La tensión arterial es la presión ejercida por la sangre sobre la pared de los vasos sanguíneos a su paso por todo el sistema circulatorio, lo que se denomina como “torrente circulatorio”. Esta tensión favorece que los vasos sanguíneos por donde pasa la sangre presentan una elasticidad que garantiza la circulación sanguínea. Las personas que sufren de hipertensión arterial son aquellos que presentan cifras de tensión arterial elevadas por encima de los rangos normales habituales. Esto genera un riesgo para padecer de enfermedades (ictus, embolia, infarto, angina, etc.), y por eso es adecuado que lleven un control de esta enfermedad. El control se basa en los cuidados generales (dieta, ejercicio físico), medición de la tensión y toma del tratamiento.
1. Cuidados generales: para favorecer un adecuado cumplimiento de buenas cifras tensionales, y para llevar un buen nivel de vida en general, se aconseja evitar el abuso de sustancias excitantes (café, té, bebidas energéticas), abuso de alcohol, tabaco y otros tóxicos. En cuanto a la alimentación, es importante evitar comidas copiosas, muy llenas de sal y otros aditivos; así como evitar el abuso de grasas, fritos y rebozados, que por otra parte favorecerán el aumento de peso: otro de los puntos a evitar. El sobrepeso y la obesidad son otro factor que puede descompensar nuestras cifras de tensión. También el ejercicio físico nos ayuda a proteger nuestro corazón y hacer nuestro sistema de defensas mejor capacitado.
2. La medición de la presión arterial: se hace con un manguito que se coloca en el brazo o en la muñeca (según el modelo), los hay de distintas formas y tamaño, todos ellos se colocan apretando el brazo para que el aparato mida la presión en nuestros vasos sanguíneos. Se deben medir la tensión todas aquellas personas que tienen elevación de las cifras (especialmente si aumentan por encima de 160 mmHg en la sistólica) consultando con el médico si las cifras se mantienen en esos niveles, porque en estos casos queda a decisión del facultativo la necesidad de iniciar un tratamiento con pastillas para llevar los niveles de tensión al rango adecuado.
3. Cumplimiento del tratamiento: para tomar bien la medicación y que se ajuste a los objetivos, es ideal ir anotando en un cuaderno o bloc las distintas cifras de tensión que nos medimos cada día. De esta forma puede llevar apuntados los valores junto con la fecha del día que se ha tomado esa medición, y éste es el modo más preciso que sirve al médico para saber con exactitud la efectividad del tratamiento que está tomando la persona, o si por el contrario cabe lugar a modificación.