El asma es una enfermedad respiratoria que consiste en un estrechamiento en los bronquios, es decir, las vías respiratorias por donde circula el aire que contiene el oxígeno que necesitamos para vivir. Durante la respiración, el aire entra y sale a través de los bronquios hasta llegar a los pulmones. Las personas que padecen asma presentan una inflamación en los tejidos que forman el interior de estos conductos, y por ese motivo el aire que entra lo hace con mayor dificultad; lo que desencadena una mayor dificultad respiratoria y además se escuchan unos pitidos al respirar, que son la manifestación clínica del estrechamiento de la vía aérea. Cuando la dificultad respiratoria es importante, puede asociarse por síntomas de mayor trabajo respiratorio (se hunde el pecho al respirar, se marcan las costillas o la persona necesita respirar más rápidamente y con inspiraciones más profundas).
— ¿Hay algún elemento desencadenante? Las personas que lo padecen tienen normalmente una mayor sensibilidad a distintos elementos que están relacionados con el ambiente, como pueden ser los cambios de humedad, el humo del tabaco, el aire frío, el ejercicio físico; y también puede desencadenarse por componentes que provocan alergia (polen de las plantas, los árboles, el moho), y muchos asmáticos también tienen alergia estacional, que se ve aumentada en primavera.
— ¿Empeoran en alguna época del año? Los asmáticos pueden sufrir crisis durante todo el año. Sin embargo, los cambios de temporada, especialmente en primavera y también en otoño, son momentos en los que pueden sufrir agravamiento de los síntomas respiratorios, que se controlan con inhaladores orales. Éstos facilitan el mecanismo para abrir los bronquios y respirar más fácilmente. Si hay muchos pitos, se pueden hacer dos inhalaciones cada seis horas al comienzo.
— ¿Cuándo se debe consultar? Las crisis asmáticas son episodios de dificultad respiratoria, que pueden ir acompañados a infecciones respiratorias, o en otras ocasiones se pueden complicar con neumonías, que son infecciones pulmonares que requieren tratamiento médico. La persona debe consultar para completar con un examen físico si presenta muchos pitos al respirar, mucha dificultad y trabajo respiratorio; y cuando presenta fiebre y tos que persiste durante varios días a lo largo de la semana. La mayoría de infecciones respiratorias son de vías altas y no requieren antibiótico porque son de origen viral, aunque en otras situaciones puede ser necesario otra exploración complementaria o iniciar otro tratamiento.