Visitamos a esta entidad sin ánimo de lucro alojada en La Nave que interviene en contextos vulnerables, educativos y sociales

Creática es “una entidad sin ánimo de lucro que utiliza la tecnología para mejorar la sociedad, en este caso la educación”, me explica Carlos Flores, que me recibe junto a Juan Lozas y Esperanza Martín, los tres de los cofundadores de esta ONG alojada en La Nave que constituyen su “equipo fijo”. “Intervenimos en contextos vulnerables, educativos y sociales —continúa Carlos—, y nos focalizamos en la educación porque es un pilar para la sociedad de mañana. Desde ahí lo que hacemos con la tecnología es intentar que sea herramienta de cambio de esas situaciones de injusticia o problemáticas que nos encontramos. A nivel educativo lo que pretendemos es que niños, adolescentes y jóvenes crezcan como pensadores creativos, y eso se traduce en que tengan herramientas para la vida. Buscamos que los procesos educativos que hacemos den habilidades a las personas que pasan por aquí para ser ciudadanos del siglo XXI. Y eso supone aprender de otros, la capacidad de innovar, aprender del error, codiseñar, empatizar con la problemática del entorno… y todo eso lo hacemos con procedimientos tecnológicos”.

Creática nace de los rescoldos de la Asociación Semilla, entidad social de largo recorrido en el Distrito en la que participaban mis tres anfitriones y que cierra en 2014. Cuando esto ocurre, “pensamos que todo ese legado no se podía quedar ahí”, recuerda Carlos. “Los tres somos vecinos de Villaverde, y por ello éramos conscientes de que la problemática a la que nos enfrentábamos seguía existiendo, motivo por el cual un espacio como Creática tenía sentido”, explica. Así que todo ocurre de forma natural: Semilla cierra en diciembre de 2014 y Creática nace en enero de 2015. “No pretendíamos llenar el hueco de Semilla ­—matiza—, porque eso era imposible, pero sí que había saberes, modos de hacer, que eran valiosos y habían tenido resultados durante muchos años, así que continuamos en esa línea. En 2015 formalizamos la entidad y entramos en residencia en Matadero, porque nosotros mezclamos la tecnología con el arte y la creación, e Intermediae [espacio de Matadero Madrid dedicado a las prácticas artísticas socialmente comprometidas] tiene ese componente, y la tecnología era algo que les interesaba”. Allí estuvieron hasta 2018 trabajando con distintos programas, que mantienen en la actualidad.

Ejes de trabajo

Creática tiene tres ejes principales de trabajo. El primero está dedicado al abandono escolar temprano, persiguiendo su reducción a través del desarrollo de la creatividad y utilizando la tecnología como herramienta de transformación social. El segundo se centra en la “resiliencia tecnológica” y busca la reducción de la brecha digital “a través del desarrollo de competencias para la vida, asumiendo la tecnología como medio para adaptarse, rehacerse y empoderarse”. Finalmente, el tercer eje está dedicado a la brecha digital de género, y el objetivo es alentar las vocaciones tecnológicas en las niñas y jóvenes, motivándolas para que participen “en carreras tecnológicas, tanto en la formación reglada, como de manera profesional, en el ámbito del ocio u otro tipo de actividades”.

Ejemplos de programas del primer eje serían Fabricantes, basado en tecnología para estudiantes de ESO y FP Básica con dificultades generalizadas de aprendizaje y que se encuentran en riesgo de abandono escolar; o Teen Makers, club de iniciación a la creación digital dirigido a niños y adolescentes de entre 7 y 15 años, que desarrolla proyectos tecnológicos innovadores que surgen de la inventiva de los participantes. En el segundo de los ejes encontramos programas como Communitifi, que busca paliar la brecha digital a través de empoderamiento tecnológico de familias en situación vulnerable de San Cristóbal a través de la creación de una red wifi metropolitana comunitaria; o Tecnosarao, dirigido a la sociedad en su conjunto, un espacio de formación, experimentación y reflexión de nuestra dimensión digital, trabajando desde las necesidades de los participantes. Del tercer eje, programas como TECH4Girls, que busca generar interés en la tecnología por parte de las chicas a través de la experimentación en un espacio en el que probar su potencial mientras crean y se divierten; o FABGirls, programa de creación digital dirigido a chicas de 11 a 18 años que desarrolla proyectos tecnológicos innovadores que surgen de su inventiva. En cuanto a números, Carlos nos explica que anualmente unas 2.000 personas pasan por los programas de esta entidad.

En 2018 Creática pasa a integrarse en la comunidad que se está creando en La Nave, ocupando uno de sus contenedores. El espacio de innovación urbana del Ayuntamiento resulta desde el principio un lugar ideal para desarrollar su actividad. Para empezar, por su ubicación: “el que los chavales de los centros educativos de Villaverde puedan venir aquí andando es clave. Eso ya te ayuda a superar una barrera tremenda”, explica Juan. “Luego, el propio espacio —continúa—, pues nosotros entendemos que los espacios dignifican también a las personas. Poder dar aquí una formación, un taller o un Tecnosarao acogiendo a sus participantes en una instalación como ésta tiene un atractivo que cambia radicalmente la dinámica del grupo. Y otra cosa muy potente son los ‘vecinos’ que tenemos: es un lujazo traer aquí a un cole, decirle al ‘vecino’ que nos cuente su actividad y que éste explique a los chavales cómo hacen microsatélites o desarrollan videojuegos. Eso es espectacular”.

La pandemia

Como en todos los campos, la pandemia de COVID-19 implicó cambios grandes y repentinos en la actividad de esta ONG. Mis anfitriones destacan que, dadas las características de Creática, pudieron adaptarse con mucha rapidez al nuevo escenario. Carlos me cuenta que “desde el primer momento tuvimos la capacidad de trabajar en un nivel educativo montando plataformas, generando contenidos y virtualizando todo lo que hacíamos”. Juan destaca que uno de los efectos ha sido que “nos hemos convertido en apoyo no solamente ya para las familias, sino también para centros educativos: generar una plataforma, empezar a dar esa formación a profes, no perder contacto con los chavales que venían aquí en ningún momento… Fue ipso facto, y eso fue muy importante para los chavales y para los profes”. También utilizaron sus impresoras digitales para producir pantallas para los EPI, llegando a hacer unas 500 para el Hospital 12 de Octubre.

Carlos reflexiona: “lo que la pandemia nos ha aportado es que la dimensión online antes aún no la teníamos: nosotros trabajamos con personas que necesitan ese contacto humano. Tuvimos que pensar cómo podíamos hacer lo mismo, pero online. Intentamos seguir con una atención personalizada, aunque fuera a distancia, y buscamos metodologías que nos lo permitieran. Y un efecto de ello ha sido que, aunque nos consideramos una entidad de barrio y de la Comunidad de Madrid, hemos dado el salto estatal, pasando a hacer formación de profesores y talleres con chavales en toda España, e incluso en Latinoamérica. Así que nuestro desarrollo a lo largo de los dos últimos años puede resumirse en que todo se ha ido escalando a mayores: seguimos haciendo los talleres en el barrio, pero vamos teniendo también proyectos a escala nacional, de mayor impacto y con más actores”.

Todo ello, claro, implica un montón de trabajo. Juan asiente: “El equipo de Creática somos nosotros tres, pero obviamente esto no sería viable si no tuviéramos otro montón de gente que nos apoya, ya sea en todo el proceso o en distintas cuestiones concretas. Todo lo que sea incorporación de voluntariado que nos pueda ayudar para mejorar la personalización de las actividades o en áreas más transversales es siempre bienvenido y lo tenemos”. También es importante hablar de financiación, ya que todos los proyectos de Creática son 100% gratuitos para las personas que en ellos participan. Carlos apunta dos vías: “la principal son patrocinios de empresas, para lo que buscamos socios que entiendan lo que estamos haciendo, en lo tecnológico y en lo no tecnológico. Y luego tenemos socios colaboradores: las formas de colaborar económicamente se pueden ver en la web, pero no solo buscamos colaboraciones monetarias, sino también personas que nos puedan servir de contacto para llegar a más o gente voluntaria que pueda colaborar de una u otra forma con sus saberes y/o su tiempo”.

La educación es una herramienta de construir futuro, y en ese escenario no cabe duda de que Creática supone un activo de primer nivel en el Distrito para corregir desigualdades, despertar y favorecer creatividades y sumar a lo mucho que Villaverde tiene para ofrecer a la ciudad y al mundo. Excelente trabajo, vecinos.

MÁS INFORMACIÓN
www.creatica.ong

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