JULIO HERNÁNDEZ GARCÍA.
Nuestro distrito fue escenario de encarnizados combates
El ejército sublevado el 18 de julio de 1936 había alcanzado los límites de la provincia de Madrid en su intento por conquistar la capital. El 4 de noviembre, el general Varela ocupa Getafe, con el aeródromo de Cuatro Vientos; el día 5 Carabanchel, con el hospital militar, inaugurado en 1903, y Villaverde. Con ello las tropas nacionales dominan la línea Cerro de los Ángeles – Carabanchel – Villaverde. Las tropas nacionales se hacen fuertes en Villaverde Alto, como base para los ataques sobre Madrid, y El comandante Líster tiene que retirarse a Villaverde Bajo
Madrid quedaba con estas ocupaciones y las de la Casa de Campo (Varela), el puente de los Franceses y parte de la Ciudad Universitaria, bajo el fuego, por el sur y por el oeste, a tiro de la artillería de los sublevados desde el 8 al 23 de noviembre, pero no lograron entrar. Ante la dura oposición con el “no pasarán”, los atacantes cambian de estrategia y dejan un nuevo intento para más adelante, quedando Madrid sitiado hasta el 28 de marzo de 1939, cuando se rinde. El 1 de abril termina la guerra.
La Columna Tella, con la XIII Bandera de la Legión, prosiguió la ocupación de la línea de trincheras de Usera, zona del Zofío, y el Vértice (cerro) Basurero el 10 de noviembre. La lucha por ambos bandos fue muy dura. Entre los legionarios la relación de bajas habidas en la operación de Usera y Basurero se elevaba a cien, entre muertos y heridos. El Ejército republicano dejó sobre el campo más de 300 muertos.
El 27 de diciembre de 1936, los soldados republicanos encargados de defender el frente Villaverde-Usera (las 36 y 42 brigadas mixtas republicanas) recuperaron posiciones en Villaverde Bajo y reciben la orden de atacar el “cerro del Basurero”. La dura resistencia nacionalista hizo imposible tomar la posición, después de horas de lucha y cuantiosos muertos en ambos bandos. El llamado “cerro Basurero”, donde se depositaban a las afueras de Madrid los desperdicios y todo tipo de basuras, eran unos terrenos que hoy ocupa el colegio de San Viator. En 1961, al comenzar la construcción del colegio, se encontraron túneles con armas, munición y diversos objetos de los soldados. El 5 de abril de 2019, en las obras de instalación del ascensor en la estación de metro de Plaza Elíptica, encontraron una granada de la Guerra Civil sin explotar.
Tella, principalmente con soldados marroquíes, intenta conquistar la zona de Villaverde junto al río Manzanares, pero el área del río estaba controlada por la 1ª Brigada de Líster, que les hace retroceder a Villaverde Alto. El 4 de enero de 1937, el comandarte Líster intenta conquistar Villaverde Alto, pero al no conseguirlo vuelve a recuperar posiciones en Villaverde Bajo a costa de los defensores marroquíes, donde va a controlar, mantener y ampliar la zona, con Los Rosales, El Espinillo, hasta el Parque Lineal del Manzanares y las casas aisladas que había por los alrededores. El 12 de febrero las tropas nacionalistas recuperaron la zona de Villaverde Bajo (Grupo de Investigadores del Parque Lineal del Manzanares).
Según la “Causa General” (1940), leg. 1509, exp, 3. Pgs. 233 y ss., que elaboró un informe de los crímenes cometidos durante la Guerra Civil en la zona republicana, las personas asesinadas en Villaverde o relacionadas con la localidad, entre el 21 de julio y el 6 de noviembre, fueron 91 (89 hombres y 2 mujeres). A 15 se les incautaron sus fincas, y a dos de ellos también sus ganados.
En el documento citado vienen los nombres y apellidos de la mayoría de los asesinados, con la edad que tenían, sus profesiones, afiliación política, cargos que ocupaban y la fecha y lugar de la ejecución. La mayoría murieron en la carretera de Andalucía, en los km 5, 7, 8, 10 y 11 mayoritariamente. Excepto dos que murieron por asfixia, los demás fueron por arma de fuego.
Entre todos ellos cabe destacar a dos personas muy vinculadas a Villaverde y con cargos importantes en el pueblo. Uno fue el alcalde José del Pino Jiménez, de 49 años, agricultor, perteneciente a Acción Popular, partido político surgido al comienzo de la II República, integrante de la CEDA. Fue asesinado en agosto en el término de Carabanchel. El otro fue el médico titular, José Martín Arévalo, de 37 años, perteneciente a la Renovación Española, partido fundado en 1933 con algunos seguidores de Acción Popular, vinculado con la Falange de J.A. Primo de Rivera y liderado desde 1934 por José Calvo Sotelo. Le mataron el 3 de agosto en el km 7 de la carretera de Andalucía.
Tras los años de guerra, la línea del frente Villaverde-Usera quedó arrasada y llena de trincheras y pasadizos. Se destruyó parte del caserío de Villaverde Alto, la iglesia y el convento de las Hermanas de la Caridad.