En España, el cáncer de mama es el tumor más frecuente entre las mujeres. Cada año se diagnostican alrededor de 35.000 nuevos casos. Se calcula que una de cada ocho mujeres lo padecerá a lo largo de su vida. Son cifras que impresionan, pero también esconden noticias esperanzadoras, ya que gracias a los programas de detección temprana la supervivencia supera hoy el 90% cuando se diagnostica en fases iniciales.
El cribado mediante mamografías, dirigido a mujeres de entre 50 y 69 años, es gratuito y está disponible en toda la Comunidad de Madrid. Algo tan sencillo, acudir a una mamografía cada dos años, salva miles de vidas. Los estudios estiman que los programas de cribado reducen la mortalidad por cáncer de mama entre un 20 y un 30%. Es decir, por cada mil mujeres que participan, varias evitan un triste desenlace.
La detección temprana permite tratamientos menos agresivos, cirugías conservadoras y una mejor calidad de vida. Cuando el tumor se diagnostica tarde, las opciones se reducen y los tratamientos pueden ser más duros. Por eso, llegar a tiempo es una de las principales claves en su manejo.
Pero los programas no bastan por sí solos: deben ser eficaces, rápidos y accesibles. En los últimos tiempos, se han señalado demoras en la comunicación de resultados en algunas comunidades, lo que puede poner en riesgo la eficacia del cribado. Por eso es imprescindible que el sistema sanitario mantenga sus recursos y que las mujeres los conozcan y participen en ellos activamente.
Muchas no acuden a su cita por desconocimiento, por miedo o por pensar que “si me encuentro bien, no hace falta”. Nada más lejos de la realidad: el cáncer de mama no siempre da síntomas inicialmente, y precisamente ahí radica la importancia y valor de los programas de detección.
Algunos consejos prácticos:
- Acude siempre a las citas del programa de cribado, aunque te encuentres bien.
- Si notas algún cambio en el pecho (bultos, retracción del pezón, secreción o enrojecimiento), consulta sin demora.
- Mantén una dieta equilibrada, haz ejercicio regular y limita o mejor evita el consumo de alcohol y tabaco.
- Realiza autoexploraciones mensuales, con calma y conocimiento, para familiarizarte con tu cuerpo.
- Habla del tema con tu entorno: informar salva vidas.
El mensaje es claro: la detección temprana no evita que el cáncer aparezca, pero sí puede cambiar su historia. Acudir a las revisiones, mantener controles regulares y cuidar los hábitos de vida son gestos que marcan la diferencia.



