ROBERTO BLANCO TOMÁS.
María Mascaraque, periodista muy interesada por la historia y la divulgación, está orientando su carrera hacia ese campo, sin perder de vista a nuestro distrito
María Mascaraque tiene 27 años recién cumplidos y es natural de Villaverde. Mujer en continua formación, estudió el Grado de Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos, luego hizo un posgrado en Conservación y Gestión del Patrimonio Cultural en la UNED, después un máster en Patrimonio Histórico y Cultural en la Universidad de Huelva, y ahora se encuentra cursando online un FP de Grado Superior de Animación 3D y Entornos Virtuales.
Periodista muy interesada por la cultura y la historia, considera importante conocer ambas cosas del sitio donde vives. Ha colaborado con este periódico, realizado prácticas en Europa Press, ha sido community manager en el Museo Arqueológico Nacional y actualmente trabaja en el Museo del Prado, pero está intentando orientar su carrera para poder ejercer aquello que realmente le gusta: combinar el periodismo y la divulgación con la historia. Desafiando a los nubarrones negros de tormenta y al polvo del desierto que visita Madrid la mañana de nuestra entrevista, pasamos un rato muy agradable de charleta en una terracita del Distrito. Constatado: las inclemencias del tiempo no tienen nada que hacer frente a una conversación interesante.
María, ¿por qué elegiste el periodismo?
A mí siempre me ha gustado mucho escribir, y veía que en el periodismo se podía “vivir” de ello. También me ha gustado siempre saber lo que pasaba en otros sitios, así que estaba claro…
¿Y cómo ha sido hasta la fecha tu experiencia en este sector?
Como sabes, estuve colaborando con Distrito Villaverde, y la verdad es que me hizo mucha ilusión: para una persona que aún está estudiando Periodismo y no sabe todavía de qué va la carrera o la vida en general, verte publicado, leer tu nombre ahí y comprobar que haces cosas y salen en un sitio tangible como es un periódico impreso fue realmente una cosa muy bonita. Luego las prácticas las hice en Europa Press, y después de eso estuve de community manager en el Museo Arqueológico Nacional.
Igual que siempre me ha gustado escribir y conocer lo que pasa en otros lugares, también me ha interesado siempre la historia, y yo creo que ambas cosas van un poco unidas, porque conocer la historia de un lugar te da claves para saber por qué sucede lo que sucede en él. En el Arqueológico descubrí además el periodismo cultural, y que se podía divulgar desde ese punto de vista, conjugando lo que habías aprendido en la carrera con el mundo histórico y el mundo de la cultura. Por eso estudié después el máster en Patrimonio Histórico y Cultural, y a partir de ahí me introduje más en ese terreno, teniendo en mente más o menos dedicarme en un futuro al periodismo cultural o la divulgación histórica.
‘El 3D puede ayudar mucho
a la historia
y a la arqueología’
En ese itinerario has descubierto también el 3D…
Sí, porque creo que el 3D puede ser un recurso bastante importante para la divulgación. Ahora mismo todo el mundo tiene un móvil, y con él hace un montón de cosas: se informa, escribe, se comunica con otras personas… Pues bien, el 3D es algo que puedes tener también en la mano y acceder con él de forma sencilla a una cosa que está lejos. Por ejemplo, las ruinas de Machu Picchu, que están en otro país y a lo mejor nunca vas a ir allí, puedes verlas en tu móvil y gracias al 3D casi tocarlas: ver los detalles, ampliar, girar…
¿Qué cosas has hecho en ese campo?
Lo primero que hice fue un curso de fotogrametría, que es la técnica que se utiliza para la documentación 3D. Mi primer modelo fue la fuente que hay en la Plaza Mayor, porque quería enfocar mi trabajo a la historia del Distrito. Luego me introduje en el mundo de la Guerra Civil y realicé cinco modelos 3D de grafitos históricos de Madrid, tanto del bando republicano como del bando franquista. El de la Guerra Civil me parece un tema muy interesante, que además nos rodea constantemente y es algo que parece que todo el mundo conoce pero de lo que poca gente sabe realmente. Y tú vas por Moncloa o por Universitaria y probablemente no te das cuenta, pero las fachadas tienen restos del conflicto. Pienso que más allá de la política son hechos históricos, y conocerlos y comprenderlos te hacen mejor; comprender que ahí hubo un conflicto y por qué se produjo te hace una persona más avanzada, más responsable contigo mismo y te permite entender mejor la historia de tu país, que creo que es algo bastante importante.
‘La historia te da claves
para saber por qué sucede
lo que sucede’
Volviendo al 3D, muchos restos de entonces están desapareciendo, y desde ese punto de vista, el de la preservación, puede hacer una labor importante porque congela un objeto en el tiempo, esté mejor o peor, y a partir de entonces puedes verlo siempre en el estado en que estaba en ese momento, aunque luego se degrade. Por ejemplo, en el caso de mis modelos, con total humildad, esos grafitos no estaban documentados en ningún sitio: los he documentado yo y están en Internet porque yo los he hecho, lo que también me llena de orgullo y satisfacción [risas]. Sí, estoy convencida de que el 3D puede ayudar mucho a la historia y a la arqueología, a difundir sus hallazgos, democratizarlos y acercarlos a la población desde un punto de vista ameno y accesible, y se puede emplear también como un recurso educativo, turístico… Hay que tener en cuenta que no solo te permite documentar un objeto y quizá reconstruirlo, sino también situarlo en un contexto y ponerlo en valor dentro del entorno que tenía.
Te interesa mucho la historia del Distrito…
Sí, de hecho el posgrado que hice en la UNED lo enfoqué bastante a la historia de Villaverde, y publiqué un artículo sobre el mosaico que hay en el Museo de San Isidro y otro sobre La Nave… Da la sensación de que éste es un distrito que a nadie le importa, al que se le proporcionan escasos recursos para impulsar iniciativas y actividades que hagan barrio, que propicien que la gente se conozca y tenga algo que hacer aquí más allá de pasear por el parque… En Villaverde hay muy poco que te cuente su historia, de dónde viene y cómo ha evolucionado para ser lo que ahora es; y eso es un problema, porque al final si niegas o derribas esa historia porque hay algo que no te interesa contar para que esto sea un barrio-dormitorio y ya está, lo que estás provocando es que sus habitantes no puedan desarrollar esa identidad que da vivir aquí: porque vivimos en España y en Madrid, pero también aquí. Y al final yo creo que eso también degrada: no solo degrada no tener dotaciones y equipamientos, también no tener nada con lo que identificarse.
¿Algún mensaje a los lectores?
Que conozcan Villaverde: que conozcan su distrito y las cosas que hay en él… Que se paren a ver qué hay aquí, cómo se llama esta calle y por qué se llama así… Que dediquen un poco de su tiempo a mirar el barrio con detenimiento y lo conozcan, pues creo que eso también nos hace mejores.
MODELO 3D
Puedes encontrar parte del trabajo en 3D de nuestra entrevistada en los siguientes enlaces:
