El climaterio es una palabra que utilizamos para referirnos a un periodo de la vida de toda mujer que abarca desde la premenopausia hasta la postmenopausia. Es una etapa con cambios físicos y psicológicos a consecuencia del paso de ser fértiles a no fértiles. Se trata de una etapa de la vida, un proceso natural; y que como toda transición requiere un periodo de adaptación. Cada mujer lo vive de una manera diferente.
Generalmente el climaterio comienza a partir de los 40 años con la disminución de la función del aparato reproductor, que queda reflejado por irregularidades en los ciclos menstruales, hasta llegar a la menopausia en torno a los 50 años, o lo que es lo mismo, 12 meses consecutivos sin tener la menstruación. Después aparece la postmenopausia, con síntomas que son el resultado del cese de las hormonas sexuales femeninas.
Es muy frecuente la aparición de sofocos a corto plazo y de prevalencia nocturna, y aunque pueden ser algo desagradables en determinados momentos, la buena noticia es que con el paso del tiempo van disminuyendo hasta desaparecer. El mejor remedio para éstos es utilizar ropa de algodón y comidas no copiosas, sin olvidarnos de llevar un abanico siempre con nosotras. También pueden aparecer otros síntomas como insomnio, fatiga, ansiedad, irritabilidad; muchas veces relacionados con los sofocos. En caso de malestar pueden siempre pedir apoyo y asesoramiento a su enfermera de Atención Primaria.
Otro síntoma puede ser sequedad vaginal, para lo que es útil la utilización de lubricantes. La incontinencia urinaria puede ser el resultado de la pérdida de tono de nuestra musculatura del suelo pélvico. El pilates, los ejercicios hipopresivos y los ejercicios de Kegel ayudan a fortalecer de nuevo estos músculos. La incontinencia urinaria puede tener solución, pídanos ayuda en el centro de salud.
Otros síntomas a largo plazo son la osteoporosis y los problemas cardiovasculares, los cuales pueden prevenirse mediante dos pilares fundamentales: una dieta sana, variada y equilibrada y la realización de al menos 150 minutos semanales del ejercicio que más le guste, le relaje y/o le divierta.
No lo olvide: no está sola en este proceso de cambio. Podemos ayudarla si lo necesita y acompañarla en esta etapa.
Miriam Perales Navarro. Residente de enfermería familiar y comunitaria.