Son muchos los emprendedores digitales o empresarios que solicitan los servicios de una agencia digital para desarrollar campañas de publicidad masiva con la idea de abarcar al mayor público posible, creyendo que de esta manera multiplicarán sus ventas. Sin embargo, esto no es del todo cierto, o al menos no en todos los casos: una de las reglas para lograr la mayor cantidad de ventas posible y sostenible en el tiempo, es que es necesario entablar una relación cercana y directa con el comprador, de manera que tu producto o marca se posicione por sí solo entre sus gustos.
Si este es el tipo de relación que buscamos para sustentar y expandir nuestro negocio, es necesario que tengamos en cuenta lo que es el marketing directo y cuándo elegir marketing directo como estrategia publicitaria. Si aún no estás familiarizado con este término, este es un artículo escrito especialmente para ti.
¿Qué es?
El marketing directo, también conocido en algunos ámbitos como mercadeo directo, es un método publicitario que consiste en promocionar un producto o servicio a un determinado target mediante la comunicación con nuestros compradores a través de determinados medios de comunicación. El marketing directo también es ampliamente usado por empresarios u organizaciones cuyo principal objetivo no es precisamente vender sino ganar socios o captar patrocinadores.
El marketing directo tiene como principal objetivo ganar clientes y fomentar entre ellos cierta fidelidad a tu marca o servicio, de manera que repitan la compra que acaban de hacer o que se desarrolle en ellos el hábito de adquirir este producto. El marketing directo también puede ser parte de estrategias más grandes como el plan de distribución y precios.
¿Cómo funciona el marketing directo?
El marketing directo responde a este nombre porque implica una comunicación directa con tu potencial cliente, por medio de cualquier vía de comunicación disponible: correo, teléfono, carta o incluso mensajes de texto. La idea de esta estrategia es causar algún tipo de reacción en el consumidor, de manera que se sienta atraído al producto que queremos distribuir.
Existen muchas maneras para poner en práctica una campaña de marketing directo:
- Email marketing: una de las formas más comunes y efectivas que existe debido a que logra un mayor retorno de inversión que sus pares. El email marketing consiste en enviar por correo electrónico información sobre ofertas, anuncios, recordatorios o cualquier otro tipo de detalles que consideremos importantes para lograr nuestra venta.
- SMS marketing: sigue la misma técnica del email marketing, pero en un formato más reducido. Funciona muy bien para mensajes cortos y directos en los que puedes avisar sobre la disponibilidad de cierto producto, el estado del pedido o incluso detalles como felicitar a tus compradores en el día de su cumpleaños. Aplicado en la medida justa, puede resultar muy útil incluso para el consumidor que le guste estar informado sobre los productos que les interesa.
- Cupones de descuento: esta es la técnica más convencional y aún vigente de hacer marketing directo. Consiste en hacer llegar directamente a los buzones de tus clientes folletos y todo tipo de información impresa sobre ofertas, productos y servicios que tengas disponible.
- Telemarketing: muy común en empresas de telefonía. El telemarketing consiste igualmente en hacer llegar la información por vía directa, en este caso, llamando por teléfono a nuestros potenciales clientes. Es un poco más demorada que el resto pues no se puede automatizar y en muchas ocasiones puede resultar contraproducente, puesto que no a todo el mundo le gusta ser interrumpido por una llamada telefónica que tiene como objetivo concretar una venta.
Resultados y efectividad
El marketing directo suele ser una estrategia muy efectiva para la captación de potenciales usuarios, y sobre todo para establecer los puentes necesarios para mantener con ellos una relación duradera. Como comentábamos, el más efectivo suele ser el que se hace por medio del correo electrónico, pues es automático, permite medir los resultados, es menos invasivo y la inversión es mucho menor.
Sin embargo, antes de poner en marcha una estrategia como esta, es importante que te documentes lo suficiente para saber qué herramientas usar y qué tácticas seguir para llevar a cabo una campaña óptima que te permita convertir esa inversión en beneficios para tu empresa o negocio.