BEATRIZ TROYANO DÍAZ
A día de hoy, ¿hay algo de lo que te arrepientes? ¿No te lo habías planteado? Pues hazlo, que… ¡estás a tiempo!
Bronnie Ware, experta en cuidados paliativos y enfermos terminales, compiló en un libro los cinco remordimientos más frecuentes:
- “Ojalá hubiese tenido el coraje para vivir una vida auténtica por mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí”.
- “Ojalá no hubiese trabajado tanto”.
- “Me hubiese gustado tener el coraje para expresar mis sentimientos”.
- “Desearía haberme permitido ser más feliz”.
- “Lamento no haberme mantenido en contacto con mis amigos”.
¿Te identificas ya con alguno? Pues todavía hay más, ya que Neal J. Roese, profesor de la Northwestern University, nos comenta que nos arrepentimos de tres grandes temas: de los estudios realizados, de la carrera profesional que hemos escogido y de la relación de pareja, si bien es verdad que esto de arrepentirse depende del carácter, del género y de la cultura. Si analizamos las diferencias con respecto a género, según los datos, el 44% de las mujeres nos arrepentimos de las decisiones amorosas y solo el 19% de los hombres. El arrepentimiento va con la absurda pregunta de: “¿y si hubiera decidido…?”, por lo que lo más práctico es eliminar ese signo de interrogación de nuestro cerebro, ya que además nunca sabremos qué habría ocurrido. Pero quizá lo más importante es ser consciente del dato de que, por norma general, cuando estamos en situaciones límite de salud, anhelamos el habernos atrevido a seguir más nuestros sueños. Por eso, seamos conscientes de qué queremos, démonos el permiso, busquemos el cómo y… ¡a por ello!