Amor incondicional
es lo que tú me das,
recidivas de cariño,
tardes de sofá.
Es verdad; me necesitas
pero yo recibo más,
no lo dudes compañero,
siempre me tendrás.
Me cuidas en mi llanto,
tanto apoyo tú me das,
cuando más lo necesito,
a mi lado siempre estás.
Bizkor veloz,
veloz como un ciclón,
en tu solapa un galón,
se desprende de mi voz.
Ágil como tu nombre,
lo contrario en tu vejez,
me miras con esos ojos
que reflejan candidez.
Te falta hablar, me comprendes,
y también te entiendo yo,
La lealtad que desprendes
llega a mi corazón.
Me esperas tras la puerta
hasta que puedo llegar,
alegría de ladrido
y tu salto de bondad.
Los que hablan no lo sienten:
que me acoges,
que me quieres,
que también te quiero yo.
Que tras esa puerta
cuando llego
también espero
tu abrazo de emoción.