En el dulce a la par que ajetreado momento bebés, en el que cada suspiro del recién nacido nos enternece el corazón, planea la incertidumbre temerosa de la muerte súbita en el pequeño; la duda de si lo estaré haciendo bien o qué es lo mejor siempre al acecho… Por ello, vamos a dedicar nuestro espacio a resolver las dudas más habituales en este tema junto a unas recomendaciones con el propósito de calmar a los orgullosos padres y madres del retoño.
¿Qué es?
Es la muerte repentina e inexplicable de un lactante (menor de un año), en apariencia sano, generalmente durante el sueño. Se da en 1 de cada 500 recién nacidos. La mayor parte de los casos pasan durante la noche, durante el sueño y sobre todo en los meses fríos. La época más vulnerable ocurre entre el 2º y 4º mes de vida. El riesgo disminuye a partir de los 6 meses, cuando suelen aprender a darse la vuelta solitos.
Aunque las causas no se conocen al 100%, hay una serie de factores de riesgo que pueden predisponer a ello, como la posición al dormir, el entorno, la exposición al humo del tabaco y factores genéticos. La prevención se va a centrar en minimizar estos riesgos.
Consejos útiles
Posición al dormir: coloca al bebé boca arriba para reducir el riesgo. Usa un colchón firme y una sábana bien ajustada. Evita cojines y almohadas a su alrededor.
Haz que pase tiempo boca abajo cuando esté despierto y con supervisión para fortalecer los músculos de su espalda y cuello. Con el tiempo y su maduración será capaz de darse la vuelta él solito consiguiendo girarse en ambas direcciones.
Entorno seguro: evita los juguetes blandos, mantitas o ropa de cama suelta en el espacio destinado a su descanso. La temperatura debe ser fresca y no debe estar demasiado abrigado (vístele con solo una capa más de la que llevas tú). Si notas que su cabeza o piel están calientes y sudorosas igual deberás desabrigarlo y refrescarlo.
Vigilancia estrecha durante el sueño. Aunque existen en el mercado cámaras de vigilancia e intercomunicadores no debemos descuidar nuestra presencia y estar en alerta personalmente. Es recomendable dejar la cuna en tu habitación hasta que tenga más allá de los 6 o 12 meses. Es el lugar más seguro para él.
Fomenta el contacto piel con piel, puedes aprovechar las tomas para achucharlo con ganas. La lactancia materna es un factor protector frente a la muerte súbita en lactantes, así que si te es factible amamántale al menos hasta los 6 meses.
Humo del tabaco: mantener los espacios que compartimos con el peque libres de humos, de paso nos estaremos haciendo un favor a nosotros mismos si dejamos de fumar.
Y sobre todo recordad siempre: ¡tranquilos, lo estáis haciendo fenomenal!