rueda de prensa, anunciara las nuevas medidas que acababa de tomar para hacer frente a la pandemia. El confinamiento, de toda la ciudad o de algunos barrios (los nuestros, claro), estaba sobre la mesa. Tanto, que había convocatoria de las asociaciones vecinales para ir todos a protestar a la Puerta del Sol a las 20:00 si finalmente nos confinaban. Así que nuestra inquietud creció bastante cuando, tras un primer aplazamiento, la rueda de prensa fue trasladada a la tarde. El motivo no era nada tranquilizador: decían estar comprobando cuidadosamente la base legal de las medidas que acababan de aprobar para no dar pasos en falso.

Pues bien, llegó la tarde, compareció la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y anunció lo que todos temíamos: confinadas 37 zonas básicas de salud ubicadas en seis distritos de la capital y otros siete municipios madrileños. En Villaverde, las zonas elegidas fueron San Andrés, San Cristóbal, El Espinillo y Los Rosales. Además, las reuniones sociales se reducían a seis personas, cierre de establecimientos a las 22:00 salvo los esenciales y limitación de aforos al 50%. Los vecinos de los barrios “desgraciados” (pues en esto no cabe hablar de “agraciados”) pueden ir a servir una cerveza al resto de la ciudad, pero no a tomarla, según el ingenioso meme que corre por las redes.

Como estaba previsto, a las ocho de esa misma tarde hay concentración en Sol. Las medidas entran en vigor a las 0:00 del lunes, no habiendo demasiadas posibilidades de evitarlo, ya que el Congreso ha aprobado el miércoles 16 “una ley en la que el Gobierno incluyó a última hora una enmienda para trasladar de los jueces ordinarios a los Tribunales Superiores de Justicia de las comunidades autónomas la competencia para fallar sobre decisiones políticas contra la pandemia que afectan a derechos fundamentales de los ciudadanos”, según informaba el diario 20 Minutos. Los Tribunales Superiores han demostrado en la práctica ser mucho más permisivos con las medidas tomadas por las comunidades autónomas, por lo que cualquier intento de recurrir parece condenado al fracaso. El domingo 20, a las 12:00, hay nuevas concentraciones de protesta, esta vez en todos los distritos afectados. En Villaverde tuvieron lugar frente a los centros de salud de San Andrés y Los Rosales, contando con una nutrida asistencia. Es un último pataleo doce horas antes del inicio del confinamiento.

Empieza el confinamiento

Al día siguiente, los barrios amanecen más o menos como siempre, y los metros, abarrotados, llevan a oleadas y oleadas de trabajadores a los tajos: en esa situación no hay protección efectiva ante el virus. En las zonas confinadas, los vecinos tratan de seguir con sus vidas normalmente, guardando todas las medidas de seguridad, como vienen haciendo desde el principio. Esto es importante destacarlo: desde el inicio de la

pandemia, la precaución ha venido siendo la norma en nuestros barrios, pues nadie quiere contagiar o ser contagiado. Es falso que los habitantes de los barrios del sur se hayan relajado especialmente: ahora nos confinan y nos tratan de estigmatizar, pero nos siguen obligando a ir a trabajar como ganado, y nuestros centros de Atención Primaria sufren carencias y recortes desde mucho antes de que comenzara todo esto. A lo mejor está ahí la clave, ¿no creen? Ese mismo día 21 tiene lugar la reunión de Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso en la sede de la Comunidad. Ante un fondo cubierto de banderas de España y de Madrid, el presidente explica que no ha ido a “criticar”, sino a “ayudar”, lo que en principio da por bueno todo lo que haga el Gobierno autonómico. Se nota mayor presencia policial en la calle, pero en las primeras 48 horas no ponen multas: de momento solo informan.

El jueves 24 hay nuevas movilizaciones frente a los centros de salud de los barrios confinados. En nuestro distrito tienen lugar ante los de San Cristóbal de los Ángeles, Los Rosales y San Andrés, convocando otra vez a una nutrida asistencia, que respeta escrupulosamente las medidas de protección, en defensa de la Atención Primaria y reclamando los medios que la misma necesita, el fin de la segregación de los barrios obreros y medidas efectivas contra la pandemia. Poco después llegan noticias de lo ocurrido en Vallecas, frente a la Asamblea de Madrid: brutales cargas policiales y detenciones, que llenan de indignación y mensajes de solidaridad con los jóvenes represaliados las redes sociales villaverdinas.

El viernes 25, la Comunidad amplía el confinamiento a ocho nuevas zonas, ninguna en nuestro distrito, pero todas ellas también de mayoría de población de clase obrera. El descontento sigue creciendo, y parece que empiezan a notarse las diferencias entre Gobierno y Comunidad, pues poco después del anuncio de las nuevas medidas aprobadas por esta última el ministro de Sanidad comparece ante los medios para pedir a Ayuso que revise sus actuaciones y “escuche a la ciencia”. Por otra parte, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid avala las restricciones impuestas, por lo que esa misma tarde la Policía empieza a multar “en serio”.

Segunda semana

El lunes 28, cuando arranca la segunda semana de confinamiento, Comunidad y Gobierno central siguen sin ponerse de acuerdo: el Gobierno apunta de forma cada vez más insistente que hay que cerrar todo Madrid, pero la Comunidad sigue en sus trece. Mientras, las multas suben como la espuma: el martes 29 leemos en la prensa que “La Policía Municipal de Madrid interpone entre 50 y 60 propuestas de sanción al día por incumplir las restricciones de movilidad que hay en determinadas zonas sanitarias de la capital”. Algo nada sorprendente, pues cuando se establecen sanciones es con la intención de llevarlas a la práctica. Las cuantías son elevadas, a los vecinos de los barrios obreros no les sobra el dinero y seguramente esto dé lugar a más de una tragedia doméstica, pero la empatía no es algo habitual entre “los que mandan”.

Finalmente prevalece el criterio del Gobierno, y el Boletín Oficial del Estado publica el jueves 1 de octubre una resolución sanitaria con el acuerdo alcanzado el día anterior en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, “que incluye el confinamiento perimetral de Madrid y otras nueve ciudades de la Comunidad y limitaciones de horarios y aforos. Según Sanidad, ‘la orden se notificó en la noche del miércoles a las comunidades autónomas, que son las competentes para su ejecución, y no precisa de nueva publicación en el BOE para ser efectiva’, de modo que habría empezado a contar el plazo de 48 horas para la aplicación de las restricciones, que según el Gobierno son de obligado cumplimiento”, según informa El País.

La ciudad de Madrid será confinada al completo a partir de las diez de la noche del viernes 2, en cumplimiento de la nueva normativa del Ministerio de Sanidad y tras su publicación en el BOCM. Más o menos como lo que llevan experimentando en los barrios confinados desde dos semanas antes, pero ya para toda la ciudad, lo que no agrada al Gobierno regional. Éste afirma que cumplirá la normativa, aunque ha recurrido la orden de Sanidad y solicitado medidas cautelares contra ella.

Al cierre de esta edición, todo apunta a que las cosas van a seguir en la misma línea durante bastante tiempo: continuarán las limitaciones y la gresca entre nuestros políticos. Parece que nos lo vamos a tener que tomar con bastante paciencia, vecinos, así que les deseo el mejor confinamiento posible (y sobre todo tranquilo, sin incidencias que reseñar).

ROBERTO BLANCO TOMÁS

Periódico Distrito Villaverde, nº 288. Octubre 2020

Villaverde Alto, Villaverde Bajo, Ciudad de los Ángeles, Los Rosales, Butarque y San Cristóbal de los Ángeles

 

Manifiesto por la dignidad del sur ante la segunda oleada

La Comunidad excluye a las familias perceptoras del IMV de la beca de comedor

Carta abierta de la concejal presidente del Distrito a los vecinos de Villaverde

Fundación Iniciativas Sur inicia su actividad en Villaverde gestionando la UDC

El grupo de Desmontando Tópicos Racistas Villaverde inicia el curso

Mes solidario en Farmacia El Espinillo

Las familias más vulnerables de Villaverde siguen necesitando ayuda

Buscando soluciones para la avenida de los Rosales

Y nuestras secciones: Tu vez y tu voz, Cultura, Colaboraciones, Secciones.

Los Otoños de Villaverde

¿Quieres participar en los Otoños de Villaverde? ¡Demuestra el arte que llevas dentro y haz tu dibujo otoñal!

Puedes presentar tu dibujo en consejería en Pº Alberto Palacios, 13, en horario de 9.00 h a 13.00 h hasta miércoles 21 de octubre.

 

 

Carpas de sensibilización COVID 19 en Villaverde Alto

¿QUÉ ES?

Es una estrategia de intervención comunitaria que refuerce el conocimiento de la población sobre la transmisión del COVID-19 y las estrategias de prevención.

En este contexto, las epidemias como la COVID-19 ponen en valor la consideración del barrio como escala para la promoción y prevención, siendo el mismo una herramienta de gestión adecuada para dar respuesta, informando, educando, creando vías de participación, activando las redes comunitarias y organizando los recursos para disminuir la incidencia de la COVID-19 sobre la población.

¿CON QUÉ OBJETIVO?

Prevenir la transmisión de la infección por COVID19 y promover estilos de vida saludables, adaptados a la población vulnerable.

Se dará información, se resolverán dudas relativas a cuestiones sanitarias de transmisión y de prevención y se realizará una escucha activa para conocer también inquietudes y necesidades.

¿A QUÉ POBLACIÓN VA DIRIGIDO?
A toda la población, haciendo especial hincapié en los grupos más vulnerables.
INFORMACIÓN A TRANSMITIR
  •   Uso correcto de la mascarilla, aclaración sobre tipos de mascarillas e hincapié en la necesidad de cambiarla.
  •   Forma correcta del lavado de manos, haciendo demostraciones con el gel hidroalcohólico.
  •   Reuniones sociales se reducen de 10 a 6 personas.
  •   Restricciones de la movilidad.
  •   Se desaconsejan los desplazamientos no imprescindibles
  •   Restringida la entrada y salido salvo motivos médicos, laborales, educativos y cuidado de personas.
  •   Se permite los desplazamientos por la vía pública dentro de estos perímetros de las zonas básicas.
  •   Distancia de seguridad en las relaciones interpersonales de al menos metro y medio o dos metros.
  •   Indicaciones de cómo proceder si te diagnostican positivo en PCR.
  •   Indicaciones de cómo proceder para contactos de PCR positivo.
  •   Importancia de la cuarentena para evitar la transmisión del virus
  •   Informar sobre la campaña de gripe que se inicia el 15 de octubre. Habrá información en la página del Ayuntamiento (Madrid Salud).
  •   Justificante a usar para los desplazamientos: se va a tuitear desde Madrid Salud, para poder facilitárselo digitalmente a las personas.

JUEVES y VIERNES, 1 Y 2 DE OCTUBRE – Calle de las Olas esquina a Calle Potes (Villaverde Alto) desde las 15:30 horas hasta 18:30 horas.

CMSc VILLAVERDE-MADRID SALUD

LA TABLA

Apartaré el edredón hacia ese otro lado que nunca piso al levantarme, e intentaré incorporarme otra vez. La verdad es que sin la ropa de la cama me siento ligero, extrañamente más plano, pero no entiendo por qué no puedo flexionar el cuerpo ni moverme como yo quiero. Me noto aprisionado por los brazos y las piernas, y siento el pecho endurecido. ¡Si mi amigo Terrón me viera! Él, que se mueve sentado en su silla giratoria detrás de su mesa en la agencia de viajes, con su ondulada y flácida “barriguita” a cuestas.

Tengo la voz áspera y noto en la lengua un sabor raro, a jugo de tronco de árbol recién cortado. Además, se me debe haber metido algún tipo de resina en los ojos o alguien ha puesto un velo delante de mí para que no vea. Es molesto y me molesta esta postura. No tengo libertad de movimientos y empiezo a agobiarme. De todas formas, lo he pensado mejor y no me voy a levantar todavía. Le diré a Mercedes que me prepare la corbata de rayas azules con fondo blanco, los mismos tonos que la tabla de planchar, que a mí es la que más me gusta, la más nueva, aún no tiene ni una arruga, ¡está tan lisita!

Hoy es un día importante, tengo una entrevista con el señor Selleck y en XXX son muy estrictos con el horario. El señor Selleck me pregunta que si no me canso de estar siempre tan estirado en mi silla delante de mi ordenador. Dice que tal vez esa postura no sea buena para mis programas informáticos ni para mis análisis de sistemas, que los números se ven más manejables si uno no se mantiene tan rígido y que si uno es positivo, hay momentos en que parece que te sonríen, en especial cuando te cuadran las cuentas. José Miguel y Sergio también me lo han dicho repetidas veces. Quizás tengan razón, debería ser más flexible conmigo mismo, físicamente más adaptable, dejar que mi cuerpo actúe con naturalidad, no envararlo ni tensionarlo estúpidamente por nimiedades o por pequeñas contrariedades.  Pero ya he perdido la elasticidad de cuando era niño y ser portero en el equipo de fútbol de mi antigua empresa no me ayuda nada porque apenas intervengo en el juego y, cuando lo hago, es muchas veces para agacharme a recoger la pelota de dentro de la portería.

Ahora se me ocurre pensar en que nunca había entendido muy bien aquel apodo de “El chino” que me pusieron mis compañeros, hasta que el otro día me encontré con Fernando en el supermercado. Me alegré al verle, hacía bastante tiempo que no hablaba con nadie de los viejos tiempos y lo agradecí. Me aclaró por qué me pusieron el mote, no era por lo que yo pensaba, sino porque yo tenía la costumbre de estirarme los párpados con la visera. También me recordó que tenía verdadera obsesión por alisar los pliegues del pantaloncillo y todo lo que llevaba puesto, dijo que tenía que haberme llamado Perfecto y de apellido Metódico.

¡Puf! ¡Qué sabor a plástico caliente me ha venido a la lengua! Lo reconozco, me molestan las arrugas en el pijama, en las sábanas, en cualquier parte, cogen vicio y no hay manera de quitarlas.

Tal vez me he precipitado y debería esperar a que se me desentumezcan los músculos atrofiados. Me tira bastante la piel cuando me remuevo, es como si una barra de metal templado tintineara dentro de mí. Siento dentro del estómago un timbre oxidado que suena sin parar, alertándome de que algo está cambiando en mi cuerpo.

¡Que tarde es! Me parece que ya sale el Sol, vislumbro la claridad que entra en el cuarto a través de las cortinas. Debería levantarme, Mercedes me va a regañar por el retraso, pero se está tan bien ahora. Toda la noche he sentido frío en los pies y en las piernas y hasta en los muslos y ahora que he encontrado un huequecito caliente bajo las mantas, no me apetece mucho cambiar de postura, aunque sé que tarde o temprano tendré que dejar la cama. El pequeño Elmo no tardará en despertar y Mercedes me llamará para que lleve a Carmen al colegio. Seguro que ya me tiene preparada la corbata junto a la camisa nueva, regalo del Día del Padre. No sé cómo lo consigue, pero me gusta lo que hace mi mujer, la ropa no tiene ni un mal plieguecillo, ni la más mínima arruga. Por Mercedes no pasa el tiempo, es encantadora e incansable, tiene un carácter felizmente incombustible, pero a veces es un poco quisquilla. Anoche sin ir más lejos, cuando me puso los pies sobre los míos, que normalmente están calientes, dio un gran respingo y me abroncó porque pensaba que había metido una plancha de metal bajo las sábanas. Yo estaba soñando angustiado con el partido del día siguiente porque, por más que lo intentaba, no podía mover las piernas. Qué mal trago pasé. Menuda pesadilla.

Si me quedo en la cama un poquito más no creo que me regañe, otras veces he llegado más tarde por llevar a la niña al colegio o a Elmo al médico. El pequeñín no ha dejado de tener problemas con el lacrimal desde que nació. Ayer me asusté porque cuando fui a darle el beso de buenas noches, me miró y se puso a llorar como un energúmeno sin derramar una sola lágrima, a lo mejor barruntaba esta desgana que me invade hoy.

Siento mi cuerpo dentro de otro cuerpo y no echo de menos el mío. Pero qué cosas digo, esto es pasajero, una abulia momentánea, en cuanto me lo proponga, ¡ale hop!, doy un salto, que no lo da ni mi Tarzán favorito en su mejor película. De todas formas, ya que hoy estoy con la neura melancólica, debería aprovechar para corregir el capítulo de los tarzanes mudos que me pidió novelar el editor, además tengo los papeles en la mesita de noche, así que no me cuesta ningún trabajo alcanzarlos, sólo tengo que alargar la mano. Una foto de Elmo Lincoln, el Tarzán mudo con su taparrabos de lunares, quedaría muy bien al final del texto.

Ya oigo a Mercedes por el pasillo, ojalá me traiga la corbata nueva y la camisa. Si no, se me va a hacer tardísimo y no sé ya cómo sacarme de encima este cansancio agotador.

Es curioso, ayer, durante el desayuno de trabajo, jugaba a un juego con los compañeros. Fue mi hija la que trajo la idea del colegio y como me gustó, se la propuse a Sergio y a Miguel, que aceptaron enseguida. El juego consistía en elegir cada uno lo que más le habría gustado ser, y los demás debían acertarlo en tres veces. Yo siempre quise ser como una tabla de planchar, no sé, me gusta su textura lisa, sin una arruga, tocar y oler su superficie caliente después de pasar la plancha. Yo quiero mucho a mi tabla y tengo un recuerdo entrañable de una compañera suya, la tabla de surf. Los veranos los pasaba con mis padres en el apartamento de Almuñécar y yo me iba a surfear a donde fuera con ella. Qué agradecida era, cómo controlaba el movimiento de las olas y cómo se peleaba con el agua para que pudiera mantenerme de pie el mayor tiempo posible. Nos complementábamos tan bien que, a los ojos vigilantes de mis padres, éramos indistinguibles en el agua y llegaban de veras a asustarse. Yo, erguido sobre la tabla, saludaba con la mano y trataba de ordenar mis movimientos, como si estuviera ejecutando un programa informático. Todos esos veranos familiares sentí mucho amor por esa tabla y les estoy muy agradecido a mis progenitores por el regalo tan preciado que me hicieron. Desde que tenemos niños, seguimos veraneando en Almuñécar, pero ya no hago malabarismos sobre el agua, Mercedes tiene miedo de que me pase algo irreparable y los niños son aún demasiado pequeños. De todas formas me llevo la tabla con nosotros al apartamento, la cuido con mimo y la baño con agua de mar en agradecimiento a los buenos ratos que me ha hecho pasar. Aquí la guardo junto a la tabla de planchar porque creo que las dos deben estar juntas. ¡Cómo brillan el hule de cuadritos azules de una y la madera pintada a mano de la otra con la luz de la terraza!

Ya vuelvo a oír los pasos de Mercedes por el pasillo, nunca termina de llegar. Seguro que está enfadada y me va a pedir explicaciones por mi tardanza en levantarme. También oigo cómo corretea a su lado y el timbre de la puerta, será Rita que viene a cuidar de los niños y a ayudarnos en las labores de la casa. El crujir de galletas que viene de la cocina debe de ser Carmen tomándose el desayuno, me da hambre porque es muy tarde y aún no me he levantado.

Debería hacerlo y lo voy a hacer porque si no ¿quién va a llevar a Carmen al colegio?    Hago fuerza para despegar las piernas y no puedo, es como si me las hubieran pegado y planchado por ambos lados. Al intentar revolverme, siento un roce desagradable como de tablas metálicas que me produce escalofríos y chirriar de dientes. No oigo el latido del corazón ni el ruido que me hacen las tripas cuando tengo hambre. No quiero preocuparme, pero si sigo así de raro, le diré a Mercedes que llame al médico. No sé por qué no está ya aquí para gritarme que me levante como otras veces que me hecho el remolón, así podría abrazarla y besarla y tontear un ratito, luego siempre me levanto de mejor humor.

Del pecho hacia abajo no siento nada, no miento. Si no fuera porque es una tontería, pensaría que me he convertido en una tabla, lisa, inarrugable.  Sinceramente, hasta los sirénidos mueven la cola con más agilidad. Y el caso es que tampoco me siento tan mal, si no fuera por ese tintineo metálico tan enojoso para mi oído y por esta tonta abulia que me invade y hasta me impide mover un solo músculo reconocible. ¡Maldita astenia! Qué torpe me siento hoy. ¿Serán los 36 años que estoy a punto de cumplir? El caso es que me toco la cara y no siento nada extraño, no tengo el espejo de la cómoda a mi alcance, pero parece que todo está en su sitio, con sus imperfecciones, hasta esos puntos negros que tanto me molestan, a no ser por los pómulos, más duros y lisos que de costumbre.

Rita está hablando con Mercedes, sus voces son nerviosas, inseguras, declamando las urgencias del momento. Hablan de mí y de Carmen, no creo que deban preocuparse porque llegue un poco más tarde al trabajo, diré que he tenido un problema con las muelas. Enseguida, dentro de un ratitín me levantaré y estaré listo para llevar a Carmen al colegio. No quiero que Mercedes piense que estoy haciendo como cuando iban mis padres a buscarme a casa de mi abuela Lala, yo no quería volver y para que no me encontrasen, me escondía en el cuarto pequeño, detrás de la tabla de planchar, se estaba muy calentito y Lala ni se daba cuenta.

Se oyen gritos, pasos apresurados y ruedas que se deslizan por el pasillo, quizá del triciclo de Elmo, aunque es muy pronto para que esté jugando con él. Ya hablaré yo con Mercedes para que no le dé tanta manga ancha. Hablaré también con Rita para que no le consienta al niño esas cosas, con lo tranquila que es Carmen.

Siento cada vez más cerca de mi habitación los pasos y las ruedas, espero que Mercedes no deje entrar al niño ni a nadie, sabe que aún no me he vestido, sigo esperando que me traiga la corbata y la camisa.

Han abierto la puerta y entra Mercedes, pero no veo que traiga mi ropa nueva recién planchada, para vestirme. La miro y casi no la reconozco, tiene la misma expresión que cuando hubo que operar a Elmo del lacrimal. Quiero preguntarle qué ha pasado, ya no oigo el rin-rin del triciclo, a lo mejor se ha caído el niño, si es así, me levantaré, no sea que le haya pasado algo, haré un esfuerzo para vencer esta apatía y este envaramiento horizontal que, la verdad sea dicha, es como mejor me encuentro. Si se ha hecho daño, le diré a Mercedes que yo le llevo a urgencias, me visto, saco el coche y enseguida estoy.

Intento hablar para decírselo, pero nada, no lo consigo, no sale de mi garganta nada que no sea un hilo de voz astillada que oigo muy lejana, como si me hablara a mí mismo desde otro mundo simétrico. Medio observo mi cuerpo con el rabillo del ojo, ha cambiado de forma, ¡es tan diferente! No me da miedo, tiene un aspecto limpio, pulcro, de reluciente quietud.

¿Pero por qué Rita se lleva llorando a Elmo y a Carmen? Quiero darles un beso antes de que se vayan al colegio y yo a mi trabajo. ¿Y qué hacen esos enfermeros en la puerta con una camilla rodante? No puedo creer que Mercedes les apremie con gestos inequívocos, señalándome. Yo no les conozco, quiero que se vayan de mi dormitorio.

Bueno, al fin y al cabo no es tan mala esta camilla, no huele a ropa conocida, pero se asemeja mucho a la balsa de un náufrago y a mi tabla de planchar y a mi tan querida tabla de surf. A propósito, me llamo Pepe, nací en Madrid. Hoy estoy un poco huérfano de vida pero no me quejo. Vivo y me llevan no sé dónde. ¡Todo pasa tan deprisa por mi lado y yo me encuentro tan paralizado! No, tan paralizado no, no quise decir eso, tan estático. Y es que, por mucho que me sacuden estos hombres, no puedo ni quiero moverme ni levantarme, todavía no. Me gustaría que me dejaran un poquito, hasta más tarde, hasta que se me pase esta molesta inmovilidad, este devaneo absurdo entre la cabeza y el cuerpo. Quiero que se vaya esa gente. Esto es sólo una pausa.

Felipe Iglesias Serrano