Fabiola Ortega me pedía velar por nuestra cultura, frente al jalogüín, a través de, entre otras cosas, el Tenorio. Pero, en esto del don Juan, se le adelantó el ilustre Maleso, que me pidió que lo adaptara a la actual visión de la igualdad de géneros. Pues, más o menos, ¿no?
El mito
Si hablo de Don Juan, estoy hablando
no solo de un romántico Tenorio,
pues ni siquiera fue éste el paritorio
de un mito que aún sigue perdurando;
si hablo de Don Juan, estoy contando
con un Lord Byron sobre su escritorio,
un Mozart que repasa el repertorio
que un tal Da Ponte está guionizando;
si hablo de Don Juan, has de saber
que no están apartados de esta orilla
Goldoni, Espronceda ni Molière,
ni mucho menos ése de Sevilla
que Tirso hizo hombre y no mujer
por eso de que fuera una zorrilla.
Javier Báez