Las vacaciones tan esperadas y necesarias para desconectar y recargar pilas no son un lujo, sino una necesidad que nos permite romper con la monotonía y el hastío de la sobrecarga que llevamos a cuestas el resto del año. Pero todo tiene un principio y un fin, y la vuelta a la rutina puede ser todo un desafío.
Beneficios de volver a la rutina
Aunque las vacaciones nos recargan las pilas, su fin y la vuelta a la rutina también son muy positivos. Establecer horarios regulares para dormir, comer y realizar actividades físicas ayuda a nuestro organismo a funcionar de manera más eficiente. Una rutina bien organizada promueve hábitos saludables y favorece un mejor manejo del tiempo, lo que va a reducir el estrés y la ansiedad de “no llegar” que muchas veces sentimos.
- Estructura y organización: la rutina diaria crea un espacio para organizar nuestras tareas y priorizar. Así seremos más productivos y aprovecharemos mejor el tiempo.
- Hábitos saludables: con una rutina es más fácil mantener hábitos saludables, como una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio físico.
- Estabilidad emocional: La predictibilidad de la rutina genera una sensación de seguridad y estabilidad, lo cual es importante para nuestra salud mental.
¿Qué podemos hacer para tener una adaptación poco o nada estresante?
1. Planifica y anticípate: si es posible, dedica los últimos días de vacaciones a ajustar poco a poco los horarios que tendrás al volver. Puedes empezar por la hora de despertarte y acostarte.
2. Establece metas realistas: no intentes retomar todas tus responsabilidades a la vez. Ve poco a poco, primero las más importantes y dando tiempo y espacio a las cosas. Paciencia lo llaman.
3. Deja tiempo para el ocio: no te olvides de dejar un hueco para las actividades que más te gusten. Te va a ayudar a mantener el ánimo y evitar el agotamiento.
4. Cuida tu alimentación y haz ejercicio: una dieta equilibrada es clave para tener la energía necesaria para afrontar el día a día. Evita los alimentos ultraprocesados y dedica al menos 30 minutos al día a caminar.
5. Exprésate y libera tus emociones: si te sientes apesadumbrado y de bajón, no dudes en hablarlo con alguien de confianza o buscar apoyo profesional.
Las vacaciones son muy importantes para nuestro descanso y bienestar, pero volver a la rutina también tiene su valor. Aprovechar los beneficios de los dos nos servirá para mantener un equilibrio saludable en nuestra vida. Con una buena planificación y una actitud positiva, el regreso a la rutina puede ser una oportunidad para crecer, aprender y cuidar mejor de nosotros mismos.