Cuando llega el invierno, comienza la temporada de frío que nos va a acompañar hasta que lleguen los meses de primavera y verano. Por eso, tenemos una etapa en la que habitualmente se nos aconseja por distintos medios de la importancia de protegernos del frío, con la adecuada ropa de abrigo para evitar problemas y también para conseguir la máxima comodidad.
¿El frío causa catarros y otros problemas de salud? En teoría, el frío por sí mismo no es causante de un catarro o de una infección que hayamos cogido por contagio realmente de un virus o una bacteria. Sin embargo, el cambio de temporada y los distintos tipos de aclimatación de nuestro organismo a las temperaturas y diferentes variaciones de humedades pueden hacernos modificar la reacción de nuestro sistema respiratorio frente a las condiciones climáticas. Los bronquios se hinchan y se inflaman debido al frío, también el frío aumenta la mucosidad y es posible que haya esputos más pegajosos, lo que favorece que sea más probable resfriarse por aumento de congestión nasal y respiratoria. Además, el aire frío es seco y puede agravar los problemas respiratorios en asmáticos y personas que padecen de bronquitis.
¿Por qué hay más catarros en invierno? Además de los diferentes motivos que influyen por el cambio de temporada y características del tiempo, en invierno las personas suelen buscar los espacios cerrados, y hay una tendencia a agruparse más cantidades de personas en la misma habitación. Si a esto le sumamos que no exista una buena ventilación para que circule el aire, tenemos un mayor riesgo de que fluyan en el ambiente distintos microbios que sí pueden ser causantes de algún tipo de enfermedad respiratoria o de contagio. Normalmente son virus que se transmiten por vías respiratorias, y que pueden fluir a partir de contactos por darse la mano, besos, al estornudar, etcétera.
¿Hay algún riesgo para la salud? Normalmente en invierno abundan las infecciones respiratorias, de predominio en vías altas (catarros, resfriados, faringitis, rinitis), que son de poca gravedad en la mayoría de ocasiones. Hasta el 80% de las infecciones de vías altas son de origen viral, es decir por virus (se tratan con medidas generales: reposo y ropa de abrigo, analgésicos, bebidas calientes, sopas, infusiones). Sin embargo, hay que estar alerta en caso de empezar con fiebre mayor de 38 ºC y especialmente si no baja bien con los antitérmicos habituales (paracetamol). En algunos casos si la tos es muy importante conviene consultar con el médico para un examen más completo. Las personas con mayor riesgo son quienes viven en la calle porque están más expuestos a la hipotermia (bajada de la temperatura global del cuerpo), que puede poner en peligro su vida. El resto de personas que no se abrigan bien también pueden sufrir problemas de salud.