Los orígenes y evolución de Villaverde a lo largo de los años, uno de los temas que más se han tratado en este periódico desde sus primeros números
REDACCIÓN
Como saben nuestros lectores, la historia de nuestro distrito, antes pueblo, nos ha interesado muchísimo desde el principio, pues nos parece importante conocer las raíces del lugar que habitamos, considerándolo un elemento clave en la construcción de su identidad. Así, ya desde el primer año de andadura de Distrito Villaverde este tema ha estado bien presente en nuestras páginas.
Así es, y como muestra la serie de artículos que hoy queremos recordar en esta sección especial para conmemorar el primer cuarto de siglo de nuestro/vuestro periódico y que podéis ver en algunas de las imágenes que ilustran esta página. Fueron publicados en los primeros números de Distrito Villaverde, y ofrecían datos de la historia de este lugar entre el año 1840 y la década de los ochenta del siglo pasado, aproximadamente.
Más adelante, entre febrero de 2006 y abril de 2009, mantuvimos también una sección que recorrió toda la historia de Villaverde hasta la actualidad, extraída de la obra Villaverde, historia del Distrito, editada por la Junta en 2005, que lógicamente gustó mucho y tuvo gran seguimiento entre nuestros lectores.
Por todo ello, estaba claro que a la hora de repasar estos 25 años no podía faltar un tema tan importante como es la historia de este distrito, motivo por el cual nos ha parecido buena idea ofreceros al menos un rápido recorrido desde los orígenes de Villaverde hasta la absorción del entonces pueblo por la ciudad de Madrid (fue el último de los 13 municipios independientes absorbidos en aquel proceso de crecimiento de la capital, el 31 de julio de 1954). Allá vamos…
Érase una vez, en la Edad Media…
Pese a existir constancia de yacimientos paleolíticos y villas romanas en la zona, lo cierto es que los orígenes del pueblo de Villaverde se remontan a la Edad Media, con la conquista de Madrid por Alfonso VI de León en 1085, ayudado por miembros de la Orden de Santiago. Agradecido a ellos (y siempre según la tradición, pues la Edad Media es lo que tiene, escasa concreción en los datos), aquel rey donó tierras cercanas al vado del Manzanares en dirección Vallecas a caballeros de la orden. En tales tierras se creó el núcleo de población llamado “Vado de Santiago el Verde”, en las cercanías de una casa de labranza de origen árabe, con jardín, noria y huerta, conocida como “La Algarrada” (exacto, igual que una de las secciones de este periódico), donde se celebraba la fiesta de Santiago el Verde. No se conoce el motivo (probablemente la excesiva humedad de la zona o las continuas crecidas del río Manzanares), pero lo cierto es que pasado un tiempo el poblado se trasladó al lugar donde se encuentra hoy Villaverde, entre los arroyos Butarque y Malvecino.
Los orígenes del pueblo de villaverde se remontan a la Edad Media, con la conquista de Madrid por Alfonso VI de León en 1085, ayudado por miembros de la orden de Santiago, a quienes donó tierras
En el fuero otorgado a Madrid en 1222 por Fernando III el Santo aparece por primera vez Villaverde como uno de los sexmos o departamentos rurales dependientes de la villa de Madrid. Incluía las villas de Villaverde, Getafe, Fuenlabrada, Torrejón de la Calzada, Casarrubuelos, Humanejos y Perales.
Entre 1413 y 1414, Santiago el Verde y La Algarrada aparecen como despobladas, figurando como existente el pueblo de Villaverde. Próximas a éste se hallaban las ermitas de Santiago el Verde (luego trasladada a la madrileña ermita de Atocha por Gracián Ramírez) y de la Magdalena.
Una aldea de realengo
Ya en el siglo XVI, según las relaciones de Felipe II, Villaverde era una aldea de realengo, propiedad del monarca, y que dependía jurisdiccionalmente de Madrid, judicialmente de la Chancillería de Valladolid y eclesiásticamente del Arzobispado de Toledo. El Concejo de Villaverde estaba gobernado por dos alcaldes, dos regidores y un sexmero. Éste permanecía en el cargo un año y era elegido el día de San Blas.
En aquella época el pueblo tenía 250 vecinos (sin contar mujeres e hijos), dedicados en su mayoría a la agricultura. Contaba con una iglesia (la actual de San Andrés de Villaverde), pero no poseía hospitales, conventos u otros edificios importantes. Existían dos graneros (uno de ellos real), tres tiendas, una taberna, un mesón y una posada. La mitad del término de Villaverde estaba dedicado al cultivo de secano, aunque existían algunas huertas de regadío con agua suministrada por norias desde el arroyo Butarque.
En el siglo XVII, las tierras dependientes de Villaverde incluían la dehesa de la Arganzuela (al otro lado del Manzanares).
Auge económico
En el siglo XVIII Villaverde comenzó a ser lugar de paso de la Corte en sus viajes a Aranjuez. Ello motivó un auge económico en la pequeña aldea, haciendo que pasara de 204 casas (la mayoría de un piso) a finales del siglo XVIII a 400 casas en 1849 (según el diccionario general de Pascual Madoz). Asimismo, favorecida por la composición arcillosa del terreno, floreció la industria de la teja, convirtiéndose Villaverde en la mayor población productora de dicho producto para Madrid, y la que las proporcionaba de mayor calidad.
A mediados del siglo XIX existían en el término de Villaverde dos paradores en el Camino Real (antigua carretera de Andalucía y Aranjuez), algunas casas de crianza de toros de lidia, cuatro fábricas de horno de teja y dos molinos harineros. En 1849 tenía una población de 876 habitantes.
En la segunda mitad del siglo XIX, el ferrocarril modificó por completo la fisonomía y economía del municipio. En 1848 se inauguró la línea Madrid – Aranjuez (con el tiempo sería la línea Madrid-Alicante), que atravesaba Villaverde. Por ello se comenzaron a instalar, junto a las vías férreas, industrias auxiliares a las mismas.
Paralelamente, la industria cerámica continuó prosperando, estableciéndose la fábrica de Cerámicas La Nora en los terrenos donde en la actualidad se encuentra el barrio de San Cristóbal de los Ángeles. En los años 40 también se construye la fábrica de Boetticher y Navarro, referente en la construcción de ascensores. En esta época, Villaverde formaba parte del partido judicial de Getafe.
Pero he aquí que terminada la Guerra Civil en 1939, Madrid había seguido su imparable crecimiento. Cientos de miles de personas emigran del campo a la ciudad, y la nuestra es una de las más escogidas para instalarse. Además, el régimen franquista decide que Madrid debe poder compararse en superficie y población a las grandes capitales europeas, lo que conseguirá absorbiendo las poblaciones cercanas. Así, a partir del 5 de junio de 1948 comienza el proceso de anexión de hasta 13 municipios limítrofes, entre ellos el nuestro (sería el último, como apuntábamos arriba), con lo que la extensión de la capital de España pasa de 66 km² a los 607 km² actuales y gana unos 300.000 nuevos habitantes.
En 1954, justo antes de la absorción por parte de la capital, los límites de Villaverde eran: por el oeste con los términos municipales de Leganés y Carabanchel, por el sur con Getafe, al este con el municipio de Vallecas (situándose el límite pasado el río Manzanares) hasta el arroyo Abroñigal y al norte con el municipio de Madrid.