En realidad la Nube es un concepto ya veterano, pero que en España no se ha popularizado, hasta hace unos años, cuando las empresas se dan cuenta de las ventajas que en productividad y reducción de costes, por ejemplo, aporta.
Su nombre original en inglés es Cloud Computing, término que por suerte, en contra de lo habitual, ha cuajado poco, a pesar de algunas empresas y entidades, cuando en general la población utiliza el lógico y práctico “Nube”.
Y con ese nombre podemos hacer un símil para entender lo que significa. Imaginemos que el cielo es Internet, y en él hasta hace un tiempo veíamos solamente estrellas que serían las webs, pues esa era la forma generalizada de utilizar la Red. Pero poco a poco empezaron a aparecer nubes que eran lugares donde podíamos almacenar información (Dropbox, Google Drive, Skydrive, ahora Onedrive, Box, etc), utilizar correos (Hotmail, Yahoo, Gmail, etc), o lo más novedoso y trascendente, a mi entender, los servicios en la Nube, es decir, poder utilizar directamente en Internet programas que solo teníamos instalados en nuestros equipos (facturación, gestión, ofimática, etc). Y esa es la clave para poder trabajar desde donde queramos (con algún tipo de conexión a la Red, claro), con cualquier dispositivo, teniendo acceso a datos y poder tratarlos directamente en la Nube, sin tener que descargarnos nada en nuestros equipos. El trabajo en equipo, el ahorro en oficinas, la colaboración, etc., son algunas de las ventajas que permiten reducir costes sobre todo para autónomos y microempresas, que son quienes soportan, proporcionalmente, las mayores cargas. Por ello esta tecnología está imponiéndose cada vez más. Es como llevar la oficina encima.
A nivel personal, la comodidad es una de las claves de la utilización de la Nube, junto con la posibilidad de tener una copia automática de los datos. Hacer una fotografía con tu teléfono y enseguida tenerla a salvo en la Nube, da mucha tranquilidad.
Como no podía ser de otra forma, también hay quien le ve problemas, como la seguridad de esos datos que se guardan en la Nube. Curiosamente un servicio que hemos utilizado desde hace años y que no tenemos duda, prácticamente, de su seguridad, son los bancos y ellos también están en la Nube. Evidentemente uno debe preocuparse de qué Nube elije y las garantías que da, como en cualquier aspecto de la vida real.
Tenemos que saber que los datos y servicios de la Nube y por supuesto de Internet, están almacenados en grandes centros de datos (data centers), con unas grandes medidas de seguridad, en los cuales se custodian tanto datos bancarios como fotografías.
Hay muchas más cosas de que hablar sobre la Nube, pero solo pretendía aclarar lo más elemental. Nos tenemos que quedar con la idea de que es una forma de utilizar y aprovechar las enormes posibilidades de Internet. ¿Y tú, cómo utilizas la Nube?.
Carlos Gómez Cacho
Consultor TIC