La vista cansada afecta a la mayoría de las personas a partir de los 40. Es debida a la pérdida gradual de la capacidad de enfocar objetos cercanos, lo que lleva a una visión borrosa al leer o realizar tareas de cerca. Aunque es una parte más del envejecimiento, se puede evitar que nos afecte en demasía.
Pero, ¿qué es la presbicia?
Es una alteración visual relacionada con la edad que sucede cuando el cristalino pierde flexibilidad. Esta pérdida de elasticidad impide que el ojo enfoque adecuadamente los objetos cercanos, lo que puede resultar molesto en actividades cotidianas como leer o usar dispositivos electrónicos.
Qué podemos notar:
— Dificultad para leer letras pequeñas o enfocar objetos cercanos.
— Sensación de fatiga visual o dolores de cabeza tras leer o mirar pantallas durante períodos prolongados.
— Necesidad de alejar los objetos para verlos con claridad.
— Visión borrosa al cambiar la mirada de objetos lejanos a cercanos.
Qué haremos si es el caso:
- Consulta a un oftalmólogo: el primer paso es realizar una revisión de la vista para obtener un diagnóstico preciso.
- Usar gafas de lectura: es el tratamiento más común y sencillo para la presbicia. Las gafas pueden adquirirse en ópticas o farmacias, dependiendo de la prescripción.
- Lentes progresivas: para quienes ya usan gafas de lejos, las lentes progresivas pueden corregir la visión a distintas distancias.
- Lentes de contacto multifocales: otra opción para quienes prefieren no usar gafas son estas lentillas que permiten ver a diferentes distancias.
- Cirugía: hay procedimientos quirúrgicos como la cirugía con láser o lentes intraoculares que pueden corregirla.
Consejos para mitigar o retrasar la presbicia:
Adoptar ciertos hábitos puede ayudar a retrasar su impacto o minorar sus síntomas:
1. Higiene visual: toma descansos periódicos al leer o trabajar en pantallas. Aplica la regla 20-20-20 (cada 20 minutos, mira algo a 20 pies de distancia o 6 metros durante 20 segundos). De esto, nuestro vecino de columna ya nos habló en el anterior número.
2. Buena iluminación: evita forzar la vista trabajando o leyendo en condiciones de poca luz. Usa una luz adecuada, especialmente al leer.
3. Mantén una dieta saludable: alimentos ricos en antioxidantes y vitaminas A, C y E, como zanahorias, espinacas y cítricos, son beneficiosos para la vista.
4. Ejercicios para la vista: realizar movimientos oculares y ejercicios de enfoque puede mejorar la flexibilidad de los músculos oculares.
5. Hidratación ocular: si sufres de sequedad ocular, considera usar lágrimas artificiales para mantener los ojos hidratados, especialmente si pasas mucho tiempo frente a pantallas.
La presbicia es una parte inevitable del envejecimiento, pero no tiene por qué afectar tu calidad de vida. Con el diagnóstico adecuado y los tratamientos disponibles, es posible llevar una vida normal y realizar las actividades cotidianas sin grandes inconvenientes.