HOSPITAL UNIVERSITARIO 12 DE OCTUBRE.
Según los resultados de una investigación publicada en la revista científica The Lancet en la que ha participado el Hospital 12 de Octubre
El Servicio de Dermatología del Hospital Universitario 12 de Octubre ha participado en un estudio prospectivo observacional que demuestra que el contacto piel con piel es la causa más probable de transmisión del virus del mono en 181 pacientes de Madrid y Barcelona. La investigación, publicada en la prestigiosa revista The Lancet, también señala que la infección puede presentarse mediante manifestaciones atípicas no descritas hasta el momento, por lo que insta a los profesionales sanitarios para que estén atentos ante esta circunstancia, especialmente importante en el diagnóstico de la patología.
El estudio, en el que también han participado los hospitales Germans Trias y Vall d’Hebrón, junto a la Fundación Lucha contra las Infecciones, se ha basado en el análisis pormenorizado de la epidemiología clínica y las características que presentaban 181 casos confirmados, de los que 175 eran hombres —98 por ciento—, con una media de edad de 37 años. En cuanto a las lesiones, todos tenían manifestaciones en la piel, con un número de lesiones inferior a las descritas hasta el momento —entre 3 y 20—.
De los 181 casos, solo tres requirieron ingreso por complicaciones. En cuanto a la duración media del periodo de incubación, se situó en solo 7 días, un periodo breve que debe ser tenido en cuenta para valorar el momento de vacunación de los grupos de alto riesgo, ya que podría ser más eficaz la inmunización previa que la posterior a la exposición, según subrayan los investigadores.
A partir de la evidencia del contacto piel con piel durante las relaciones sexuales como principal vía de transmisión de la viruela del mono, las conclusiones de este estudio aportan información necesaria para alcanzar diagnósticos certeros, como que el patrón de transmisión ha cambiado en esta ocasión del contacto respiratorio al contacto cutáneo, junto a la aparición de manifestaciones no habituales.
Asimismo, la investigación señala que las cargas virales eran sorprendentemente más altas en muestras de lesiones cutáneas que en las obtenidas de la faringe, lo que debe estudiarse más y, en virtud de las conclusiones, optar o no por el aislamiento domiciliario de los afectados por motivos respiratorios.
Manifestaciones atípicas de la enfermedad
Todos los casos explicaron haber tenido sensación de malestar previo o posterior al sarpullido, pero además aparecieron algunas señales atípicas, como proctitis —25 por ciento de los casos—, amigdalitis —11 por ciento— y abscesos —3 por ciento—. Por este motivo, los participantes en el estudio instan a los profesionales sanitarios a estar alerta ante cualquier sospecha de la enfermedad, particularmente en personas que viven en áreas con alta posibilidad de transmisión o exposición. De forma especial, llaman la atención sobre la proctitis que presentaron muchos de los casos estudiados, ya que tuvieron manifestaciones sistémicas antes incluso de la aparición de las lesiones cutáneas, y sobre la ulceración amigdalar.
En mayo de 2022 se registraron los primeros casos de viruela del mono en Europa, originando un brote que hoy está presente en 27 países, con más de 11.000 casos confirmados. A pesar de este número, la comunidad científica internacional cuenta con información escasa sobre la epidemiología y características de la enfermedad actual.
Por eso, las conclusiones de este estudio tienen especial relevancia, ya que aporta datos exhaustivos sobre 181 casos diagnosticados en tres grandes hospitales españoles situados en ciudades con gran densidad poblacional. En el análisis prospectivo de todos los pacientes, se analizó no solo el comportamiento sexual y la forma de presentación de la infección, sino que también se estudiaron los exámenes y seguimiento clínico y los resultados de las pruebas virales realizadas en muestras obtenidas de las lesiones en piel, garganta y mucosa anal.
Gracias a ello, la investigación confirma la sintomatología de otros estudios retrospectivos, pero además, dado el mayor volumen de la muestra y el análisis clínico pormenorizado de los casos, añade nuevos síntomas no descritos hasta el momento, como la proctitis y la ulceración de las amígdalas.