Bartolomé Esteban Murillo nació el 31 de diciembre de 1617 en Sevilla. El 1 de enero de 1618 es bautizado en la iglesia Santa María de la Magdalena de dicha ciuda como el menor de los 14 hijos de Gaspar Esteban (barbero cirujano) y María Pérez.
Tras morir sus padres, pasó a vivir con nueve años con su hermana Ana y su marido, el cirujano Juan Agustín Lagares, que a partir de entonces se convierte también en su tutor. El joven Bartolomé debió de mantener buenas relaciones con la pareja, pues no cambió de domicilio hasta su matrimonio, en 1645, y en 1656 su cuñado, ya viudo, le nombró albacea testamentario.
A los 14 años entró en el taller de Juan del Castillo, casado con una de las hijas de Antonio Pérez, tío y padrino de bautismo de Murillo, entrando a formar parte de una de las cuatro grandes escuelas que había en Sevilla. En 1638 data el primer cuadro: La visión de fray Lauterio. Al año siguiente pintó La Virgen del Rosario, del Palacio Arzobispal de Sevilla.
En 1645 Murillo contrajo matrimonio con Beatriz Cabrera Villalobos, de una familia de labradores de Pilas, Sevilla. El matrimonio tuvo 11 hijos, de los que únicamente sobrevivieron cinco. Su esposa fue su modelo para un gran número de sus obras dedicadas a la Inmaculada Concepción. También empleó a varios de sus hijos como modelos de ángeles. El mismo año de su matrimonio recibió el primer encargo importante de su carrera: los 11 lienzos para el claustro chico del convento de San Francisco de Sevilla, en los que trabajó de 1645 a 1646; 11 escenas de vidas de santos que le dieron popularidad. Desde 1671 hasta 1674 trabajó en las pinturas de la iglesia de la Caridad de Sevilla, hoy en varios museos de San Petersburgo, Madrid (el Museo del Prado conserva numerosas obras suyas) y Londres.
En 1658 pasó algunos meses en Madrid. Con la protección de Velázquez, su paisano, vio repetidas veces las eminentes pinturas de palacio. De regreso a Sevilla se ocupó en la fundación de una academia de dibujo, que tuvo lugar el 2 de enero de 1660 en la casa lonja. De ese año 1660 es también una de las obras más significativas y admiradas de su producción: El nacimiento de la Virgen (en el Museo del Louvre, tras ser expoliada por las tropas napoleónicas).
Su objetivo con la academia era permitir tanto a los maestros de pintura y escultura como a los jóvenes aprendices perfeccionarse en el dibujo anatómico del desnudo. Murillo fue su primer copresidente, junto con el sevillano Herrera el Mozo, arquitecto y pintor, hijo del maestro Herrera el Viejo, qué marchó ese mismo año de 1660 a Madrid para asentarse definitivamente en la corte.
Entre las obras de Murillo: Virgen con niño, La virgen del Rosario, Concepción del Escorial, Dolorosa, La adoración de los pastores, Niños comiendo uvas y melón o Dos mujeres en la ventana.
Bartolomé Esteban Murillo murió el 3 de abril de 1682 a consecuencia de un golpe sufrido al caer de un andamio mientras pintaba del retablo mayor de los Capuchinos de Cádiz.
NARCISO CASAS
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