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¿Qué meriendo? ¿Hoy qué snack tomo?

Como ya dijimos en el anterior artículo, que los adultos merienden, almuercen, tomen una media mañana o unos snacks entre las comidas principales es tan importante como para los pequeños de la casa. Ya conocido esto y su porqué, te preguntarás: “Pero Sarai, ¿qué me llevo al trabajo para merendar? Estoy aburrida de tomar siempre lo mismo”.

Te propongo algunos tentempiés. Todos se pueden transportar al trabajo, en una ruta o al colegio en recipientes como táperes, termos o simplemente envueltos… ¡No hay excusas! Son opciones saludables para toda la familia y muy variadas.

— Frutas y hortalizas: pueden ser al natural, en batidos o zumos (caseros preferiblemente), deshidratadas o al microondas.

— Cereales: bocadillo o tosta (de pan integral, evitaremos pan de molde o repostería industrial) vegetal con hummus, aceitunas, tomate, aguacate, u otros de jamón cocido, atún, pavo o queso fresco.

— Frutos secos: tostados o crudos, con bajo contenido en sal y azúcar.

— Lácteos: yogur con avena, frutos secos, cacao puro o trocitos de fruta. Leche con una rebanada de pan integral con aceite de oliva.

— Bebidas: saborizantes de agua naturales (como un limón exprimido), infusiones, tés o cafés.

Esta última opción tendrá como objetivo la hidratación, a diferencia de las anteriores, que aportan energía saludable que necesitamos recargar entre las comidas principales. Es decir, la combinación de hidratación y energía construirá tu opción más nutritiva.

Yo he decidido merendar mañana palitos de pepino crudo con toque de pimienta, ¿me acompañas?

Sarai Alonso. Dietista-Nutricionista

Medallas para el Club Gimnasio Castilla en la ‘Judo Schools League’

El pasado domingo 15 de noviembre se celebró en el Polideportivo de Villaviciosa la Primera Edición de “Judo Schools League”. Esta actividad es pionera en España, y está organizada por la Federación Europea de Judo.

En ella, los deportistas del Club Gimnasio Castilla consiguieron la medalla de bronce en categoría Benjamín y la medalla de plata en Categoría Alevín. Ya estamos preparados para la siguiente fase, que culminará en el mes de mayo en Alemania.

CLUB GIMNASIO CASTILLA

La puerta negra

Cuentan que en un país muy lejano había un rey que era muy polémico por sus acciones. Los prisioneros de guerra eran colocados en grandes hileras en el centro de la sala, y el rey gritaba diciéndoles:

— Les voy a dar una oportunidad, miren el rincón del lado derecho de la sala.

Al hacer esto, los prisioneros veían a soldados armados con arcos y flechas, listos para dispararles.

— Ahora —continuaba el rey— miren hacia lado izquierdo.

Los prisioneros veían una horrible y grotesca puerta negra, cráneos humanos servían como decoración y el picaporte para abrirla era la mano de un cadáver.

— Escojan: ¿qué quieren? ¿Morir clavados por flechas o abrir rápidamente aquella puerta negra?

Todos los prisioneros decidían lo mismo: morir atravesados por las flechas.

Pasado el tiempo, uno de los soldados del “pelotón de flechas” estaba barriendo la enorme sala cuando apareció el rey. El soldado, con toda reverencia y un poco temeroso, preguntó:

— ¿Sabes, gran rey? Yo siempre tuve una curiosidad… No se enfade con mi pregunta, pero… ¿qué es lo que hay detrás de aquella puerta negra?

El rey respondió:

— Ve y abre esa puerta negra.

El soldado abrió cautelosamente la puerta y sintió un rayo de sol besar el suelo de la enorme sala. Abrió un poco más la puerta y un delicioso aroma a verde llenó el lugar. El soldado vio que conducía hacia un gran camino. Fue ahí cuando se dio cuenta de que la puerta negra llevaba hacia la libertad.

En éstos tiempos de tanta incertidumbre, ¿cuál es tu puerta negra? ¿Ésa que observas con miedo y que, sin embargo, si te atrevieras sería el comienzo de algo mejor?

Beatriz Troyano Díaz – Directora de la Escuela Europea de Habilidades Sociales & Remodelatuvida, Socióloga Coach Personal y Profesional.

www.remodelatuvida.es

siquieres@remodelatuvida.es

Se levantan las restricciones en El Espinillo, San Andrés y San Cristóbal

La Comunidad levanta las restricciones en 10 zonas básicas de salud: dos en Torrejón de Ardoz, seis de Madrid Capital, una en Parla y Guadarrama

La Comunidad de Madrid ha revisado la situación epidemiológica de la región y a partir de las 00:00 horas del próximo lunes, 16 de noviembre, se levantan las restricciones extraordinarias de movilidad en 10 zonas básicas de salud: Brújula y Las Fronteras, en Torrejón de Ardoz; El Espinillo, San Andrés y San Cristóbal, en Villaverde; Rafael Alberti y Peña Prieta, en Puente de Vallecas; Vinateros-Torito en Moratalaz; San Blas en Parla; y Guadarrama.

Así lo han comunicado en rueda de prensa hoy el viceconsejero de Salud Pública y Plan COVID-19, Antonio Zapatero, y la directora general de Salud Pública, Elena Andradas, quien ha explicado que estas zonas han registrado descensos en el número de contagios por encima del 50% las últimas tres semanas, desde el cierre de la semana epidemiológica que terminó el 18 de octubre hasta la última que terminó el pasado 8 de noviembre.

Tras esta decisión, la Dirección General de Salud Pública sí mantiene las restricciones extraordinarias de entrada y salida y sólo por causas justificadas en las siguientes zonas básicas de salud. En Madrid capital son Núñez Morgado (distrito de Chamartín), Guzmán el Bueno (Chamberí), Entrevías, Pozo del Tío Raimundo, Alcalá de Guadaíra, y Numancia (Puente de Vallecas); Daroca (Ciudad Lineal), Pavones y Vandel (Moratalaz), Puerta del Ángel (Latina), Virgen de Begoña (Fuencarral-El Pardo) e Infanta Mercedes y Villaamil (Tetuán).

También se mantiene con límites todo Collado Villalba por tener afectadas sus zonas de Villalba Pueblo, Collado Villalba Estación y Sierra de Guadarrama; Majadahonda por Majadahonda-Cerro del Aire y Valle de la Oliva; San Juan de la Cruz (Pozuelo de Alarcón); Pintores (Parla); Colmenar Viejo Norte (Colmenar Viejo); la zona básica de Morata de Tajuña (Morata de Tajuña); Doctor Tamames y Barrio del Puerto, en Coslada; y los municipios de Galapagar, Alpedrete, El Boalo-Cerceda-Mataelpino, Villarejo de Salvanés, Colmenar de Oreja, Chinchón, Villaconejos, San Martín de Valdeiglesias, Pelayos de la Presa, y Moralzarzal.

RESTRICCIONES

En estas zonas los ciudadanos pueden desplazarse por la vía pública dentro de los perímetros del área afectada, para lo que ya hay dispositivos de colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Respecto a los lugares de culto, el aforo se establece en un tercio. En los velatorios podrán estar un máximo de 15 personas en espacios al aire libre y 10 personas en el caso de ser lugares cerrados.

Asimismo, los aforos y horarios de actividad se mantienen como en el resto de la región (por regla general al 50%) y se suspende temporalmente la actividad de los parques infantiles de uso público.

Estas medidas, no obstante, se acompañan de un refuerzo de la prestación asistencial y de la vigilancia epidemiológica en estos núcleos de población, intensificando la detección activa de casos y contactos estrechos mediante un incremento en la realización de pruebas diagnósticas.

También se potencia la colaboración con los municipios para el desarrollo de acciones conjuntas de información y mediación con la población vulnerable a través de los dispositivos socio-asistenciales; y se procede a la notificación y control del cumplimiento de aislamientos y cuarentenas con el apoyo de la policía local u otros cuerpos y fuerzas de seguridad.

HORARIOS Y AFOROS

En toda la Comunidad de Madrid, en virtud del Real Decreto 926/2020, de 25 de octubre, de Estado de alarma, y del Decreto 29/2020, de 26 de octubre, de la Comunidad de Madrid, se ha establecido además la limitación de movimiento entre las 00:00 horas y las 06:00 horas, salvo por causa justificada, y el cierre de toda actividad de hostelería en la misma franja horaria. Asimismo, las reuniones sociales o familiares están limitadas a seis personas en cualquier franja horaria, salvo convivientes.

En el caso del comercio y servicios profesionales, así como los mercadillos al aire libre, no podrán iniciar la actividad antes de las 06:00 horas y deberán cerrar a las 22:00 horas, a excepción de las farmacias, establecimientos médicos, veterinarios, gasolineras y establecimientos que presten servicios imprescindibles e inaplazables. Los centros comerciales donde haya cines, restauración u ocio podrán cerrar a las 00:00 horas.

Por norma general, incluidos lugares de culto, instalaciones deportivas de interior, hostelería y restauración interior, el Decreto establece la reducción de los aforos en toda la región al 50%. Además, se suspende el servicio en barra. Las excepciones contempladas a la norma general del 50% son un 75% en teatros, cines y otras instalaciones culturales, un 40% en las salas multiusos polivalentes (como el Wizink Center), las terrazas al aire libre que permanecen al 75%, los establecimientos comerciales con el 75% y los centros de formación no reglada, al 75%.

La fractura de cadera

En la articulación de la cadera se encuentran relacionados la cabeza del fémur con el hueso de la pelvis mediante una región de cavidad llamada acetábulo. Esta relación entre dos superficies óseas, que a su vez cuenta con una protección ligamentosa, proporciona la movilidad entre el tronco y el miembro inferior, que nos sirve para apoyar la pierna sobre el suelo y caminar.

Un impacto grave consecuencia de un traumatismo por accidente de tráfico o por agresiones puede ser causa de una fractura de cadera en cualquier rango de edad. En personas mayores, es más común por una caída al tropezarse estando de pie y por movimientos bruscos. En general, las personas mayores tienen más riesgo de presentar fractura de cadera porque los huesos tienden a debilitarse con la edad (osteoporosis) y porque habitualmente ven más disminuida su masa muscular. Se estima que es más frecuente este tipo de fracturas en mujeres, debido a que la disminución de hormonas estrógenas durante la menopausia acelera la pérdida ósea.

Algunos trastornos crónicos relacionados con el tiroides, el déficit de vitamina D y el consumo muy prolongado de medicamentos con corticoides pueden debilitar los huesos a largo plazo. El consumo de alcohol y tabaco puede interferir en el mantenimiento correcto de los tejidos musculares y de los huesos. Por otra parte, el ejercicio físico puede ayudar a fortalecer nuestro sistema musculoesquelético.

Por norma general, se puede intuir una fractura de cadera por los síntomas de dolor intenso en la ingle y la posición de la cadera y la pierna. A veces puede aparecer hematoma y rigidez, o incapacidad para moverse. La radiografía muestra las lesiones, el tipo de fractura se distingue en función anatómica y suele ser necesaria la intervención traumatológica para colocación de una prótesis del hueso dañado.

Las fracturas de cadera, en realidad se producen por una rotura en la cabeza del fémur, en su región proximal con la vecindad de la pelvis, que inhabilita la articulación y por tanto trae como consecuencia la inutilidad de la movilidad en el miembro inferior. Estas fracturas se dividen generalmente de modo anatómico en: región subcapital (justo por debajo de la cabeza del fémur), en cuello de fémur, intertrocantérea (por encima del trocánter); o subtrocantérea (por debajo del trocánter). Existen igual otro tipo de fracturas que se producen en la rama de la pelvis, y habitualmente no requieren cirugía, tan solo reposo absoluto. En otras ocasiones no se visualizan lesiones en radiografías, aunque si pasado un largo tiempo continúa con síntomas y dolor no bien controlado puede ser necesaria una reevaluación clínica.

Dr. Ángel Luis Laguna Carrero – Especialidad Medicina Familiar y Comunitaria, Máster Medicina de Urgencias y Emergencias, Experto Universitario en Nutrición y Dietética

FE

Como quien quiere apresar la sombra

o perseguir el viento, así es el que se apoya

en los sueños.

Eclesiástico 34.2

Era un mediodía lleno de palpitaciones felices, de ingenuos presentimientos recién traídos del sueño de la noche. No lo pensé dos veces y atravesé con astuta rapidez la descolorida plazoleta de San Nicolás. Escapaba del sol de agosto, de las vaharadas de intenso calor, desparramadas sobre los transeúntes que circulábamos como carne perdida por aquel lugar tan lleno de pobreza.

El chiringuito de la suerte estaba siempre abierto para los bobos como yo, jugadores ocasionales que van un día a la semana a depositar su boleto y piensan con deliciosa inquietud que ese día, ese momento, ese efímero instante  será el suyo. Es tan hondo el deseo, que rezan y piden sin fe, a todos los santos del cielo, para que cambien su vida artificial para siempre.

Me sentía lleno de una avariciosa necesidad de dar lo que nunca sería mío y, a pesar de ello, ansiaba poseerlo todo una sola vez para repartirlo todo entre todos al mismo tiempo, al fin y al cabo, no poseer nada nos hace libres.

Al mismo tiempo que depositaba y veía como sellaban en la ventanilla mi boleto del Euromillón, saqué mi móvil y me dispuse a hacerle una foto al listado de botes de todos los juegos semanales. La lotera me miraba de un modo afectuoso, con piadosa simpatía, al tiempo que preguntaba curiosa y yo le contestaba con todo el candor del mundo, que por una vez en mi vida, deseaba tener todos los botes, aunque solo fuera en una fotografía. Asintió sonriendo para sí mirando mi cara de estúpido ilusionista.

Salí de mi casa con los bolsillos vacíos, salvo unas escasas monedas para pagar el boleto, y regresaba a ella por el mismo camino, con el mismo sol puntilloso, la misma plaza, pero con todo el dinero del mundo impreso en una fotografía. También llevaba dentro de los ojos, una pizca de turbia esperanza.

Felipe Iglesias Serrano

La firma digital de documentos

Con los nuevos tiempos, en los que en buena parte la actividad presencial se ha ido sustituyendo por la virtual, las necesidades tecnológicas han aumentado. Y una de esas necesidades supone la autenticación de nuestra identidad ante organismos oficiales, así como la firma de documentos electrónicamente. De esta forma, términos como la “firma electrónica”, la “firma digital”, los “certificados digitales” o “electrónicos”, o el “DNIe”, se han convertido en casi imprescindibles, aunque ya estuvieran en uso hace mucho tiempo.

Como ya sabemos, y muchos ya utilizan, los certificados digitales nos sirven para acceder por Internet a numerosos sitios oficiales para realizar todo tipo de trámites. Dichos certificados, generalmente expedidos por la FNMT (Fábrica Nacional de Moneda y Timbre), debemos descargarlos en nuestros dispositivos para poder utilizarlos. Pueden obtenerlos tanto particulares como empresas. También podemos utilizar nuestro DNIe (DNI electrónico) para realizar dichas operaciones. Junto con dicho documento deberemos tener un PIN y utilizar un dispositivo especial para leerlo, o bien utilizar móviles con conexión inalámbrica NFC. Por desgracia, la utilización del DNIe no está suficientemente extendida y pocos ciudadanos lo usan, generalmente por desconocimiento de sus prestaciones y por cierta complejidad en su utilización.

Una de las operaciones que actualmente ha incrementado su uso es la firma digital de documentos. Aunque ya se utilizaba anteriormente, no era muy habitual su uso, generalmente por desconocimiento tecnológico. Pero con la irrupción de la COVID-19 se ha hecho necesaria y obligatoria en muchos casos para evitar los trámites presenciales.

La mecánica para realizar dicha firma es la siguiente: en primer lugar, deberemos tener instalado algún certificado electrónico reconocido o el DNIe; seguidamente utilizaremos la aplicación de escritorio “Autofirma”. Con ella cargaremos el archivo que queremos firmar, normalmente en PDF. Y una vez cargado, nos pedirá si deseamos que aparezca el texto de la firma o no. Si elegimos que sí, nos dará la opción de ponerlo en el lugar que queramos, su tamaño, etc. También en su momento nos pedirá qué certificado digital queremos utilizar, si tenemos más de uno. Una vez realizado el proceso guardaremos el documento y nos dará la opción de visualizarlo con la firma.

También a través de Autofirma podemos acceder a la verificación de un documento firmado, para saber si es correcto. Recordemos que la firma no se refiere a ese pequeño texto que se añade al documento con el nombre, la fecha y el tipo de certificado utilizado, sino a un conjunto de datos que se añaden al archivo y que no son visibles.

Por lo tanto, hoy en día es conveniente tener algún sistema de autentificación de nuestra identidad de forma digital, pues ello nos facilitará en gran medida realizar numerosos trámites de forma virtual, así como firmar documentos de una manera cómoda, rápida y segura.

CARLOS GÓMEZ CACHO – Tecnólogo

www.gestoriatecnologica.es

No eran los vecinos

El relato y las representaciones simbólicas, principalmente las suministradas por medios de comunicación de amplio alcance, asumen una importancia capital en la configuración de la visión que tiene la ciudadanía en torno a un acontecimiento o a un colectivo.

Por eso, resulta tan alarmante la cobertura que algunos medios han hecho en torno a la agresión y acciones derivadas ocurridas la semana del 12 al 16 de octubre en el Distrito San Blas-Canillejas. Ciertos titulares como “La tensión explota en San Blas ante el aumento de delitos violentos tras la llegada de ‘menas’ al barrio” parecían escritos a vuelapluma, con poca sensibilidad y ánimo sensacionalista.

Aún más pavorosos fueron los tuits donde aparecían vídeos que afirmaban que los integrantes de la manifestación portando las pancartas de “MENAS no” eran vecinos del barrio. Sin embargo, eran jóvenes venidos de otros lugares de Madrid que canalizaron una preocupación justificada de la comunidad y la convirtieron en un acto claramente xenófobo. No, no eran los vecinos.

En cuanto al lenguaje utilizado en los artículos, organizaciones como UNICEF ya desaconsejaron utilizar el término “MENA” (Menores Extranjeros No Acompañados) porque deshumaniza al colectivo e invisibiliza el hecho de que estamos hablando de niños y niñas, adolescentes o personas adultas que acaban de llegar a su mayoría de edad.

Pero además esta palabra se ha vinculado abiertamente a peligrosidad. En un contexto político tan polarizado como el que vivimos en la actualidad, términos como los que acompañan a los titulares (“tensión explota”, “delitos violentos”) refuerzan el imaginario colectivo de las personas que practican sin pudor el discurso del odio.

No todo vale. Instrumentalizar la palabra “mena” en búsqueda del clic fácil solo favorece el clima de discordia, se estigmatiza a miles de menores que están bajo nuestra tutela y dificulta su integración. Es responsabilidad de los medios de comunicación buscar las fuentes que aporten contexto más allá de los testigos. Afortunadamente, otros medios de comunicación sí que demostraron que este periodismo es posible.

El programa de Televisión Española La hora de La 1 invitó a Ismael, de la Asociación de Ex-MENAS de Madrid, que relató su experiencia como menor extranjero no acompañado. El debate se enriqueció además con la llamada telefónica de una vecina del edificio donde se sitúa el piso tutelado y que expuso su experiencia y sus legítimas demandas para una mejor convivencia.

Otros medios digitales se han dedicado también a desmontar los bulos que estaban alimentando la tensión en el vecindario. En definitiva, la función de la prensa en temas tan delicados no debe limitarse a dar el hecho noticioso —ya que puede malinterpretarse y ser utilizado para intereses partidistas—, sino que puede y debe alimentar el espíritu crítico para conformar una opinión pública libre e informada.

LAILA MUHARRAM

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‘El comercio de barrio tendría que estar más apoyado’

Carmen y Conchi, pescadera y pollera, titulares ambas de sus negocios en la galería comercial Luyego

Un lluvioso viernes de octubre hemos visitado la galería comercial Luyego, en el número 5 de la calle de Arechavaleta, invitados por nuestro amigo Raúl Martínez, a quien entrevistábamos hace un par de números, que allí trabaja y quería presentarnos a dos mujeres excepcionales y luchadoras, Carmen y Conchi, con las que charlamos sentados en la terraza de la cafetería del centro, bajo una gran sombrilla que no nos cubre del astro rey, pues ni está ni se le espera, pero evita que nos pongamos hechos una sopa, que no es poca cosa, pardiez.

Carmen es pescadera y Conchi es pollera, ambas en esta galería comercial, y ambas son titulares de sus negocios. Esto quiere decir que no solo están detrás del mostrador, sino que toman parte en todo el proceso, algo no tan habitual como pudiera pensarse. Carmen nos cuenta que se tiró “nueve años a pico y pala sola con el negocio” hasta que consiguió traerse a su marido, que era su objetivo. Conchi era empleada en una pollería, y su marido en otra distinta, hasta que al final abrieron juntos la suya propia. Así que, como explica Carmen, ambas “trabajamos 24 horas al día y 7 días a la semana con el enemigo, y luego llegamos a casa, tenemos hijos, tareas domésticas… Pero yo creo que en nuestras relaciones llevamos muy bien la separación laboral/familiar, y bueno, aquí estamos, lo que demuestra que todo se puede hacer”.

¿Cómo fueron vuestros inicios en esta profesión?

Conchi: Como no quería estudiar, tenía que trabajar, y por mediación de un hermano me vine aquí. Entré en la pollería sin saber nada, con 16 años, y poco a poco fui aprendiendo el negocio. Me gusta bastante; ya no aguanto tanto como aguantaba antes, pero bueno, disfruto hablando con mis clientas y con el público.

Carmen: yo llevo desde los 13 años detrás de un mostrador, porque tampoco quise estudiar. Mi primera gran profesión fue la pollería, en la que estuve ocho años, y luego me metí en el mundo del pescado, muy diferente, que me gustó más. Hace unos 12 años me hice autónoma, lo que ya es una vida más dura, porque a las cuatro de la mañana ya he bajado sola a Mercamadrid, compro, cargo, monto mi tienda, y luego estoy en ella todo el día… Y me gusta. Es cierto que cuesta madrugar, a nadie le gusta, pero yo luego disfruto comprando mi pescado, discutiendo los precios…

Comentabas que es un entorno muy masculino… ¿Qué tal?

Ca.: Bueno, yo entré con algo de miedo, porque era un mundo nuevo en el que buscarme la vida, sola… Un mundo que está lleno de hombres, pero lleno. Y Mercamadrid es grande, tú eres una perita en dulce que baja ahí, y te tienes que hacer respetar. Y marcando tus pautas y tus límites, te respetan.

¿Y en tu experiencia, Conchi?

Co.: No, en nuestro gremio pocas veces vamos a los almacenes: yo pido las cosas por teléfono y me las traen. En realidad mi compañera es la que más está luchando en ese sentido al tener que ir a Mercamadrid… Yo pro

blemas con los hombres no he tenido: al revés, aquí en el mercado me han tratado bien.

¿Cómo es trabajar en una galería comercial de cara al público?

Ca.: A ver, cuando empiezas te callas todo y a veces las clientas llegan a “pisarte”, porque eres nueva y no sabes… Pero la experiencia es la que te hace saber manejarte. Yo, por ejemplo, utilizo mucho la ironía… Y es como todo: hay días que tienes más paciencia y otros menos, porque también tienes días malos, pero bueno, en general gusta…

Co.: Claro, al principio era difícil, porque cuando empiezas eres una niña, y hay gente que va a por ti, pero poco a poco vas aprendiendo, y aunque muchas veces te hagas un poco la tonta, no lo eres: a la larga, con buenas palabras, les dices ciertas cosas a estas personas… De todas formas, yo pienso que antes había más gente así que en la actualidad. Ahora tenemos una clientela que son más bien amigas: yo con ellas me llevo muy bien, hablamos de sus problemas, de los míos… De hecho parece que muchas veces viene la gente porque le gusta hablar contigo, porque les escuchas. Y a no pocas mujeres es aquí donde las escuchamos, ya que en sus casas no encuentran eso.

Con los clientes, ¿os habéis encontrado con diferencia de trato por ser mujeres?

Co.: Pero yo creo que eso era antes… Yo ahora no lo noto así, eso ha cambiado muchísimo… Tengo muchos clientes con los que me llevo estupendamente, y hay muchos clientes hombres que prefieren que les despache yo, igual que hay mujeres que prefieren que les despache mi marido. Aparte está ocurriendo una cosa: claro, yo he visto a muchos niños nacer, y ahora estos niños ya son padres, se han quedado por aquí a vivir y vienen a comprar aquí porque aquí venían sus padres. Entonces, si por ejemplo con la madre he tenido yo más trato que mi marido, el chico o la chica va a venir a mí, y cuando se refiere a mi negocio dice “voy donde Conchi”. Son nuevos clientes, pero son niños a los que les he estado dando yo un chupa-chups cuando han venido en el cochecito, y ahora se lo doy a sus hijos.

¿Cómo es la nueva generación? Según contáis ha mejorado el trato…

Co.: Mucho… A veces hay alguna excepción, pero vamos, no tiene nada que ver… Yo creo también que la gente joven se deja guiar más por nosotros, vienen y nos piden opiniones: “¿Le puedo dar esto al niño?”, “¿Qué me aconsejas tú?” o “¿cómo puedo hacer esto?”… Y a mí me gusta mucho transmitirles mis experiencias.

Ca.: Yo creo que estamos iniciando a los jóvenes al mercado de barrio, porque es verdad que los fines de semana tenemos mucha juventud, lo que es muy bueno, y es por lo que decía mi compañera: en un centro comercial te despachan un pescado y ya está, y en mi casa se van con pescado variado, uno de ellos nuevo, y además con una receta. Y claro, no hay color…

¿Creéis que esta llegada de nueva clientela tiene que ver con la situación actual de pandemia?

Ca.: Probablemente influya, pero aparte yo diría que se va valorando más la calidad y el precio. No es lo mismo ir a un centro grande y que te den cualquier cosa que venir a una tienda de barrio con la confianza en lo que tú le vas a dar.

Co.: Por ejemplo, se acerca una época, Navidades, en la que la gente que compra en grandes almacenes viene ahora aquí a por algo especial, específico, pues saben que se lo vamos a dar en buenas condiciones y que no les vamos a fallar. En cuanto a la pandemia, ha ocurrido también que las grandes superficies han quitado los repartos de las casas, han dejado a la gente sola, y nosotros no. Nosotros al revés: hemos estado ahí llevando los pedidos, gente que llevaba años sin venir nos ha llamado y yo he ido a sus casas a llevarles los pedidos porque era cuando más lo necesitaban.

¿Cómo veis el futuro inmediato?

Co.: La pena ahora mismo yo creo que son los comercios que están en las calles, que están cerrando muchísimos, pues no tenemos suficiente apoyo. Aquí en la galería somos varios puestos y nos apoyamos unos a otros, procuramos ayudarnos, y eso es lo que no tiene el comercio de la calle. Y es una pena, porque ahora sales a pasear, ves todas las tiendas cerradas, y con el problema que hay ahora no creo que sea tan fácil abrirlas.

¿Queréis hacer algún tipo de reivindicación?

Co.: Hombre, yo creo que tendríamos que estar más apoyados, porque en realidad nosotros somos los que estamos dando muchos puestos de trabajo, con unos sueldos más dignos que los que están dando las grandes superficies.

Ca.: Sí, se necesitan más ayudas para poder fortalecernos más.

Co.: A los autónomos nos tienen medio abandonados, por no decir abandonados del todo…

¿Algún mensaje para los vecinos?

Ca.: Estamos muy agradecidos al barrio, porque somos una de las pocas galerías que se mantienen en pie con tantos puestos abiertos, que yo he estado en muchos sitios y sé que esto es un privilegio, pero quiero pedirles a los vecinos que no nos olviden, que estamos para lo bueno y para lo malo y que sin su ayuda nosotros no podemos sobrevivir.

Co.: Pues yo también algo parecido: agradecer a la gente del barrio que se están acordando de nosotros y pedirles que no nos olviden, que nos apoyen como nosotros podemos apoyarles a ellos.

ROBERTO BLANCO TOMÁS

De restricciones y moralina

Pasado ya el confinamiento perimetral de Madrid, volvemos al de algunas zonas básicas de salud, que van cambiando con las cifras de incidencia. El problema es que al haberse dejado de hacer test a los contactos con positivos que no presenten síntomas (con clara intención bajista, añado), estas cifras no parecen demasiado fiables. Aparte, el confinamiento por ZBS sigue resultando absurdo a cualquiera que conozca Madrid y lo piense un poco: estas zonas son divisiones artificiales, no unidades aislables, por lo que el “control de fronteras” es más bien complicadito, por no decir inviable (en muchas ocasiones una acera de una calle corresponde a una zona y la de enfrente a otra). Y lo más importante: de nada sirve confinar zonas si la mayoría de la gente trabaja fuera de su barrio y tienen que desplazarse diariamente al tajo en transportes atestados.

Nada sorprendente: una nueva muestra de que la clase política vive más pendiente de que parezca que toma medidas que de que éstas sean realmente efectivas. En buena lógica, lo prioritario ahora serían más test, más rastreadores y más sanidad pública, pero claro, eso es más complicado (y sobre todo más costoso). Mejor quedarnos en los confinamientos, que no digo que no puedan ser necesarios si lo que se plantea tiene lógica, pero que por sí mismos, sin lo apuntado, no sirven para nada: el virus no se va a ir solo. Y como esto no deja de ser un ejercicio de control social, es bueno recordar aquello que decía el psiquiatra y psicoanalista Wilhelm Reich de que cada vez que se incrementa la presión sobre las masas trabajadoras suele fortalecerse también la presión moralista para que no protesten y hagan lo que “los de arriba” desean. En este caso, la moralina viene en forma de bombardeo de políticos, “expertos”, opinadores y gente variada insistiendo en mensajes en la onda de “claro, como no hemos tenido cuidado, ahora pagamos las consecuencias”, “como hemos salido demasiado en verano…”, “como nos hemos despreocupado…”.

Y solo faltaba eso, que ahora la gente corriente, que bastante tiene con salir adelante y no perder la sonrisa, tuviera la culpa de todo. Miren ustedes: hasta que no repongan todo lo recortado a la sanidad y ésta no esté como debe estar y mejor todavía, hasta que no haya suficientes rastreadores, hasta que no se hagan test a todas las personas que presenten la mínima posibilidad de padecer COVID-19, hasta que los transportes públicos sean seguros y no vayan hasta los topes y, en definitiva, hasta que no veamos que se hace realmente todo lo que se puede hacer para frenar de verdad la pandemia y encontrar soluciones para todas las personas a las que de una u otra forma ésta ha traído o aumentado el drama a sus vidas, sin dejar a nadie atrás, no tienen ustedes autoridad moral para venirnos contando nada de nada. Así que si no van a hacer algo de todo eso, mejor se callan y así al menos no nos ofenden.

Roberto Blanco Tomás