Inicio Blog Página 318

Vivencias de un alcohólico en tiempos de pandemia

Buenos días, vecinos. Me llamo Ángel, alcohólico y miembro del Grupo Villaverde de Alcohólicos Anónimos. En primer lugar quería agradecer al periódico de Villaverde que nos dé voz a los vecinos. Seguro que para ellos no es fácil tampoco en estos tiempos.

Hace casi un año que llegó esta situación a nuestras vidas. Una situación de miedo, inquietud e incertidumbre para muchos. Puedo imaginar el miedo de muchas personas mayores, solas en residencias o en casa ante una situación que no pueden comprender; a miles de familias que se han quedado sin trabajo o están con miedo a perderlo, sin sustento para vivir. Son tiempos difíciles para todos, también para nosotros los adictos.

En este tiempo en que es más complicado salir, alternar, ha habido gente que pensaba que era un bebedor social, y se han podido dar cuenta de que tenían un problema, que el beber era algo más que un hábito; se han dado cuenta de que les hace sufrir, y al final de que era una adicción. Se han incrementado las llamadas pidiendo ayuda al teléfono de Alcohólicos Anónimos; también hemos visto que los que piden ayuda son más jóvenes. En todo este tiempo hemos estado ahí, tendiendo la mano a todo el que pedía ayuda, ya haya sido de forma presencial en nuestros grupos o a través de aplicaciones online.

Nuestra forma habitual de juntarnos era de forma presencial, donde podemos sentir el calor humano de los compañeros, una sonrisa, un abrazo y la identificación en el dolor que nos causaba el beber, y donde además compartimos la esperanza de la recuperación. Hubo épocas en las que tuvimos que reunirnos por las diferentes plataformas online, otras en las que lo podíamos hacer de forma presencial. Lo hemos hecho como hemos podido, siempre cumpliendo con lo que decía la ley. Hubo épocas en las que estaban confinadas diferentes zonas del Distrito, lo que dificultaba la asistencia al grupo. Aun así nos seguíamos reuniendo: cuando no podíamos hacerlo de forma presencial, lo hacíamos online.

Esta situación en una persona en activo o con poco tiempo en recuperación es muy peligrosa: a los que están en activo les lleva a beber más, y a los que llevan poco sin beber y no están en contacto con otros alcohólicos, les sitúa en peligro de recaídas. Afortunadamente, los que llevamos más tiempo, que hemos cambiado nuestra forma de enfrentarnos a la vida, que seguimos tendiendo la mano a las personas que piden ayuda, tenemos menos peligro de tener una recaída.

Soy una persona que ha bebido como lo hace tanta gente en nuestro país; en un momento de mi vida me convertí en alcohólico, no controlaba mi forma de beber, sabía cuando empezaba pero ignoraba cuando terminaba. Había perdido el control con el alcohol: no soy culpable, pero sí responsable una vez que conozco el origen de mi adicción. El sufrimiento que me causaba el alcohol hizo que mi familia pidiese ayuda, me dejé ayudar por otros que tienen mi misma adicción y esto ha servido para parar mi enfermedad.

Cuando estaba en activo me sentía culpable de no ser capaz de dejar de beber; creía que si no lo hacía era por mi falta de fuerza de voluntad, por mi debilidad. Ignoraba que era víctima de una enfermedad, de la que no podía salir si no me dejaba ayudar. Que nadie se sienta culpable si cree que tiene un problema con el alcohol; que pida ayuda, si no es en Alcohólicos Anónimos que lo haga en otras asociaciones, pero que lo haga. Sin olvidar, naturalmente, a su médico de cabecera o cualquier otro profesional, médico, psiquiatra, psicólogo, etcétera.

El alcoholismo es una enfermedad que la sufre la persona que la padece y todos los que están a su alrededor. Como cualquier otra enfermedad, lo primero es que lo reconozca quien la padece. Si no es así, es complicado que se pida ayuda.

Me explicó un psiquiatra que si una costumbre, beber, la convierto en un hábito, y éste me empieza a causar problemas y no soy capaz de dejarlo, es probable que se haya convertido en una adicción.

La sociedad tolera al que bebe, incluso si no bebes puedes resultar sospechoso: “¿qué le pasará que no bebe?”. Pero suele estigmatizar al alcohólico: “si le causa problemas, ¿por qué no deja de beber?”. Ignoran que los que nos hemos convertidos en alcohólicos hemos perdido la capacidad de beber, que sin ayuda es muy difícil dejar el alcohol. No lo tienen que entender los demás: los que tenemos que entenderlo somos nosotros y pedir ayuda.

Si alguien tiene problemas con el alcohol, quizás podamos ayudarle. Estamos en una sala de la Parroquia Santa Bibiana. Para mejor información de las reuniones, llamad antes al teléfono 91 341 82 82. Ahí un compañero os informará de los días y horarios en que nos juntamos.

Ángel (Grupo Villaverde de Alcohólicos Anónimos)

Nos cuesta hablar de emociones con los hijos

Sé que estamos pasando por momentos de dificultad por todo lo que estamos viviendo, quizás has perdido algún familiar, o quizás te falta tiempo para teletrabajar y atender a tu familia; en fin, a día de hoy para nadie es nuevo que la vida nos ha cambiado por completo. Es por eso que quiero compartir contigo herramientas para hacerte la vida un poquito más fácil día a día.

A la hora de educar a los niños, cada vez se habla más de la educación emocional. Se trata de un proceso mediante el cual madres, padres y educadores, en general, ayudan y enseñan a los niños a conocer y reconocer las emociones básicas en uno mismo y en los demás, así como a autorregularse emocionalmente ante situaciones adversas o conflictivas.

El primer paso es empezar por ti: tú eres su mejor maestro para descifrar su mundo interior. Recordemos que educar no se trata solo de decir palabras, sino que cada acto queda marcado en su memoria, aún más si este recuerdo esta sellado por una emoción. Nuestra labor es convertirnos en expertos emocionales, es conocer cuáles son las emociones básicas y sus principales funciones. Por ejemplo, conocer que el miedo es una emoción básica cuya función principal es paralizar y así evitar un peligro potencial; también nos puede impulsar a crecer por miedo a los acontecimientos del futuro.

Una vez que conocemos las emociones básicas, debemos aprender a reconocerlas, tanto en nosotros mismos como en los demás; es decir, ser capaces de saber qué emoción estamos experimentando en un momento dado o poder reconocer la emoción de tristeza o rabia en los demás a través de su gesto facial, su cuerpo, su lenguaje, etc. El cuerpo siempre nos habla, él es la primera voz de alerta para empezar la observación y de ahí la autorregulación.

Aprender educación emocional nos ayuda a vivir una vida más tranquila, te da la posibilidad de tener el control en todo momento de tus actuaciones y así evitar que la emoción de la rabia o incertidumbre colapse tu vida y te arrastre a un mar de tristeza, donde la única salida es huir. En definitiva, la persona con una buena educación emocional es aquella que da respuestas adaptativas ante los diferentes obstáculos de la vida, sabe reponerse y tiene un buen manejo de sus emociones.

A continuación te dejo cuatro ejercicios para realizar con tus hijos, y así desde el juego enseñarles autorregulación.

— Ejercicio 1. Dibuja caras con las emociones: puedes dibujarlas junto a tu hija o hijo, ponerlas en un sitio visible en casa y cuando ocurra algo acudir a ellas y practicar su identificación.

— Ejercicio 2. Ponte como el mejor ejemplo. Los niños aprenden de cómo actúan sus padres; cuéntale cómo te sientes en algunas situaciones.

— Ejercicio 3. Cuando estés leyendo algún cuento identifica las emociones: qué sienten los personajes, etc., y luego pídele que haga lo mismo.

— Ejercicio 4. Anímale a averiguar los motivos que hay detrás de sus emociones, ya sean de enfado, tristeza, miedo, etcétera.

¿Te parecen divertidos? Ponlos en práctica y luego me comentas los resultados.

Gabriela Araujo

Centro de Ayuda a la Familia. En Familia Sentir-Pensar-Actuar.

C/ Orovilla, 54. Ciudad de los Ángeles.

‘El proyecto aguanta por cabezonería’

Roberto Cano y Celso Pérez, presidente y secretario de FutSala Villaverde, un club deportivo con dos décadas de historia que sigue adelante superando las dificultades con esfuerzo e ilusión

El deporte de base, por su papel a la hora de ofrecer un ocio saludable y enseñar de forma práctica valores como el compañerismo y la importancia del esfuerzo y del trabajo conjunto a la hora de alcanzar metas, resulta un elemento de gran utilidad en eso que conocemos como “hacer barrio”. La situación actual de pandemia, como en todos los sectores, ha supuesto dificultades añadidas para este tipo de actividades, y a objeto de observarlo mejor en un ejemplo de nuestro distrito hemos entrevistado a Roberto Cano y Celso Pérez, presidente y secretario respectivamente de FutSala Villaverde.

Comencemos por el principio: presentadnos vosotros mismos vuestro club.

Celso: FutSala Villaverde nació en el año 2000, derivado de otro club del Distrito. Empezamos un grupo de chavales, entre los que estaba yo, y fuimos ascendiendo año a año hasta que en la temporada 2006-2007 el equipo logró ascender a Segunda División de fútbol sala, que entonces se llamaba “División de Plata”. Después, en la temporada 2008-2009, logramos la clasificación para un play-off de ascenso a Primera División, entonces “División de Honor”. No pudimos jugarlo por motivos económicos, y desde entonces, a causa de la crisis, el equipo ya ha ido bajando categoría a categoría hasta estar a día de hoy en Tercera División.

Aparte, empezamos a crear la escuela a mediados de la década pasada, y en la actualidad contamos con cuatro equipos federados: un Tercera División, un Preferente y un Juvenil Preferente masculinos, y un femenino Sénior en Segunda. Luego tenemos también un Juvenil, un Infantil, un Alevín y un Benjamín municipales. Ocho equipos en total. La ilusión del club es volver a llegar lo más arriba posible, si económicamente podemos y si deportivamente nos lo ganamos en la pista.

La situación de pandemia que vivimos ha alterado el desarrollo normal en todos los sectores… ¿Cómo lo habéis vivido vosotros?

C.: El último año, en el aspecto económico, gracias a que tenemos personas como Roberto, que se está moviendo mucho con los patrocinadores, lo vamos sobrellevando como podemos. Este club no se ha creado para sacar ningún beneficio económico, o sea que hay niños que están pagando sus cuotas y otros que no pueden pagarlas y evidentemente las asumimos entre todos los demás. El último año, cuando llegó marzo y se cortó todo, el club sufrió lo suyo, ya que bastantes padres no pudieron hacer frente a los pagos. Hemos empezado 2021 con -4.600 euros, y estuvimos sopesando cómo salíamos en federación con todos los equipos, incluso valorando no salir… pero bueno, luego decidimos seguir adelante y lo hemos conseguido.

El proyecto aguanta por cabezonería. Muchas veces se ha salido adelante así, porque en cuanto a ayudas oficiales, este club tiene subvenciones desde que lleva Roberto de presidente, dos años. Y FutSala Villaverde tiene ya 20 años de existencia, ha estado en Segunda División y es el club que más alto ha llegado en el Distrito a nivel colectivo en el deporte masculino, gracias a la cabezonería y a los patrocinadores. Estamos en Plata y

Castañar desde la temporada 2006-2007, y como para jugar en Segunda teníamos que cumplir una serie de requisitos, entre ellos tener unas gradas con capacidad para mil personas, ese gasto lo asumió el club: 150.000 euros. Por eso cuando llegó el equipo de balonmano y supimos que tenían gratuidad en el uso de las pistas lo reclamamos también para nosotros: hemos puesto las gradas sin pedir nada a cambio, porque esto lo hacemos sin ánimo de lucro, pero sí queremos que al menos los niños no tengan que pagar las pistas. Así conseguimos con la anterior junta una autorización, concedida para cuatro años y renovable cada año. Pero llegó el nuevo jefe de Deportes y la eliminó, aunque quedaba un año, así que de nuevo pagamos por las pistas.

¿Qué ha cambiado con la COVID a la hora de practicar deporte?

Roberto: Pues lo primero que ha cambiado es que hemos tenido que hacer cada club un protocolo COVID… Luego la instalación tiene su propio protocolo, y también las federaciones, tanto la española como la madrileña… y hay que cumplirlos todos a rajatabla. La Federación Española tiene como particularidad que cada 15 días nos hacemos test de antígenos. Aparte, nuestro club ha comprado más por si tenemos que usarlos nosotros con algún alevín o infantil, siempre con permiso de los padres. Otra novedad: el club ha tenido que buscar un médico por si hay un caso COVID, un gasto más… Los partidos, como norma general, son sin público; y en fin, lo que vemos en la tele: desinfección de banquillo cada vez que termina el tiempo, etcétera. Jugar con mascarilla es obligatorio en las categorías inferiores, y aunque en principio no lo es en la nacional, también depende de las normas del pabellón: si éste te obliga te la tienes que poner.

¿Y cómo es ahora mismo la situación del club a nivel deportivo?

R.: Pues la verdad es que estamos bastante bien: todos nuestros equipos tienen ahora mismo opción de ascender de categoría. Hay equipos que no han llegado a debutar, como el Juvenil por ejemplo, por algún caso COVID en otro equipo y la nieve, pero bueno, ya está todo normalizado, y creo que esta temporada deportivamente puede ser buena, económicamente la podemos salvar, y para el año que viene ya veremos [risas]…

¿Qué expectativas tenéis a medio/largo plazo?

C.: La ilusión deportiva del club es que ojalá llegara lo más arriba posible y superara el récord que conseguimos nosotros, con jugadores formados en el Distrito… Eso me encantaría. Y un reto muy especial es que por fin tenemos un equipo sénior femenino, en el que hemos tenido que meter a dos niñas de 14 años y a una juvenil para que puedan jugar, porque no hemos encontrado más chicas. Todo empezó porque teníamos una niña que llevaba desde alevines con los niños, y como la injusticia dice que a partir de cadetes no pueden jugar juntos, fue una promesa que le hice, que ha llegado tarde porque ya han pasado tres años desde que llegó a la edad de jugar de cadete, pero al final se ha conseguido, y la ilusión ahora es poder tener una base también de chicas.

R.: Y luego, en lo social, que todo niño o niña que quiera jugar en el Distrito pueda hacerlo, quitarles de las casas de apuestas y demás, y cuanto más se fomente el deporte en el barrio, mejor. Si luego tenemos un equipo que está en Segunda División, pues mejor todavía para todos, aunque de momento es una utopía, ya que tendríamos que afrontar mucho dinero.

¿Algún mensaje para los lectores?

R.: Que la escuela está abierta para todo el mundo, tanto niños como mayores… También necesitamos monitores, y toda ayuda o colaboración con el club será siempre bienvenida.

En las redes: Facebook: FutSala Villaverde;Twitter: @FsVillaverde; Instagram:@fsvillaverde

ROBERTO BLANCO TOMÁS

Transformación urbana y acompañamiento social para una nueva Colonia Experimental

La Junta Municipal de Villaverde, a través del Departamento de Servicios Sociales, ha puesto en marcha el “Servicio de acompañamiento social para la transformación urbana en la Colonia Experimental de Villaverde”, un proyecto dirigido a que todas las personas que viven en esta zona puedan recibir la atención necesaria.

La Colonia Experimental de Villaverde es un espacio de 1,97 hectáreas en Villaverde Alto – Casco Histórico, en el que se levantan 408 viviendas repartidas en un entramado de calles, algunas asfaltadas y otras de terrizo. En su origen, esta colonia se planteó para dar solución al problema de la vivienda social existente en los años 50 del pasado siglo, lo que definió su configuración edificatoria y urbanística. En este sentido, se levantaron una serie de bloques bastante homogéneos en lo que a características constructivas y tipológicas se refiere, lo que ha derivado también en cierta identidad común en las obsolescencias, deterioros y carencias que presentan en la actualidad.

Precisamente, el estado de deterioro en el que se encuentran las viviendas ha marcado también la configuración socioeconómica de esta colonia de Villaverde, que presenta un alto índice de vulnerabilidad social.

Intervención urbana y social

El principio del fin de la degradación de este espacio se dio el pasado mes de abril, cuando el Ayuntamiento de Madrid aprobó la reparcelación de la Colonia Experimental de Villaverde, lo que permitirá urbanizar la zona y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Esta actuación, que parte del Área de Desarrollo Urbano, hará posible que vecinos de la colonia puedan disfrutar de calles y parques.

Pero la situación de la colonia no mejorará solo desde el punto de vista físico. Junto a la renovación del entorno urbano y a la transformación edificatoria que va a sufrir, el servicio de acompañamiento social que pone en marcha la Junta Municipal, vinculado a este proceso, abordará de manera integral la intervención social en la zona gracias a una serie de acciones transversales ejecutadas por un equipo multidisciplinar y en el marco de los Servicios Sociales de Atención Social Primaria del distrito de Villaverde.

Este proyecto, enmarcado dentro de los Planes Integrales de Barrio, pretende promover una atención integral mediante un proceso de desarrollo comunitario y cohesión social que complemente a la intervención que ya realizan los trabajadores del Centro de Servicios Sociales Huerta de Villaverde. Además, el trabajo se realizará bajo un enfoque de género, analizando las diferencias y desigualdades existentes para generar actuaciones que promuevan una mayor igualdad entre hombres y mujeres.

Líneas de actuación

Vigente hasta el próximo 30 de noviembre de 2022 (prórroga incluida), el proyecto seguirá tres líneas de acción: la atención al impacto en los miembros socialmente más vulnerables de la colonia; la promoción de la cohesión y la convivencia vecinal, y el proceso comunitario de transformación urbana.

En la primera, entre otras acciones, se ofrecerá apoyo y asesoramiento en la organización de la economía doméstica de las unidades familiares que lo precisen durante su participación en el proceso de transformación urbana. Además, se estudiarán y valorarán los casos en los que algún inquilino necesite de una alternativa habitacional durante la duración del proyecto, y se acompañará a las personas implicadas en el arduo proceso burocrático y administrativo que se genere en sus diferentes fases.

En cuanto a la promoción de la cohesión y la convivencia vecinal, el trabajo parte de valorar la situación de cohesión y convivencia de los cerca de los 800 residentes de la colonia, así como de sus comunidades de vecinos, a las que se apoyará en la elaboración y presentación de la documentación exigida en el proceso de rehabilitación. Asimismo, se pondrán en práctica las acciones de mediación que sean precisas para la resolución de conflictos vecinales en las comunidades y en la toma de acuerdos vinculado al proyecto de transformación urbana.

Finalmente, en la última línea de actuación, el servicio de acompañamiento social a la transformación urbana de la colonia pretende también incrementar la cohesión e integración territorial en esta área a través de actividades comunitarias. Y para ello será muy importante la colaboración con la Asociación Administrativa de Cooperación de la Colonia Experimental, así como la coordinación activa con entidades sociales de la zona y proyectos sociales en marcha con el fin de optimizar los recursos existentes y evitar la duplicidad de actuaciones.

JMD VILLAVERDE

Quejas sobre el pintado de pistas en el pabellón del CDM Plata y Castañar

En el paso de enero a febrero ha tenido lugar una polémica, que aún persiste, en torno a la mejora y pintado del pavimento del pabellón del Centro Deportivo Municipal Plata y Castañar. Durante el mes que acaba de pasar nos han llegado quejas al respecto a nuestra redacción, de las que nos hacemos eco al parecernos asunto de interés público.

Tras la citada mejora, el club FutSala Villaverde expresaba su desacuerdo en sus redes sociales, en las que entre otras cuestiones el 26 de enero denunciaba lo siguiente: “¿Alguien conoce alguna instalación en todo Madrid con diez pistas de bádminton pintadas en el suelo del pabellón y con el color más visible cuando en todo el distrito de Villaverde no está ni dentro de los 30 deportes más practicados, y estaría por decir que no sé si lo practican 30 personas en todo el Distrito?”. Tres días después realizaron una petición de información al Departamento de Deporte de la Junta en los mismos términos.

El Departamento de Deportes respondió al club, y en lo relativo a esta cuestión explicaba: “Además de impartirse clases de bádminton y pickleball dentro de la programación del CDM Plata y Castañar, el 22 de diciembre de 2019 celebramos las primeras jornadas de promoción del bádminton inclusivo, y para desarrollar las mismas se realizó un marcaje provisional, momento en el que se valoró la posibilidad de realizar su marcaje de forma permanente cuando se acometiera el acuchillado del pabellón”. Finalmente el marcaje de las pistas, “en base al que ya existía”, fue el siguiente: una de fútbol sala / balonmano en amarillo (respetando el original), dos de baloncesto centrales en blanco (respetando el original), dos de minibásquet laterales en verde (respetando el original), una de voleibol central en azul medio y once de bádminton/pickleball/minitenis en negro.

Con respecto a la respuesta de la Junta, desde el club apuntan: “Estamos de acuerdo con que se marquen pistas de bádminton, lo que no vemos lógico ni normal es marcar 11 pistas, y encima que predominen sobre todos los deportes. En la temporada 2019/2020, en la instalación de Plata y Castañar se desarrollaba una hora a la semana con cinco jugadores apuntados. Para este año no hay clases, y si quieres que te las den pagas 5 euros: se pintan 11 pistas y no hay quien las use esta temporada. Todos queremos que el pabellón sea multiusos y la inclusión de todos los deportes, pero no favoreciendo a unos y perjudicando a otros”.

Además, apuntan errores en el marcaje: “a la pista de futbol sala, por ejemplo, le faltan los ángulos de los córneres para poner el balón. Además, el círculo central es de 3 metros, y el actual no cumple esa medida. Las líneas que delimitan por dónde se tienen que hacer los cambios en el balonmano no están pintadas, y se subsanó marcándolas con cinta aislante o similar, porque el árbitro suspendía el partido… Para ser especializada y homologada (debería estarlo), ha tenido errores de bulto”.

En fin, a bote pronto (nunca mejor dicho, pues hablamos de deportes de pelota) parecen muchas pistas en un solo pabellón. Solo le encontraríamos sentido si se pretendieran hacer campeonatos de forma regular o se esperase una avalancha de nuevos alumnos de bádminton, lo que entendemos muy poco probable. Mientras tanto, imaginamos que tantas líneas superpuestas resultarán una dificultad añadida a la práctica deportiva, y no digamos al arbitraje, en este pabellón. Si encima hay errores en el marcaje, para qué queremos más… Por favor, una solución razonable.

REDACCIÓN

Nueva concentración contra la plataforma logística el próximo 4 de marzo

Continúan las movilizaciones contra la plataforma logística PALM-40.

La próxima tendrá lugar el 4 de marzo, a las 17:00, en la puerta de la Junta Municipal de Villaverde (C/ Arroyo Bueno, 53). Convocan este acto de protesta la Plataforma Vecinal Usera Villaverde y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid, quienes recuerdan a las personas que tengan previsto asistir al mismo que es obligatorio el uso de mascarilla y mantener la distancia de seguridad.

Periódico Distrito Villaverde, nº 293. Marzo 2021

Villaverde Alto, Villaverde Bajo, Ciudad de los Ángeles, Los Rosales, Butarque y San Cristóbal de los Ángeles

 

Editorial: Nuestros pequeños héroes

Nueva concentración contra la plataforma logística el próximo 4 de marzo

En la puerta del hospital, por la sanidad pública

Más de 800 pancartas reclaman en Butarque la construcción de su centro de salud

El Ayuntamiento aprueba las obras de acondicionamiento del anillo verde de Villaverde

Quejas sobre el pintado de pistas en el pabellón del CDM Plata y Castañar

Especial colegios

Entrevista a ROBERTO CANO y CELSO PÉREZ, presidente y secretario de FUTSALA VILLAVERDE, un club deportivo con dos décadas de historia que sigue adelante superando las dificultades con esfuerzo e ilusión

Nos cuesta hablar de emociones con los hijos

Y nuestras secciones: Tu vez y tu voz, Cultura, Colaboraciones, Secciones.

Privatización de la Sanidad: que no te engañen

Contra la privatización, la mejor vacuna: derogación de la ley 15/97 y del artículo 90 de la Ley General de Sanidad.

“Durante décadas, los gobiernos apenas han financiado, ni dotado de personal suficiente y han privatizado los sistemas de salud en todo el mundo. Y estas tendencias han agravado el impacto de la pandemia”1.

Estamos asistiendo a una serie de movilizaciones contra los partidos de derechas que están privatizando la sanidad, pero no te están contando todo.

¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué pueden privatizar la sanidad?

La privatización es legal en base a dos leyes de ámbito estatal: los artículos 67 y 90 de la Ley General de Sanidad, que permiten derivar a los pacientes a la privada mediante conciertos y convenios singulares; y la Ley 15/97, que permite que un centro público sea gestionado por empresas privadas.

¿Quién aprobó y/o mantiene estas leyes?

Todos los partidos políticos del arco parlamentario aprobaron o defienden mantener dichas leyes.

¿Qué garantías hay de que si cambian los gobiernos no privatizarán?

Ninguna. Cuando las “izquierdas” están en la oposición prometen derogarlas, pero cuando llegan al poder, olvidan sus promesas.

  • En 2009 presentamos 500.000 firmas en el Congreso pidiendo que derogase la ley, cuando el PSOE tenía mayoría para derogarla, y ni siquiera tuvo la decencia de recibirnos.
  • Pero, en el 2012, ya en la oposición, el PSOE presentó una proposición no de ley para derogar la 15/97 -el PP tenía mayoría absoluta y era imposible que saliera adelante-.
  • Unidas Podemos defendía derogarla hasta 2015 cuando estaba en la oposición. Incluso Irene Montero participó con nosotrxs en las movilizaciones en aquella época por la derogación. Hoy guarda silencio.
¿Es posible blindar la sanidad en una sola CCAA?

No. Todas las leyes de ordenación sanitaria autonómicas son subsidiarias de las leyes estatales (Ley General de Sanidad y Ley 15/97), y han introducido también la gestión privada en sus territorios. Sólo la derogación de las estatales permitirá blindar la sanidad en todas las autonomías.

¿Por qué estamos en contra de la sanidad privada?

Los hospitales privados tienen mayor mortalidad. La evidencia demuestra que la mortalidad se incrementa al ser atendido en un hospital con ánimo de lucro: un 9,5 % en recién nacidos, un 2% en adultos2, y un 8 % en crónicos3. Esto es así porque los hospitales privados emplean menos personal y … para repartir beneficios entre sus accionistas (los inversores esperan un 10%-15% de retorno de su inversión).

¿Qué se puede hacer?

Explicar que la privatización es legal, y que detrás de ella se esconde el trasvase de miles de millones de euros todos los años a empresas privadas, lo que ha desmantelado el sistema público.
Convencer a nuestros vecinos de que la única posibilidad es la movilización en la calle contra todos los partidos políticos que defiendan la gestión y el lucro privado de la sanidad.

¿Qué alternativas hay?

Es posible una sanidad pública que atienda a toda la población, independientemente de su situación administrativa, con gestión democrática, centrada no en lo curativo y el hospitalcentrismo, sino que actúe contra los determinantes sociales y económicos de la enfermedad.

Ello implica:
  • Potenciar la atención primaria y la salud pública.
  • Prohibir el ánimo de lucro en el sistema sanitario, derogando las leyes privatizadoras.
  • Acabar con las redes sanitarias paralelas que se nutren del dinero público.
  • Reforzar el sistema sanitario con más plantillas.

Sábado 27 febrero 2021, movilizaciones estatales.

Fuente: www.casestatal.org

La madre

Habrá que volverlo a leer varias veces para poder decir algo digno de encomio…pero la primera leída me deja una sensación de frescura y humor que llega a trascender a la descripción de la escena. Muy logrado. Me parece excelente !!!

Roberto María Zamalloa.

“¡Tekeli-li!, Tekeli-li!” [1] El teléfono sonaba ya por tercera vez. Era temprano, no habían dado las nueve en el reloj del almacén y comenzaba a preparar el trabajo que más tarde distribuiría al resto de los empleados. La voz risueña de Cristi aplacó la línea.

— ¿Girondo?, ¡huy!, en qué estaría yo pensando, en mujeres que vuelan, claro, tú eres… Preguntan por el señor Medrano, tú…

— Pásamela Cristi —le dije rotundo, no sin cierto desasosiego en el paladar.

Sentía una punzada cerca del ombligo que me oprimía el estómago y me provocaba una especie de bilis en la garganta. En realidad era sólo un mal presagio. No había hecho nada malo que yo supiera y nada había de temer.

— ¿Señor Marrano? —y me pareció oír que la voz surgía del otro cielo— ¿Señor Marrano? —insistió la voz, y sonaba a mojoncito dulce y a tan poquita cosa, que, presa de un anonadamiento pasajero, fui incapaz de sacarla de su error al citar mi apellido.

— ¡Síii! —contesté y, al mismo tiempo, noté cómo me entraba por el buche un trozo de nube de polvo cruda y cómo mi voz espigada, desmigaba la carraspera de mi garganta.

— Soy la madre de Susanita y verá, mire usted… —del mojoncito de voz sobresalía una firmeza tan… que instintivamente me llevé la mano a los pantalones, como si el miedo fuera a bajármelos a los tobillos, su sitio natural, lo veía venir desde que empezó esta conversación.

— Voy a ir al grano porque sé que le pillo a usted en horas de trabajo. Yo sólo quiero que mi hija sea feliz, ¿sabe usted?… Aquí delante de mí, tengo una foto suya con ella, es que mi hija, ¿sabe?, es muy descuidada, deja las cosas en cualquier sitio…

Yo sujetaba con una mano los pantalones, que ya ni sentía en mi cuerpo, y me imaginaba a la autoritaria madre después de encontrar las fotos, totalmente inofensivas, registrando exhaustivamente la habitación de su hija y asumiendo con lógica aplastante su papel de madre carcelera.

— Claro señora… Perdone, ¿cómo se llama?, no me gusta hablar con alguien de quien no sé su nombre.

— Isabel.

— Isabel, su hija es un caos humano, es verdad, tiene esos “descuidillos”…

Y según lo decía, no podía apartar de mi cabeza la imagen de una mujer menuda, puro nervio, zarandeando frenéticamente el caos natural en que se convierten las habitaciones de los hijos para obtener cualquier clase de información. En su búsqueda de respuestas, ¿comprenderá mejor?, ¿averiguará algo no deseado?… Inexplicablemente, la madre es el ser humano primordial.

No sentía sudores en mi frente, sólo el pressing telefónico agazapado en mi oído derecho y un tintineo en los huesecillos de mi débil mano izquierda, que sujetaba los pantalones.

— Porque usted señor Marrano, ¿qué edad tiene?

Yo al principio no la vi venir, pero era indudable que había salido de la trinchera y se lanzaba campo a través como los australianos en Gallipoli [2]. “Morir matando por mi hijita” sería el lema. Una boca aspiró esa décima de segundo que duró el silencio impuesto por la pregunta, no sabría decir si fue mi boca seca o la suya.

— Y además trabaja usted en un sex-shop, lo digo por la tienda que se ve al fondo de la foto. Mi hija, aunque ya tiene veintiún años es una cría, ¿sabe usted?, ¿me comprende?, su cabeza pasa todavía por la edad infantil, y con su asma…

Hablaba atropelladamente, como si quisiera decirlo todo de una vez y en el menor tiempo posible, pero su voz mojoncita permanecía firme. Todo sonaba a representación bien ensayada, a que había pensado durante mucho tiempo lo que iba a decir bien armada de valor y de datos extraídos de la habitación vacía de su hija durante las horas de universidad. Se había fijado la tarea de ser madre con mayúsculas y, sin apartarse un ápice del guión, siguió zumbando en mi oído su voz cadenciosa de arroyuelo múltiple.

— ¿Sabe usted que tiene una enfermedad muy grave en las vías respiratorias y que posiblemente no llegue, por estas gracias que tiene la vida, a cumplir los treinta?

El estrépito que armó el teléfono al caer encima de la mesa fue menor comparado con la actividad de espirales circulares que desfilaban por la oscuridad que de pronto vino a anegar mis ojos. Sentí pasar por ellos toda la eternidad y el fuego del infierno bajo mis pantalones. Recogí el auricular con un innecesario tembleque. Ahora la voz de Isabel se oía mucho más lejana…

— Mi hija habla conmigo ¿sabe usted? Me cuenta algunas cosas…

Reaparecí, las espirales desaparecieron de mis ojos y en ese mínimo descanso de la turba mental en que los guerreros toman aire antes de proseguir la lucha, recordé a Susanita revolando alrededor del Metro por Vallecas, cerca de mí, cantándome en ambos oídos, para que lo oyera en estéreo, los broncones con su familia, los derrumbes paternos y afirmando: “Sí, me he cargado a mi familia yo solita, y lo he hecho sin ayuda de nadie. No sé qué más sabré hacer para destruirla…

Isabel no escuchaba ni dejaba hablar, proseguía con su relato.

— Ella fue la que me dijo que le abordó a usted en el Metro, que tiene cuarenta y pico de años y que es separado. Ella es así ¿sabe usted señor Marrano? Y yo sólo quiero que mi hija sea feliz, lo más feliz posible, es lo único que pido. Estas cosillas de usted, sus regalos, lo que me he ido encontrando en esos descuidos de mi niña…

Había tanta calidez en sus palabras, tanta familiaridad en su voz mojoncita, que yo ya me iba acostumbrando a que me llamara por ese nombre tan peculiar, incluso llegué a pensar que bien pudiera ser que alguien de la rama familiar se llamara así.

Ella proseguía imperturbable su monólogo. Me di cuenta de que lo que yo pudiera decirle no le interesaba. Mi pantalón se iba cada vez más abajo o así lo pensaba yo. Lancé un par de miradas furtivas en derredor mío, pero, afortunadamente, la oficina estaba tranquila, todas se habían ido a desayunar a Flores, donde sirven unas pulguitas y un café deliciosos. Ni tan siquiera se me hizo la boca agua al pensar en el desayuno, como otras veces. Tenía la boca tan seca como si alguien hubiera puesto un torrezno salado en mi paladar.

Pude articular alguna frase completa en un hueco de su perorata, cuando se detuvo para tomar aire.

— Señora… Isabel… los dos queremos lo mismo. Yo aprecio a su hija y ella me dice que le vienen terapéuticamente bien nuestras conversaciones. Pero hace ya más de tres meses que no la veo. Yo respeto su silencio y sepa que no hay nada entre ella y yo fuera de hablar y hablar, se lo aseguro Isabel. Y le digo más, la respeto muchísimo, sobre todo por su fragilidad. Pues eso…

Me oía hablar a mí mismo, tan serio, como para convencerme de que no había desgana en mis palabras, sino verdadero y sincero afecto por aquella muchacha de veintiún años con cara de biberón senegalés.

— ¡Dios mío! —me dije.

Ya apenas escuchaba a la madre mientras me contaba de las mil y una formas de respeto, a buen seguro refiriéndose a ella, pisoteadas por la hija a todas horas, mientras el padre, trabajando todo el día en Telefónica, no se enteraba de nada.

Sólo nombrar la palabra respeto me infundía pavor, porque es una palabra hueca si no va acompañada de alguna breve acción que la respalde. Yo, sin darme cuenta, había soltado mis pantalones. Agarraba el auricular fuertemente con la otra mano, no sabía bien si con la intención de estrangular el aire con el cable, por puro miedo, o por no medir en qué lugar de mis piernas se hallaban los susodichos pantaloncitos, esa prenda que en apariencia otorga la mayoría de edad ante los demás. Decoro.

Deposité una mirada salvadora en aquel cuadrito sin valor, cuyo viejo marco se sostenía en un ángulo de mi mesa. Aquel mar de espuma blanca me tranquilizó a medias. Nunca me había fijado en la firma hasta ahora, un garabato largo escrito de una vez: Poe.

La madre seguía hablando, intentaba tranquilizarse ella sola. Al parecer no tenía interés en obtener respuestas de mí, salvo (y ya la había obtenido) lo referente a su máxima prioridad: la carne. A todo esto, yo no conseguía saber por dónde diablos andaban mis pantalones, apenas sentía ya la mano que sostenía el teléfono y la oreja me ardía con saña. Me noté tenso, sin saber dónde poner ya el remolino de manos que me aturullaba. Por qué será que en presencia de una madre se siente uno observado y vigilado como un conejillo de indias. Así me sentía yo en aquellos minutos infinitos, en el papel de calmante tranquilizador, pero hecho trizas, intentando superar lo insuperable, el visto bueno de una madre ¡por teléfono! Miré de nuevo la pintura del cuadrito con escepticismo y me sentí atrapado, sin fuerzas para seguir luchando por causas perdidas. Además, ya no tenía ganas de poner orden en el caos de Susanita. ¡Qué más daba! ¡Que volara sola! Por qué iba a luchar para salvar la amistad de una mujer con mentalidad adolescente. No hay amistad que cien años dure con una madre por medio. Cada una de las palabras de su boca eran disparos de perdigones que me abrasaban parcialmente los párpados y me hacían arder temporalmente las hormonas. Llegado a este punto, la verdad es que me daba igual todo lo que decía, ni siquiera me preocupaba lo que había sido de mis pantalones ni de los nudos enredados del cable telefónico. Puros nervios. Por educación esperé que acabara, aunque estaba deseando colgar, por cansancio y porque habían vuelto mis compañeras de desayunar y tenía la falsa impresión de que sus orejas eran más largas y estaban más cerca de mí de lo habitual. En un trabajo monótono, en el que se hace siempre lo mismo y se trabaja siempre con los mismos artículos, el incidental vuelo de una mosca, por leve que sea, es motivo de arduos comentarios “titanic” que te hunden más y más en la miseria para que la rumorología maledicente pueda durar días.

Volví a la realidad sin temor a haberme perdido nada, después de haber llegado a la conclusión de que no me interesaban ni la hija ni la madre si esa amistad llevaba aparejada a las dos partes. Y pensé que bien podía seguir intentando hacer de su niña una santa, si su niña se dejaba. Buen mozo, buen trabajo… lo de siempre, pero luego, con el paso del tiempo, desesperanza y vacío. En esta triste conclusión estaba cuando oí al mojoncito de voz susurrándome al otro lado del hilo.

— Lo que sí le pido es que esto que estamos hablando no salga de nosotros, se lo ruego por favor, mi hija es…

Y mi hija esto y mi hija lo otro, pensaba yo y ya me temía que se fuera a alargar la conversación otros cuantos minutos que mi oreja no sería capaz de aguantar, pero me equivoqué porque Isabel, más tranquila y con una educación exquisita, creyó oportuno dar por zanjado el asunto y la conversación, o monólogo más bien. Yo, idiota de mí me obcequé inútilmente en estos últimos instantes en seguir tranquilizándola, a pesar de que ella estaba ahora muy sosegada y hasta feliz. La muy perspicaz me había calado, un bobo bonachón y para su hija un perdedor. ¡Noooo! Tuvo que ser ella la que invadiera unos segundos de silencio mío para poner fin a aquello.

— Señor Marrano, le ruego nuevamente que esto quede entre usted y yo.

Desde luego el golpe de efecto, si eso era lo que había pretendido, funcionó, pues yo me desgané de toda lucha, o, tal vez, la hija realmente no lo merecía. Así y todo no quise despedirme sin interesarme cortésmente por ella.

— ¿Y cómo está ella?, lo último que sé es que se había operado de los ojos.

— Pues aquí sigue tan trasto como siempre, andamos detrás de ponerle gafas o lentillas, aunque ella no quiere, dice que le afean, pero no tendrá más remedio que ponérselas… Bueno, no quiero entretenerle más que está usted en horas de trabajo.

— Sí, bueno Isabel, pues cuídese usted mucho y cuide bien de su hija. Adiós.

Colgué tan de sopetón que hasta yo mismo me vi desprevenido. Ni sabía dónde estaban mis pantalones ni los sentía. Un desasosiego tan inmenso como el mar blanco del cuadrito se apoderó de mí. ¿Había perdido una amiga, o había ganado una madre?

“Tekeli-li!, ¡Tekeli-li!”, una nueva llamada apartó los pensamientos visibles de mis ojos mustios.

— ¿Dígame? —dije con débil vocecita— Era mi jefe.

Felipe Iglesias Serrano

[1] Grito ancestral que aparece en la novela de Edgar Allan Poe: Narración de Arthur Gordon Pym.

[2] Soldados australianos masacrados inútilmente en Gallipoli por el ejército turco en 1915, gracias a la desidia de los generales ingleses.

Las bibliotecas municipales convocan la vigésima edición de su concurso de marcapáginas

Este año está dedicado a los ‘Héroes y heroínas de mi ciudad’, en homenaje a todas las personas que han estado en primera línea durante la pandemia

El concurso de marcapáginas que convoca anualmente la Red de Bibliotecas Públicas Municipales celebra este año su vigésimo cumpleaños y lo hace con unos protagonistas muy especiales. ‘Héroes y heroínas de mi ciudad’ es el lema elegido para esta edición, que quiere ser un homenaje a todas las personas anónimas que han estado en primera línea durante la pandemia de la COVID-19: bomberos, policías, personal sanitario, operarios de limpieza y todos aquellos profesionales que ayudan a construir un Madrid mejor.

Desde mañana lunes, 22 de febrero, y hasta el 7 de marzo, cada participante puede presentar un único dibujo inspirado en el tema elegido para este año, original, inédito, libre de derechos de autor y que no haya sido publicado ni premiado en otros concursos.

Pueden participar todos los ciudadanos, ya que se han establecido cinco categorías que abarcan todos los grupos de edad: la primera para los más pequeños, hasta los 5 años; una segunda para los niños de 6 a 8 años; la tercera para el tramo de 9 a 11; la cuarta, de 12 a 14 y la última para los mayores de 15 años.

Hay, además, dos categorías especiales: una para alumnado de centros de educación especial y otra para integrantes de centros ocupacionales, de día o miembros de asociaciones para personas adultas con discapacidad. En estas dos últimas, los participantes han de presentar sus dibujos a través del centro al que acudan.

Bases, premios y jurado

Los trabajos deben medir 10,5 x 29,7 centímetros, pueden ser en color o blanco y negro y el soporte ha de ser papel o cartulina. En la última categoría de edad, a partir de 15 años, se admiten también dibujos realizados en ordenador y collages y en las categorías especiales se admite cualquier tipo de material.

Los marcapáginas deben presentarse en una plantilla creada para este fin, que se puede descargar en este enlace, al igual que las bases del concurso. También se puede recoger presencialmente en cualquiera de las 32 bibliotecas que integran la red municipal. La entrega ha de ser presencial en cualquiera de estos centros.

El jurado, compuesto por cinco miembros de las bibliotecas municipales, valorará la originalidad y la composición, la calidad del diseño y su adecuación al tema propuesto. En cada categoría se elegirá un finalista por cada biblioteca, de entre ellos saldrá el ganador de la categoría. Los finalistas recibirán un diploma acreditativo de su participación y dos libros. Los ganadores recibirán un lote de libros y un DVD. Sus nombres se darán a conocer en el Portal de Bibliotecas Municipales el 22 de marzo. La entrega de premios será presencial y coincidirá con la celebración del Día del Libro, el próximo 23 de abril.