JUAN JOSÉ CARVAJAL ESPIGARES.
Si tienes que rendir cuentas,
que sea delante de tu conciencia,
que sabe a lo que te enfrentas
y siempre actuará en consecuencia.
Si tienes que firmar tu rendición,
que sea delante de tus sentimientos,
que no hay nada peor
que el peso del remordimiento.
Si tienes que pactar condiciones,
que tu alma sea testigo
para que tus propias decisiones
no sean tu peor castigo.
Si esta tristeza llega
al fondo de tu corazón,
estarás asistiendo a la entrega
de tu último bastión.
Y si sufres esa condena,
entonces ríndete ante ti,
porque detrás de esta pena
tienes que empezar a vivir.