CARLOS MANUEL FLEITES GONZÁLEZ.
Antes de los eclipses totales las lunas llenas son magníficas.
Ayer no le cabía ni un alpiste. Estaba a punto de vomitar. Hoy era una uña de gato. Pensé que había perdido la noción del tiempo. Y al sacar al perro por segunda vez lo comprendí todo. Amo las sombras rojas de mi pobre planeta….
Dónde estás tú lejos de mí. Escondidos.
Algo me lo decía y me dio por caminar. Hice ejercicios de brazos a la vez. Al final fue todo rápido. Quizás la miré con cara de bobo o ave de rapiña. Levanté los brazos por ella, pero no la toqué.
El gato de la uña al revés hubiera estado acostado. Jugando con la luna y mi sombra herida. En la constelación de los sueños olvidados.