Estamos acostumbrados a escuchar que los pequeños de la casa siempre tienen que tomar algo a media mañana y a media tarde. Pero, ¿por qué no se dice que los mayores de la casa también deberían hacerlo?
Se ha demostrado que cuando llegamos a una comida principal (comida o cena) habiendo comido unas horas antes una menor cantidad de comida, nos alimentamos con menor ansiedad, sin aparecer los temidos atracones. Además la sensación de saciedad aparece antes, ya que el estómago sigue todavía ocupado digiriendo los alimentos que tomamos hace un par de horas. Y por otro lado, ¿crees que es más saludable para el cuerpo subir y bajar de una montaña rusa que mide 400 metros de alto o de otra que mide 20 metros? Cada vez que comemos, la energía de los alimentos supone una subida y, por consiguiente, una bajada de energía. Si dichas curvas son muy pronunciadas, el cuerpo se enfrenta a desafíos continuos, es decir, situaciones no muy saludables.
Os preguntaréis: “¿tengo que hacer siempre un almuerzo y una merienda?”. La respuesta es: depende. Por ejemplo, si sales de casa a las 7:00 para ir a trabajar, vuelves a las 16:00, y no tienes un tiempo destinado a comer (entendido como tomar una comida principal), la opción que recomendamos es realizar varios almuerzos a lo largo de la mañana. Como siempre decimos: tu alimentación debe estar adaptada a ti y no a recomendaciones generales no personalizadas.
¿Qué puedo tomar de almuerzo, merienda o snack? En el siguiente artículo comentaremos que no solo existen los bocadillos de pan de molde.
Sarai Alonso. Nutricionista – Dietista