En primer lugar, quiero pedir disculpas por haber anunciado algo el mes pasado que finalmente no pudo tener lugar en el momento que se indicaba (pero será más pronto que tarde). En segundo, quiero agradecer la cantidad ingente de temas que se me han propuesto para este mes; veré qué puedo hacer con cada cual para los siguientes meses. En tercero y último, explico el de éste; mi buen amigo Javi me ha dado, más que un tema, una estrategia: buscarme un rival en la poesía con el fin de forrarme contándolo en Sálvame.
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Como Góngora tuvo su Quevedo,
tengo que buscar a algún poeta
de los buenos, con alma de esteta
y que ataque al canon que remedo;
un poeta ante el que profese miedo
y que imponga a mis versos una dieta,
un listillo, un Lazarillo, un profeta,
que me espere como hace un Don Tancredo.
Yo imprimo este anuncio, él lo pega;
yo, Cervantes, él, Lope de Vega;
yo, don Juan, que se burle él de Sevilla;
pero, por favor, que sea un buen bardo;
me cansé ya de tanto autor bastardo,
tanto Carlos Salem de pacotilla.
Javier Báez