FUTSALA VILLAVERDE.
Este sábado jugábamos contra el Colegio El Valle un partido muy importante para mantener la categoría. Además jugábamos los primeros en la jornada, y la idea era muy sencilla: ganar nuestro partido para meter presión a los otros equipos. Teníamos el apoyo de nuestra afición, que estuvo ahí como siempre y aguantó hasta el final. ¡Gracias a todos!
Empezó la primera parte y desde el minuto uno salimos a por el partido. No podíamos especular. Teníamos el control del juego, manteníamos la posesión en todo momento y robábamos haciendo una presión alta hombre a hombre. El problema es que movemos mucho el balón pero finalizamos muy pocas veces. El descanso llegó con un 0-0 en el marcador, pero la sensación era buena: teníamos el control y las ocasiones, solo había que meter el primer gol.
Comenzó la segunda parte y seguíamos dominando el partido, pero la ansiedad por abrir el marcador era más que evidente en nuestros jugadores. Esto se notaba en pases menos precisos, en decisiones precipitadas y necesidad de llegar cuanto antes arriba. El Valle estaba tranquilo, es un bloque seguro y estaba esperando su oportunidad. Ellos no se jugaban nada, venían con los deberes hechos. En el minuto 5, una subida por banda izquierda de Jorge Martín finalizó con un tiro sin ángulo por toda la escuadra de la portería defendida por Pablo Yuste, que poco pudo hacer. La verdad es que el equipo en ningún momento se vino abajo y siguió jugando de la misma forma y generando ocasiones, pero no conseguíamos transformarlas en gol. Y a falta de 4 minutos para el final, con todo el equipo volcado, un robo dejó un mano a mano entre Jorge Martín y Pablo, en el que el número 20 de El Valle se regateó a nuestro portero y consiguió el 0-2 en el marcador. Este gol nos vino como un jarro de agua fría, y aunque lo intentamos de cinco, solo pudimos encajar el tercer gol segundos antes del pitido final.
Lo que nos ha pasado el sábado se podría decir que ha sido la tónica general de muchos partidos esta temporada jugados en casa. Hemos realizado grandes encuentros jugando a un buen nivel y llevando el control de los partidos, pero la falta de acierto de cara a portería nos lastra para haber llegado con otra situación al final de la liga. Todavía matemáticamente no estamos descendidos y Villaverde nunca se rinde. ¡Lucharemos hasta el final! ¡Vamos Timón!
